Broken

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Un nuevo día comenzó y con ello los deberes que como héroe debía cumplir. Heredar una agencia era lo último que habría imaginando, más aún que fuera la del grandioso héroe Best Jeanist, pero Katsuki estaba realmente agradecido por ello y ahora sólo quedaba demostrar que estaba a la altura, pues más de uno había estado inconforme con la decisión.

Se sentó en la silla de su oficina, observando todo el papeleo que había sobre el escritorio. Uno pensaría que ser un héroe era sólo ir y pelear con cualquier villano o criminal que atentara contra la seguridad pública, pero había unas cosas un tanto más engorrosas detrás. Nada que él no pudiese manejar, por supuesto, sólo era algo curioso para pensar.

Hizo a un lado el montón de hojas para poder comenzar a ordenarlo, cuando de pronto debajo de todo observó una nota con pegamento sobre la madera. Era de color rosa, el rubio levantó una ceja antes de tomarla para ver de qué se trataba, pensó que quizás era algún recordatorio de parte de sus asistentes, sin embargo no era nada de trabajo, por el contrario era una nota un tanto misteriosa.

Ve al baño y entra al primer cubículo.

Bien, habría esperado cualquier cosa menos eso, ¿sería una especie de broma? No le sorprendería, pero no los dejaría salirse con la suya. En medio de gruñidos salió de la oficina para hacer lo que la nota pedía; al entrar observó que estaba completamente vacío, entró al primer cubículo y se encontró con otra nota pegada en la puerta desde adentro.

—Que desagradable.

Dijo, pero aún así la tomó y leyó lo que decía.

Entra al ascensor y ve a la planta baja.

Ugh, este juego no le estaba gustando en absoluto, pero quería saber a donde pensaba llevarle el autor anónimo de dichas notas, si era un conocido, un amigo, su pareja o en el peor de los casos, la trampa de un villano, necesitaba llegar al meollo del asunto.

Y así, bajó tal como le habían indicado, encontrándose con una nota que le llevó a otra y así sucesivamente, hasta que en algún punto terminó abandonando la agencia. Paseaba por las calles de la ciudad en busca de más notas que le llevaran hasta algún punto en específico, aunque a estas alturas ya estaba desesperándose con tanto misterio ridículo, incluso llegó a dudar que fuera invención de un villano, alguien se había esforzado demasiado en ese extraño juego como para simplemente querer asesinarlo o algo de ese estilo.

Finalmente la última nota, ésta se encontraba pegada en el tronco de un árbol que estaba al pie de la montaña, justo donde comenzaba el bosque.

Sigue derecho.

Bien, al parecer todo estaba a punto de terminar y algo ansioso Bakugō se apresuró siguiendo el camino indicado hasta adentrarse a las profundidades del bosque. Si era una trampa estaría completamente solo y en desventaja, pero algo en todo ello le hacía sentir fuera de peligro.

—¿Pero qué mierda?

Se detuvo a unos cuantos metros de donde se encontraba su "recompensa" por haber seguido todas las notas. Era una mesa con un banquete encima, diversos tipos de platillos y dos botellas, una de soda y otra que parecía vino o algo parecido, sin embargo, lo que realmente había llamado su atención era el joven parado al lado de semejante visión.

Ahí se encontraba Todoroki vestido con un traje elegante y un ramo de diversos tipos de flores en la mano.

—Bakugō, me alegra que encontraras el camino —dijo el más alto con aquella típica expresión seria.

El susodicho no supo que decir, todo el asunto era demasiado ridículo y cliché como para no reaccionar de otra manera que no fuera riéndose, pero sabía que el bicolor probablemente se había estado rompiendo la cabeza imaginando lo que debía hacer para ganar su corazón, así que optaría por no ser demasiado cruel.

Deku's Boy [TodoBaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora