Capítulo Trece.

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Been through some bad shit, I should be a sad bitch
Who woulda thought it'd turn me to a savage?
—Ariana Grande (7 rings)

Been through some bad shit, I should be a sad bitchWho woulda thought it'd turn me to a savage?—Ariana Grande (7 rings)

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—¿Qué tal el regreso de tu tía? —preguntó Jihyo mientras abría los productos para cabello que usaría en Jimin. Sería algo rápido, les tomaría máximo una hora, lo que les daba tiempo de sobra hasta que la madre de la pelinegra abriera su salón y empezara a atender a sus propios clientes.

—Una mierda como siempre —murmuró recostado en la silla con despreocupación mientras revisaba su celular, bajando entre miles de dms sin responder por si uno le llamaba la atención—. Mencionó las reglas, mencionó lo de mandarle actualizaciones a papá, me regañó por estar con mi celular y tuve que dejar de hablarle a Yoongi —hizo un puchero. Había dejado de responderle a Yoongi porque su tía había amenazado con quitarle su celular si no le prestaba atención, pero al menos pudo darle las buenas noches antes de dormirse.

—¿Las mismas reglas de siempre? —preguntó Jihyo poniendo todo frente al espejo del salón.

Si había algo bueno de tener estilista personal y que esta fuera su mejor amiga, era que podía llegar antes de todos los clientes de la mamá de ella y eso lo hacía sentir especial por alguna razón.

La mamá de Jihyo era una estilista reconocida, bastante famosa y aclamada que estilizaba a idols muy famosos, por lo que Jihyo no aspiraba a menos. La castaña experimentaba con su propio cabello desde hacía un par de años para ir aprendiendo y Jimin aún recordaba cuando Jihyo se tiñó por primera vez —llegó a clases con el cabello anaranjado por haberlo desteñido y no haberle puesto toner.

De los errores se aprende y ahora que la pelinegra tenía manejo con estilizar, Jimin dejaba que ella cuidara de su cabello, y siempre se lo dejaba tal y como le gustaba a él por lo que bromeaba con contratarla como estilista cuando fuera idol.

—Sí, ya sabes. Estar a las 9 de la noche en casa, nada de fiestas, no problemas, no dramas y por Jackson hizo una nueva regla que es no traer novios sin avisar y dejar la puerta abierta... Es un dolor de culo, la verdad —suspiró pesado por frustración.

No era sorpresa para nadie alrededor suyo cuánto le irritaba ya no poder salirse con la suya por el regreso de su tía. Porque si ella regresaba, su padre sería comunicado de cualquier cosa que hiciera, y Jimin sabía que él era alguien amoroso pero también sabía que quería criar hombres decentes para que llevaran sus negocios, por lo que su tía se tomaba esto muy a pecho con reglas y demás cosas que los tres no acataban muy al pie de la letra, pero que sabían que tenían un cierto límite.

—Que decepción. Justo cuando conozco a Yoongi —se quejó mientras typeaba en su celular a lo que Jihyo acarició su cabello para calmarlo. No quería a un Jimin estresado.

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𝐧𝐞𝐞𝐝𝐲 | 𝐘.𝐌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora