III

4 2 0
                                    

Extrañamente esa noche durmieron en cuanto tocaron el colchón de su cama.

Al despertar eran las 11am ellos no acostumbraban despertar a tales horas, no era usual, así como su falta de energía y la pesadez que los embargaba, todo se sentía diferente.

Como si estuvieran sincronizados miraron hacia la puerta de su habitación en la espera de algo, no sabían qué buscaban, pero a veces tenían sensaciones raras en el cuerpo, así como presentimientos repentinos que invadian sus cuerpos para irse en cuestión de segundo.

La computadora que se encontraba en un pulcro escritorio a un lado de la puerta emitió un pequeño sonido que conocían bien, un correo nuevo, miraron hacia ella encontrándose con una nota adhesiva de color amarilla a mitad de la pantalla.

"Su maestra de español les dejo una nueva tarea"

Aron arranco la nota de la pantalla y la tiro al pequeño bote plateado de rejillas que usaban de papelera, se sentó en la silla con rueditas frente a la pantalla, cliqueo dos veces 'Enter' y entro al icono de correo de su computadora, Eleonor solo se había limitado a mirar mientras se sentaba en el borde de su cama.

El correo era de una de sus compañeras de curso, la habían ayudado muchas veces con sus trabajos cuando no entendía las clase o simplemente porque Eleonor quería hacerlo para así ser aceptada entre su grupo de amigas, Aron al recordar como esa pequeña niña de rizos dorados se aprovechaba de la inocencia de su hermana decidió borrar el mensaje sin siquiera mirarlo, la despreciaba y el ver su nombre en el correo electrónico que compartían lo asqueava.

- ¿Quién era?. – pregunto Eleonor desde su cama, desde donde estaba no podía mirar los mensajes en la pantalla –

- Basura cibernética. – contesto sin más –

Sabía que si le decía la verdad se volvería loca intentando recuperar el mensaje y se pelearían de nuevo por culpa de ella. No le dio más importancia y se puso a buscar en los cajones de su escritorio el papel donde había anotado el link del sitio web donde subían sus tareas.

Cuando abrió la página un anuncio llamo su atención, era un folleto informativo sobre covid-19, en él se podía leer que era el virus, los síntomas y al final un número al cual llamar por si se tenía la mínima sospecha de tener el virus.

Aron se puso a leer en voz alta cada párrafo escrito en el folleto, Eleonor no entendía porque lo hacia si no habían salido al exterior desde que todo inicio pero pronto los recuerdos de su fuga nocturna regresaron a su mente, lo había olvidado.

- Tenemos síntomas. – susurro Aron con la impresión plasmada en su rostro –

- No tenemos fiebre. – contraataco la pequeña negándose a ser una infectada –

Eleonor se dirigió hacia su hermano mientras el giraba en la silla de ruedas para estar frente a ella, sus ojos estaban clavados en los del otro, su mente estaba en blanco y no sabían que hacer.

Se miraron con un poco de miedo y levantando sus manitas, tocaron la frente del otro, al tiempo que las pusieron las apartaron mientras sacudían sus palmas, en efecto tenían fiebre y estaban hirviendo en ella.

- Estefany nos matara. – jadeo el pequeño mientras se reclinaba en el asiento –

- Debemos de llamar a ese número, no podemos arriesgarnos a algo más. – Eleonor intentaba retener sus lágrimas pero no podía, la tristeza y el miedo de morir la invadía –

- No debemos alterarnos, eso no nos ayudara, hagamos primero la tarea y después llamaremos al número que viene en el folleto con el teléfono de la sala – cometo el pequeño con un nudo en la garganta –

- Debimos ser más listos, no debimos salir, ahora estamos enfermos y podemos morir – Eleonor aguantaba lo más que podía las lágrimas que amenazaban con desbordarse en su rostro –

TWINSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora