El antiguo Dios feo.

Capítulo 4. Decepción.

───────Dos días después.───────

Hefesto había pasado su tiempo turisteando por la ciudad, cuando pensó que Atena ya había aprendido la matemática avanzada... lo cual realmente solo era suma, resta, multiplicación y división.

Obviamente, no sin antes enseñarle los números y nombres.

Hefesto llegó al templo de Atena y llamó a la Diosa, la cual, se veía como si no hubiera dormido nada. Ella se acercó a su hermano. "Donde conseguiste este artefacto".

"¿Perdona?".

"Es increible, tanta información en un pequeño objeto".

"¿Informa...?". Hefesto de repente se dio cuenta. "¡¿Revisaste toda la información?!".

"Hm". Atena asintió.

"¿Porque lo hiciste?, el trato solo abarcaba las matemáticas, no lo demás".

"¿Eso importa? Este objeto contiene mucha información sobre cosas que no se... celulas, partículas... es increíble". Atena habló extasiada.

"Bien, esto ya se salió de las manos. Hermana, dame la tablet". Atena no sabía que era una Tablet, pero a ella no le costó mucho averiguar que Hefesto hablaba del pequeño dispositivo.

"No".

"Atena, esto no es un juego, devuelveme mi Tablet". Ordenó Hefesto, pero su Hermana seguía siendo Obstinada sobre el asunto.

"Hermana, dame mi Tablet o luchare contigo para recuperarla. Tus Atenienses se veran en vueltos y moriran... tu no quieres eso ¿Verdad?".

Atena miró a las personas detrás de Hefesto, para luego mirar la Tablet.

"La información es más importante". Dijo.

Hefesto casi deja caer el cigarrillo al escuchar a su hermana. "je... je". Hefesto comenzó a reírse. De repente paró y miró a su hermana. "Y hasta ahí llegó la Diosa razonable justa que creía". Dijo, para luego chasquear los dedos. "Bien, puedes quedarte con ella, pero tomaré mi parte del trato". Hefesto se dio la vuelta y se fue con las manos en los bolsillos.

Atena no supo por qué del cambio de actitud de Hefesto.

Pero ella no tuvo tiempo que perder divagando, ella tiene que volver a sus aposentos y seguir investigando.

Al entrar, ella se acuesta en su cama y enciende la Tablet.

"¿Heh?". Atena volvió a presionar el botón de la Tablet, pero no encendia por qué no funcionaba. "¿Por que no funcion-?". Atena recordó el chasquido que su hermano Hefesto hizo antes de irse. "¡Hefestoooo!". Grito enojada.

La Diosa volvería a su ciudad para ver si encontraba a Hefesto o los que se fueron con él, pero ella llego tarde.

Enojada y frustrada, Atena regresa al Olimpo.

───────Salto de Tiempo.───────

Después de haber freído algunas cosas importantes, como la memoria madre y la RAM, claro, de camino la batería. Hefesto salió y compró algunos esclavos adultos, hombres y mujer indiscriminadamente, para que su ciudad no éste repleta de niños y adolescentes.

Cuando llegaron a cierta distancia de Atenas, Hefesto entró a su 'Pueblo' a su ciudad.

Después de alejarse un poco, Hefesto también entró.

Todos excepto el mismo Hefesto estaban sorprendidos.

Hefesto no perdió tiempo y les dejó a uno de sus robot avanzados para que les explicara lo que tenían que hacer o aprender en la ciudad.

"(Cierto... tengo que ponerle nombre a la ciudad)". Hefesto lo pensó un rato, pero después decidió dejarlo para después. Toda su atención ésta en cómo estos Ex-Atenienses aprenden sobre la cultura moderna, el conocimiento y las costumbres civilizada. Además de como pensara en mantenerlos.

Aunque viene la cosa más dura... la economía... las monedas ya existen, por lo que su gente deberá buscar que comerciar con otras ciudades y pueblos.

"(Será comida, dulces y ropa o algo así...)". Pensó Hefesto, soltando un suspiro.

Solo comenzó y ya se dió cuenta de que mantener su ciudad con personas no sería tan fáciles.

Los Bot, designaron casas a cada persona que quería vivir solo y así.

───────Mientras tanto... en el Olimpo.───────

En su trono, el padre de todo, Zeus, golpeaba rítmicamente su dedo mientras escuchaba la explicación de Atena sobre su Hijo perdido, Hefesto.

"Dijiste que vino hace 3 días, ¿no? ¿qué estuviste haciendo que te hizo no contarme nada hasta ahora?". Preguntó Zeus.

Atena Frunció el ceño, realmente no había pensado sobre cómo contarle a su padre sobre eso. "Hice un trato con Hefesto".

Zeus alzó una ceja interesado. "¿Oh? ¿que trato te hizo Hefesto para que no vinieras a decirme nada?".

"Conocimiento".

Zeus se rió.

"Entonces lo que te enseñó fue lo suficiente bueno para que no me dijeras".

"Yo...". Atena se sonrojo. "Quería aprender tanto todo el conocimiento de la Tablet que lo había olvidado".

"¿Tablet?". Preguntó Zeus. El concepto no se le hacía familiar.

Atena le mostró la Tablet y le explicó sobre su pobre conocimiento sobre ella. "Hubiera podido mostrártela si Hefesto no le hubiese hecho nada".

Zeus extendió la mano y Atena le entregó la Tablet.

Zeus miró el objeto. "Al parecer, Hefesto daño su 'Tablet' con tal que tu no la tengas... si pudo deshacerse de algo tan valioso como dices... tal vez tenga más". Explicó Zeus. Con su poder, fue fácil ver el daño que Hefesto le ocasionó al objeto.

Atena abrió los ojos. Todo era tan claro ahora... nadie destruiría o abandonarían una fuente de información tan conveniente así por así. "(Se burló de mí)". Pensó Atena, furiosa.

Ella apretó los dientes y se dispuso a buscar a su hermano de verdad, esta vez lo dará todo para encontrarlo y exponerlo ante su padre.

Después de terminar, Atena vuelve a su asiento correspondiente.

"(Así que todo este tiempo estuviste construyendo una ciudad... interesante)". Pensó Zeus. Con lo poco que escucho de Atena y la expresión en su rostro al hablar de ello... seguramente la ciudad de Hefesto será interesante de ver. Principalmente porque nadie sabe su paradero exacto.

"(Así que Hefesto ha comenzado a resaltar... si lo encuentro podré chantajearlo o... entregarlo por una recompensa)". Pensó Afrodita, viendo cómo Hera bestia uno de sus antiguos atuendos.

La reunion en el Olimpo se baso en Atena en enseñando lo util que son las matemáticas que pudo aprender de la Tablet a los otros Dioses, principalmente a su padre.

Fín del Capítulo 4.

NOTA: Hola chicos, quiero que elijan el nombre de la ciudad de Hefesto, realmente no se me ocurre uno bueno.