La madrugada les ha llegado y ellos ni siquiera se han dado cuenta.
Erick tiembla debajo del cuerpo del mayor, que tiene las manos a cada lado de su delgado cuerpo mientras se empuja repetidas veces, golpeando con fuerza en el interior del chico.
Un par de lágrimas resbalan por las sienes del ojiverde, porque disfruta demasiado la forma en la que el pene del chico se amolda a su interior cada vez que se contrae.
Le ha hecho tener múltiples orgasmos durante toda la noche y lo agradece, aunque ya ha notado que no el Chris de trece años, pero más que miedo, siente gusto de tenerlo ahí.
Le encata la manera en que lo folla.
Se muerde los labios para no gritar cuando está por terminar una vez más y su espalda se arquea. Sus manos se empuñan, haciendo que las palmas de ellas comiencen a verse rojas por la presión de sus uñas.
Christopher aumenta en rítmo de sus embestidas y lleva sus manos a las del menor, haciendo que las abra, y entonces entrelaza sus dedos.
El ojiverde gira el rostro para ver aquel agarre y sonríe, porque no sólo en lo sexual se adaptan, sino que también sus manos y labios, e incluso sus miradas parecen encajar a la perfección.
Mira al castaño y nota que este también sonríe, mirándolo con atención.
Aprieta con más fuerza sus manos y el castaño lo besa de forma un tanto posesiva, dejando que los gemidos del otro se ahoguen sobre su boca cuando termina en él, y al poco tiempo, su estómago su estómago se siente más caliente de lo que estaba, así que se deja caer sobre él sin soltar sus manos.
Christopher está bajando al puesto tres, porque le gusta lo que hace en la cama y lo romántico que suele ser aún cuando en lo que están haciendo no hay forma de serlo.
Con la respiración agitada, Erick no deja de besarlo, porque le gusta tener sus labios juntos.Le gusta que él esté ahí.
De cualquier manera.
Ahora ya está seguro que debe encontrar alguna forma de mencionarle su nombre o algo, porque si no, no sabrá como llamarle.
Normalmente, Christopher sólo tiene aquella personalidad madura un par de veces por trimestre, pero él no lo sabe y Joel sólo sabe que ha tenido una, por lo tanto, ninguno se dará cuenta que algo va diferente.
Ha tenido tres cambios a su personalidad adulta en sólo una semana, y todo gracias a Erick.
El ojiverde suspira cuando el chico se retira de su interior y, antes de que se aleje lo toma por las mejillas.
—Chris, ¿por qué me llamas ojos si me puedes decir simplemente Erick?
El castaño sonríe, porque había estado esperando recibir de alguna forma su nombre, y ya estaba pensando realmente preguntarle aunque el chico se indignara.
—Tus ojos son bonitos.
—¿Pero acaso no tengo otras cosas bonitas? —ahora está feliz, quiere saber cómo es él como adulto— Además, te gusta recordarme lo enano que soy a tu lado, ¿por qué no decirme algo de eso?
—No, no, ojos es mejor —admite besando un par de veces sus labios—. Además, eres hermoso completo pero, creo que no hay mejor apodo que ese.
Erick sonríe.
Le gusta su voz en ese momento, es muy dulce pero varonil, bastante muy bien para su carita de bebé pero sexy.
Se muerde el labio y, al soltar su rostro se apura a colgarse de su cuello, para tirar de él y poder besarlo de nuevo.
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Latidos acelerados || Chriserick.
FanfictionChristopher está enamorado del chico que, a través del visor de su habitación ve sirviendo a los internos, diariamente con una sonrisa. Quizá lo ama más de lo que cualquiera podría imaginar, y aún ni siquiera se conocen.