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Matías se casa
Matías se colocó el esmoquin perfectamente confeccionado para él. La tela era suave, negra y de calidad. Era su día, era el momento de demostrarles a los demás que no era un impulsivo y que su matrimonio con Ariel podía funcionar tan bien como lo estaba haciendo el de sus amigos.
Todavía estaba sentido con ellos, había pasado un mes y no se habían hablado. Sabía gracias a los chicos que Alexa al fin había aprendido a cocinar y a tender una cama, y que Joaco preparaba todos los papeles para su admisión a la universidad, pero no les había dirigido si quiera una mirada hasta que se disculparan por desconfiar de él.
Subió al Mercedez negro que lo esperaba fuera del apartamento en el que se encontraba. Se mudaría a Buenos Aires una vez casado, sus padres vivían en Córdova y también se habían opuesto a esa boda. Incluso más que "Los Cordovero".
Todo el trayecto se hizo insoportable. No era una fiesta tan grande como la de Joaco, ni siquiera le habían hecho despedida de solteros. Ni siquiera tenía más invitados que sus amigos, los cuales harían de testigos. En realidad, era una boda triste, una boda que nadie quería. Y eso le dolía a Matías, porque más que para demostrarle a los demás que podía ser responsable y dejar de ser el bufón del grupo, quería que ellos tuvieran en claro que se había enamorado de Ariel.
Estaba molesto porque había pensado que Joaco lo entendería. Él le había contado que cuando tenía ocho años, la primera vez que vio a Alexa con su cabello castaño y un vestido lila, se enamoró de ella y supo que su destino era estar con ella. No entendía por qué Joaquín no quería aceptar que a él le había ocurrido lo mismo con Ariel.
Se bajó del auto con las manos sudorosas, con la voz en un hilo y con la cabeza en otro sitio. Los nervios lo comían vivo, pero era valiente y el cariño que sentía por la chica castaña lo impulsaba a entrar al registro civil.
Habían acordado no casarse por la Iglesia, necesitaban invitados y eso era lo que menos tenían.
Entró al edificio y se encontró con Thomas, Julieta, Ivo, Nicole, Mateo y Sky esperándolo. Ariel aún no llegaba y Matías sonrió que al menos mantenía la tradición.
La chica llegó luego de diez minutos, iba con un vestido blanco floreado hasta las rodillas, perfecto para un día de verano. Matías le tendió la mano y ella la sostuvo, estaban listos, se casarían aunque el mundo entero se viniera abajo.
Procedieron a leer los documentos y presentar a los novios y a los testigos. Era una ceremonia bastante más vulgar y corriente que en una Iglesia o en algún sitio arreglado para una boda, pero a pesar de que Matías tenía la condición social para haber optado a más, no lo hizo porque Ariel se lo pidió.
El juez los casó después del papeleo, los hizo firmar y legalmente Ariel había pasado a ser una Spallatti. Los chicos se acercaron a felicitarlos con abrazos, algo incómodos por la ausencia de sus otros dos amigos y por la precipitada decisión de su amigo.
Ivo pensaba que sólo era un capricho más de Matías, a veces hacía cosas estúpidas sin pensar en las consecuencias, así que no se asustó demasiado con su compromiso. Mateo no lo conocía tan bien como Ivo, así que se decía que Matías sabía lo que hacia. Pero Thomas estaba horrorizado, temblando del miedo de que Matías se divorciara al día siguiente y se decepcionara y frustrara.
Sin embargo, Matías parecía estar en una nube de cristal, volaba con una sonrisa sujeto de la delicada mano de Ariel, pero parecía que en cualquier momento el encanto se podía quebrar.
Cuando salieron del registro civil en silencio, se detuvieron de golpe. Frente a la acera, una pareja los esperaba e iban vestidos para la ocasión.
-Creí que no aceptaban todo esto -les gruñó Matías, con cierto dolor en la voz.
-Es verdad, pero eres mi mejor amigo y amante, ¿en serio creíste que faltaría a tu gran día? -Matías sonrió de inmediato al escuchar las palabras de Joaquín y Ariel lo dejó correr a abrazar a Joaquín.
Cuando se separaron, Matías le dio un efusivo abrazo a Alexa también, ella se disculpó por lo que le había dicho cuando le anunció que se casaría y le dijo que ella lo apoyaría en todo, por más alocado y absurdo que fuera.
Después, Alexa fue a felicitar a Ariel y le advirtió que a la que hiciera sufrir a su amigo, la tiraría por la escalera.
Cada pareja se fue en un auto a un restaurant donde habían hecho una reservación para la celebración. Tuvieron que agregar tres puestos más, ya que a la media hora llegó Mauro con una guitarra y se puso a cantar una serenata para la feliz pareja.
Mientras comían, Joaquín no pudo evitar preguntar:
-Matías, en serio ¿Por qué esta boda tan precipitada?
-Tú te casaste en tres meses, y yo en uno, no veo la diferencia, ambas bodas fueron precipitadas.
-Ya, pero yo tuve que esperar diez años para declararme -Matías guardó silencio, era un buen argumento que no podía discutir.
-La verdadera razón... -los interrumpió Ariel-... es que Matías será padre.
Joaquín escupió su jugo, Ivo se atoró con la comida, Alexa abrió la boca, Thomas gritó un gran ¡¿Qué?!, Nicole los miró sorprendida, Sky no podía creerlo, Julieta casi muere ahogada con un trozo de carne y Mauro exclamó con felicidad:
-¡Lo sabía!
Todos pasaron de Ariel, a su estómago y luego al rostro de Matías, quien había empalidecido como una cala.
-Espera... ¡¿QUÉ, YO PADRE?!
Parecía que en cualquier momento se iba a desmayar, hasta que Alexa estalló en carcajadas y luego Ariel.
-Te acabas de casar Matías, ¿en serio un hijo te parece "imposible"?
-¡No estoy listo! ¡Pido el divorcio! -comenzó a chillar. Pero Ariel seguía riendo y todos fijaron su atención en ella.
-No puedo creer que cayeran... -decía entre una carcajada y otra-. Matías no serás padre, deja de hacer escándalo, y ustedes... -les dijo al resto, apuntándolos con el dedo-... No sean tan ingenuos, ¿sí?
-Bueno... -le dijo Joaquín a Alexa mientras los demás comprendían la broma y Matías salía del susto bajo la risa de Ariel, que no podía soportar las carcajadas-. Al menos sabemos que son tal para cual, un par de niños sin niñera.
Y Alexa no pudo estar más de acuerdo.
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Marry Me- Seven Kayne
FanfictionAdaptación -𝐘 𝐩𝐨𝐫 𝐭𝐨𝐝𝐨 𝐞𝐬𝐞 𝐜𝐚𝐫𝐢ñ𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐭𝐞 𝐭𝐞𝐧𝐞𝐦𝐨𝐬, 𝐉𝐨𝐚𝐜𝐨- 𝐝𝐢𝐣𝐨 𝐦𝐢 𝐩𝐚𝐝𝐫𝐞, 𝐫𝐚𝐝𝐢𝐚𝐧𝐭𝐞 𝐜𝐨𝐧 𝐬𝐮 𝐭𝐫𝐚𝐣𝐞 𝐧𝐞𝐠𝐫𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐟𝐮𝐞 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐜𝐢𝐚𝐥𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐡𝐞𝐜𝐡𝐨 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐥𝐚 𝐨𝐜𝐚𝐬𝐢ó𝐧...