Capítulo 2.

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Puede ver con toda claridad el cuerpo desnudo del ojiverde y le apena, porque es demasiado bonito.

La luz de lamparita de noche es tan cálida y tenue, pero aún así está seguro que sus mejillas son tan rojas que el chico lo ha notado también.

Él sube a horcajadas sobre su cuerpo y le acaricia.

Pero se siente mal, porque ya no sonríe. Eso es lo que le encanta de él, pero ahora simplemente no tiene expresión, simplemente tiene el rostro apagado.

Siente sus labios en su abdomen y un cosquilleo recorre su cuerpo. Jamás lo ha sentido.

Los besos húmedos van descendiendo lentamente y siente como tira de las prendas que cubren su parte baja, dejándolo al descubierto y jadea por la sorpresa, apretando las sábanas con sus puños.

¿Qué hace el niño bonito?

Su pene es envuelto por una de las manos del chico y lo mira, entonces nota que sus bellos ojos también están concentrados en él, y realmente se sorprende cuando siente su lengua pasearse desde sus bolas hasta la punta de su miembro.

No sabe por qué se siente así, pero duele, y quiere más de aquello.

La boca del chico engulle por completo su pene y puede sentir como se desliza en el interior de ella. Sus ojos se aprietan y suelta un gruñido.

Es la sensación más placentera que hasta el momento ha tenido, y está casi seguro que no habrá otra mejor.

Pero aún no entiende por qué se siente tan bien, si está completamente asustado. La boca se usa para comer, pero aquella parte de su cuerpo no es un alimento.

¡¿O sí?!

De cualquier forma, no quiere que le dejen sin esa parte y sin ninguna otra.

Ve como su pene sale y desaparece en la boca del ojiverde y nota que él también lo disfruta. Puede ver que con la mano que no está en sus bolas, se está acariciando él mismo, y eso aumenta el calor de su rostro.

Segundos después, comienza a temblar y el chico se aleja al notarlo.

No necesita y no quiere que termine tan pronto.

Sube a su regazo y sonríe, pero aquella no es una sonrisa dulce de las que le encantan, sino una muy extraña. Sus pestañas se menean en un rápido vaivén mientras se muerde el labio, y Christopher sólo puede pensar en lo lindos que son sus ojos.

La mano del chico vuelve a su pene, y sabe que se ha equivocado antes con lo de la mejor sensación, cuando la cabeza de su miembro comienza a adentrarse en el ojiverde.

Sus labios se entreabren, con cada milímetro que avanza en el interior del chico la fuerza de sus gemido aumentan.

Erick simplemente se siente genial, está tan lleno como hace bastante no se sentía, y realmente lo agradece.

El castaño es guapo ante sus ojos, y su cuerpo es de admirar. Realmente es muy su tipo.

Sabe que él no hará nada por su cuenta, porque ha notado que no sabe cómo hacerlo y, por lo que tiene entendido gracias a su historial, aún era virgen.

Además, ya se ha dado cuenta que le da mucha vergüenza, y le parece tierno que alguien mayor que él sea así.

Comienza a moverse de forma circular sobre él cuando ha llegado completamente adentro, y gime, porque le gusta sentirse así.

Toma sus manos y las lleva a su cintura, moviéndolas lentamente sobre ella para mostrarle lo que debe hacer. El castaño parece entender y cuando lo suelta, él sigue acariciando, sólo en ese punto.

Latidos acelerados || Chriserick.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora