Extra 1: ¿Quieres ser mi novio?

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— ¿Porqué me miras tanto? —pregunte un viernes por la noche a mi tutor, él cual había pasado más de la mitad de la cena con la mirada fija en mis movimientos.

— Estás cambiando —masculló más para si que mi

Me detuve a medio camino dejando en el aire el tenedor rebosante de chilaquiles. Miro a James debatiendo entre decirle lo que le me está pasando o simplemente pasar de la pregunta y volver a mi cena.

— Supongo que es parte de la pubertad, estoy creciendo y por eso estoy así —supe al instante que de lo dicho, el mayor no me compro ni media oración.

El sonido de los cubiertos chocando contra la cerámica me hacen suspirar, viendo como los ojos interrogantes de mi mayor me examinan buscando una respuesta.

— Aristóteles —joder que vergüenza. Dejé mi cena de lado.

— ¿Él niño que te gusta? —asintió— ¿Qué pasa con él?.

Dejando también su cena de lado, apoyo los codos en la mesa dejando su rostro en medio de sus manos.

— Querrás decir, ¿qué no pasa con él?... Resulta que no era lo que yo pensaba.

— Osea que... ¿Era mucho peor? —comenzó a indagar el mayor entrando en pánico.

— ¡No! Nada de eso... Es solo que, Aristóteles es ¿diferente?... Aristóteles es más de lo que yo pensaba.

— Por favor dime qué aún eres virgen, Alai López —me sobresalto y dejo caer mi tenedor en el plato.

¡¿Qué demonios?! ¡Porque carajo me estoy sonrojando!

— ¡Vete a la mierda! —me he ganado un buen sopla mocos genial.

— ¡Cuida esa lengua mocosa y contéstame!

Dios, me pasó las manos por el rostro y me cruzo de brazos exasperada. ¿Porqué este hombre arma alboroto por todo?

— ¡Ni siquiera somos novios!

— Eso no importa, los jóvenes de hoy en día no necesitan títulos para andar de calientes.

— Eres un... —el sujeto contrario levanta un dedo acusatorio.

— ¡Esa boca! Contéstame.

— Me gusta ¿feliz? —espero una reacción de su parte pero en definitiva no espero que tome su móvil y comienze a marcar a sabrá Dios quién—. ¿Qué estás haciendo?

— Hablare con el doctor Juárez, me estás preocupando.

— ¿De verdad crees que estoy enloqueciendo porque me gusta alguien?

— Oh claro que lo creo. Tu no eres precisamente normal... ¡Daniel! Soy James si hablaba para pedir una cita...

No hace falta decir que solo me estaba tomando el pelo. Después de todo que puedo esperar de la persona que me deja mirar películas hasta las tres de la mañana y me compra dulces que tengo prohibido consumir por exceso de azúcar. Sip, James y yo somos prácticamente iguales.

[...]

Una vez más Andrés se preguntaba que estaba haciendo ahí. Ver a su mejor amigo caminar de un lado al otro y tener delante suyo una gran pizarra con fotos de diferentes sitios y exceso del color rojo y taches no era su definición de un divertido sábado en la noche.

No es como si esperara que tomaran hasta la inconsciencia y enrollarse con alguien, pero él esperaba ir a una pizzería y tomar un Sprite.

— ¿Y? ¿Qué opinas de esto? —como lo hacía desde hace dos horas en las que el rizado lanzaba al aire ideas y él le decía lo triviadas que eran, esa idea fue nuevamente desechada— Me rindo.

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⏰ Última actualización: Apr 09, 2020 ⏰

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