IV- Respeta a la joven, Caspian

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Cuando termine de bañarme me acerque al espejo del baño y comencé a vestirme. La mamá de Caspian me había dado un sweatpants gris y una franela de tiras del mismo color, junto con unas botas militares. Salí del baño y me mire al espejo, el sweatpants me quedaba algo grande pero lo demás me quedaba perfecto.

Estuve a punto de abrir la puerta pero me detuve, necesito pensar con claridad y calmarme antes de salir. Si Caspian tenía razón, yo no estaba en peligro y podía dejar de luchar por todo pero ¿cómo puedes hacer eso cuando es lo único que sabes hacer? Nunca he sentido calma o tranquilidad, siempre he tenido que pelear para conseguir las cosas y ahora no se como actuar. No se hacer nada más que sobrevivir.

— Relájate, no veas demonios donde no los hay– me recordé.

Tome una respiración profunda y abrí la puerta, la habitación era la última del pasillo. Atravesé el pasillo, la casa es rústica y hermosa. Contemple la hermosa sala frente a mi, marrón y verde eran los colores que resaltaban.

— Me alegra que hayas salido– brinque del susto. Mire a la persona frente a mi, es el hombre que estaba con mi hermana– Perdóneme, no quise asustarla.

El hombre es guapo, cabello oscuro con rizos deshechos, ojos azules y su piel blanca. Debe ser el papá de Caspian, no pude evitar recordar a mi papá y comparar a este hombre con mi papá sería un insulto pero hubiera deseado que mi papá fuera así, recordé cómo este hombre sin conocer a Alizah jugaba con ella como si la conociera de toda la vida, mi papá nunca había jugado con ella y menos conmigo. No se cuando tiempo me tarde en observarlo pero parece que fue bastante porque levanto su ceja y soltó una risa.

— ¿Estás bien niña?– pregunto, se acercó a mi y por instinto me alejé

Me miro con curiosidad y en ese momento llego una mujer, creo que la mamá de Caspian. La mamá no se queda atrás es hermosa y joven, sus grandes ojos cafés combinan con su piel morena pero lo que más destaca es su largo cabello negro. Los papás de Caspian son una belleza y esos genes se los pasaron al hijo por lo que veo. Caspian es una maravillosa mezcla de ambos, los ojos de la mamá y el cabello del papá.

— Querido no incomodes a la invitada– lo reprocho, me examinó– Me alegra que te quedara bien la ropa, ya está listo el almuerzo.

Le dio un beso en la mejilla y se fue.

— ¿Vienes?- me pregunto. Asentí– Mi hijo está deslumbrado contigo, no debería decirte esto porque era un secreto de padre e hijo pero cuando te trajo desmayada, él estaba muy preocupado por ti niña.

Lo mire, me sonrió cálidamente. No pude responderle porque un perro se trepó encima de mi, casi me caigo de espaldas si no fuera por el papá de Caspian quien me sujeto.

Joder, este perro es enorme.

— Foresta, déjala en paz– lo regaño el papá de Caspian. El perro salió corriendo– Ven, comemos afuera.

Lo seguí hasta la parte de atrás de la casa, el viento golpeó mi cara y no pude evitar cerrar los ojos ante la delicia de sentir aire puro.

— Am– gritaron. Abrí los ojos y vi a mi hermana sentada en la mesa junto a Caspian y su mamá, se levantó de la silla y corrió donde mi.

— Alizah– se tiró sobre mi, un quejido se escapó de mis labios pero no me importó. Me agache hasta quedar a su altura y la abrace– Te extrañe.

Se separó de mi y sujeto mi cara.

— Yo también te extrañe. Ven– me jalo hasta la mesa, todos nos estaban mirando– La señora Fox me estaba contando sobre la vida en el bosque y lo increíble que es.

Atrapada en mi menteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora