interstellar ✰ albus potter.

─ twenty ✰ they're in love

TWENTY: THEY'RE IN LOVE
interstellar — vol. ii

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                    LUNE LEBEAU ES UNA PERSONA A LA QUE NATURALMENTE LE ENCANTA opinar cada vez que tiene la oportunidad. A Lune Lebeau le encanta conversar, opinar, y juzgar; llenar el vacío con palabras es algo a lo que está acostumbrada desde una edad temprana, cuando su voz era lo único que llenaba el vacío de la casa constantemente sola. El sonido de voces le resulta reconfortante.

Realmente es lo que más le gusta de ir a Hogwarts; socializar, hablar, dejar de ser invisible por unos momentos.

Lune se ha dado cuenta de que puede empezar de nuevo en Hogwarts, puede crear la realidad que más desee. Quizás para los demás sea tedioso, pero ella lo ve diferente, ella ve Hogwarts como su salvación; un lugar de escape que le permite ser ella misma y estar rodeada de otras personas que verdaderamente le prestan atención y parecen disfrutar su presencia... No es como en casa.

No es para nada como cuando vuelve a su casa, donde lo único que recibe es comentarios decepcionados o tratos fríos. No es para nada como cuando vuelve a su casa, donde los espacios enormes se sienten agobiantes. No es para nada como cuando vuelve a su casa y las únicas palabras cálidas que recibe, provienen de la mucama.

No es para nada como en casa.

No, Hogwarts no es su casa, en absoluto. Hogwarts es su hogar.

Sin embargo, pese a la creencia popular debido a la impresión que da de ser imprudente, Lune sabe en qué momentos debe guardar silencio — por supuesto que es una experta en ello, ha vivido rodeada de él gran parte de su vida.

Al final del día son esas cualidades las que saben que la vuelven una Slytherin. Lune conoce con exactitud en qué momentos debe callar, escuchar, y analizar sus alrededores; analizar la mejor opción para salir bien parada — sabe perfectamente que su sentido de auto-preservación es enorme.

Al menos algo bien le han enseñado sus padres, ¿no es así?. La enseñaron a cuidarse a ella misma antes que a nadie más; después de todo, ¿quién más lo hará, eh?

Por esa razón, Lune ha reconocido esta situación como una de análisis; una de escuchar y estudiar. Además nunca ha visto a Potter tan alarmado en su vida, y es lo más gracioso que jamás ha presenciado.

Ella se ha encontrado en un rincón apartado del Lago Negro, no tan frecuentado, perfecto para organizar su mente y ver qué rayos hará con todos los exámenes que se acercan. Nunca ha creído que alguien podría acercarse, después de todo el día ha permanecido jodidamente helado como últimamente, y nadie en su sano juicio pensaría acercarse al congelado Lago Negro y sus gélidos alrededores.

Debió suponer que Potter y el nerd definitivamente no están cuerdos en absoluto.

Lo primero que ha escuchado fueron los gritos amortiguados acercándose, obligándola a rápidamente disimular su presencia; los rumores la mantienen entretenida, y después es divertido hablar de ello sobre alguien.

Lo que no se ha esperado en absoluto es observar a su dulce y pequeño amigo Ravenclaw discutir enérgicamente con Potter a su lado.

Lune alza las cejas en asombro durante unos segundos, mordiendo su labio, tratando de esconderse lo mejor posible. El pequeño y amable Luca Valutto se encuentra cubierto en muchos abrigos, dándole ese aspecto de un tierno muñeco ruso con sus característicos rasgos de porcelana — honestamente Lune siempre ha pensado que aquel niñito luce más ruso que italiano, esos ojos nunca fallan en estremecerla.