🔰𝑾𝒉𝒐 𝑫𝒐 𝒖 𝑳𝒐𝒗𝒆?🔰→𝑴𝒆𝒍𝒊𝒐𝒅𝒂𝒔𝒙𝑲𝒊𝒏𝒈←

𝘊𝘢𝘱𝘪́𝘵𝘶𝘭𝘰 13™

King siguió el primer sendero que encontró, y camino recto con la esperanza de encontrarlos.

A medida que avanzaba podía apreciar la naturaleza que envolvía el pequeño sendero.

Llegó hasta las cabañas que Valery le dijo y allí comenzó a buscar.

- Para ser algo turístico... esto está muy solitario. Susurró.

Se podía notar la falta de vida en aquella zona y eso le daba mala espina.

Se arrimó a una pared y asomó su cabeza intentando ver algo, y así lo hizo.

Habían dos personas con aspecto imponente parados custodiando una puerta.

- ¿Estarán allí? - King suspiro y dió la vuelta al lugar.

Aquella Cabaña estaba totalmente vallada, y eso era raro, ya que las demás estaban sin alguna separación.

Se acercó a la valla y pudo reconocer aquellas voces que desde hace mucho no escuchaba.

King se asomó, pero sin llamar la atención y los encontró.

Un rencor enorme comenzó a fluir dentro de él y ganas no le faltaron para ir a reclamarles sobre todo lo que pasaba.

Pero tendría que esperar.

- !Odio este lugar¡ - chillo aquella mujer que se sentaba en una de las sillas.

- Yo también, pero así estamos a salvo - dijo mientras revisaba su celular.

- ¡Y todo por ese estúpido niño! - se escuchó fastidiada.

King sintió su pecho doler y una lágrima se deslizó.

- ¿Por que aceptaste cuidarlo? - dijo el hombre ya cansado.

- ¡Es el hijo de mi hermana, que más podía hacer! - golpeo la mesa.

King se quedó frío al escuchar eso, acaso Valery...

- ¡Por su culpa nuestra hija puede morir! - grito el hombre.

- ¡Ella estará bien!, el único que va a morir es ese patético niño… - sonrió.

- Espero que así sea... - el hombre ingreso al pequeño lugar.

King, por su parte se retiró del sitio intentando no hacer ningún ruido.

Mientras se escuchaba el sonido de las hojas secas quebrándose al ritmo de sus pasos, pensaba.

¿Valery es mi madre?¿Por qué no me lo dijo?¿Porque me dejó con ellos?¿Acaso soy desechable?

King estaba a punto de llorar, pero de la nada, alguien se lanzo sobre él haciendo que caiga al suelo.

El castaño se quejo e intento reconocer quién lo empujó y así se encontró con los profundos ojos de Meliodas.

- ¿Que haces aquí? - dijo el rubio.

King se sentía realmente mal, y Meliodas no estaba en el mejor momento de actuar.

- Meliodas, espera... - King lo empujó suave y Meliodas con un poco de tristeza se alejó.

-¿Q-que sucede? - Meliodas se sentó junto a él.

- N-no es el momento - dijo King levantándose.

- Pero... ¿Estás bien? - Meliodas se levantó y lo detuvo.