| Tamaki Amajiki x Lectora |
Era un día normal como cualquier otro, ______ pasaba el día con su hermana, y Tamaki junto con Mirio, ellos simplemente no se conocían.
Hasta que una noche, sus sueños se conectaron, hablando mediante sus sueños, comenza...
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—¡________! ¡________! ¡Despierta ______! —exclamo una peliceleste llamando a su hermana.
En cambio, la menor solo quería seguir durmiendo, por lo cual seguía tirando de las sábanas sin ceder ante su hermana.
—¡Déjame dormir! ¡Tengo sueño!
—Eso te pasa por quedarte hasta las 5 de la mañana viendo anime, ahora baja —se enojo un poco la mayor, pensando con que extorsionarla—, Hice tu desayuno favorito~ —canturreo Nejire, haciendo que su hermana pegue un salto.
—¿Que? Ya me levanté, ¡Ya estoy despierta! ¿Dónde estás mis waffles? —pregunto rápidamente mientras bajaba las escaleras, tanto que casi se caía de las escaleras.
—No te caigas de las escaleras, y aquí está tu desayuno.
—¡Gracias!
Así ambas desayunaron entre comentarios graciosos y risas de retrasadas o focas tal vez.
[•••]
—¡Termineee! —exclamo nuestra protagonista al terminar lo que la contraria le había preparado, apenas habían pasado cinco minutos, casi se ahogaba en el proceso de comer lo que antes se encontraba en el plato.
—No podrías comer...no se, ¿Un poco más lento? —le pregunto Nejire viéndola algo raro, y la contraria solo se río.
—Obviamente, no —le contesto ella con una risilla—, Ya tengo que irme.
Sin mas la menor de las dos agarro unas llaves para luego ir hacia la puerta.
—¡Oh vamos! —se quejo Nejire con un puchero, algo que la contraria no iba a poder ignorar fácilmente—, Quédate un rato mas, aún tengo cosas que contarte, y de paso, ¿Ibas a salir así no mas en pijama?
—Ah, claro —se rieron ambas—, Bien, no puedo resistirme a esa cara, me quedare un rato mas, y saldré a la tarde ¿Feliz?.
—¡SIIII! —chillo la peliceleste
—¿Qué querías contarme Nejire? —pregunto ______ bastante curiosa, a decir verdad se moría de intriga.
—Pues... —murmuro su hermana, tomando dos mechones de cada lado de su rostro para taparse algo avergonzada, y algo roja también, a lo que la menor se sorprendió, entendiendo a donde iba a conversación.
—¡AHHHH! —chillo emocionada la de cabellos azules—, ¡NO PUEDE SER!
—¡Ni si quiera dije nada no exageres! —exclamo la peliceleste, para taparse mas el rostro.
—¡Veo perfectamente tu cara de enamorada!
—¡¿Tanto se nota?! —exaspero la mayor, algo preocupada.
—En parte si, pero porque te conozco queridísima hermana mía —la molesto _____ haciendo que su sonrojo aumente cuando esta la miro de manera coqueta—, ¿Y...quien es el desafortunado?
