XI- Fox

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Corrí, como siempre lo hecho. He vivido toda mi vida envuelta en dolor, preocupación y ansiedad, me he odiado y amado. No se vivir, solo se sobrevivir. Amar no se me da bien y menos poner a alguien por encima de mi, pero lo hice porque me enamoré.

¿Por que todo lo que uno ama tiene que morir?

Muerte, esa es otra cosa con la que he estado tan familiarizada. Ya no significa nada, es solo una palabra que viene acompañada con desgracias. La muerte y la vida están de la mano, como la luna y el sol, la luz y la oscuridad, como Amirah y Alizah.

Eran una, estan unidad por algo más fuerte que ellas mismas. Una de las dos falla si la otra no está, a la oscuridad ahora le falta su luz. Ahora solo hay muerte, oscuridad y una luna cegada por la ira.

¿Qué pasaría si una bomba de esa magnitud explota?

Ella está muerta. Pero una parte de ella sigue aquí, la peor parte.

— Amirah– me grito Caspian– Reacciona, más hombres van a venir. Debemos irnos

Mire su cuerpo aún en el lago, ninguno de los dos tuvo fuerzas de sacarla.

— No– intenté caminar hacia el lago pero me detuvo, me solté de su agarre– No me toques. Debo sacarla

Intento sujetarme otra vez pero lo empuje.

— No te atrevas a detenerme– grite– Es mi hermana.

Sujeto mi rostro y pegó su frente a la mía, suspiró.

— Amirah debemos irnos, ya no es seguro aquí. Ella ya no está y lo que ella hubiera querido es que tú estuvieras bien– susurro.

Lo mire a los ojos, yo no siento nada.

— Tú no sabes lo que ella hubiera querido– escupí, camine hasta el lago y esta vez no me detuvo– Vete Caspian, tu familia es más importante. Debes ir por ellos e irse lejos.

El agua toco mis piernas, camine sin detenerme hasta llegar a su cuerpo. Lo cargue con cuidado hasta un árbol y me senté con ella recostando su cabeza en mis piernas.

— Tu eres mi familia Amirah– susurro, se agacho frente a mi– Ambas son mi familia. Debo protegerlas.

No lo mire, aparte largos mechones de la cara de mi hermana.

— No lo hiciste bien– gruñí, necesito que se vaya– Vete Caspian, busca a tu familia y olvídense de nosotras.

Seguí mirando a mi hermana, sus labios están pálidos y esta fría. Un nudo se formó en mi garganta, mis ojos se llenaron de lágrimas pero no me perdí derramar ninguna... no frente a Caspian.

— Tienes razón, no las cuide como debía– trato de tocarme la cara pero me aparte– No puedo abandonarte... Te amo

Lo mire, lágrimas corrían por su rostro. Necesito que pelee, que sea fuerte y se que no debe ser fácil para él. Al final de cuentas ha vivido toda su vida en paz, salvo por lo qué pasó con su hermana, sin embargo esta lucha constante y la supervivencia no es algo normal para él.

— Caspian, necesito que lo hagas. Ve por tus padres y llévatelos– limpie sus lágrimas– Tienes que dejarme ir, por tu bien y por el de tu familia. Y si todo sale bien te voy a encontrar otra vez.

Se acercó a mi y lo dejé, me beso. Fue un corto beso pero muy emotivo. Sin nada más que decir se levantó mirándonos por última vez para irse corriendo por su familia. Lágrimas corrían por mi rostro, me permití sollozar mientras abrazaba el cuerpo inmóvil de mi hermana.

Pasaron unos cuentos minutos cuando escuché voces, debía irme. Mire por última vez a Alizah dándole un pequeño beso de despedida en la frente acostándola en el suelo junto al árbol, Caspian me dejo un arma.

La agarre para luego pero unos quejidos me detuvieron.

El hombre del disparo.

Con el arma en la mano lo apunte en la cabeza, me miro asustado.

—No lo hagas– imploró– Te puedo servir... les puedo dar un mensaje por ti.

Levante una ceja mirándolo desde arriba, está llorando. Mire hacia el árbol en donde está mi hermana, él hizo esto.

— Yo no la mate... Fue Joy. La joven no le quiso dar la información que necesitaba y la ahogó– confesó– yo trataba de sacarla, te juro que no la mate. Por favor no lo hagas, tengo hijas. Solo vine porque me ofrecieron dinero.

¿Joy? Ese Joy. Mierda, maldita Elle.

— ¿Que estan buscando?

— A Fox

— ¿Por qué?– mire alrededor, del otro lado del lago vi a un grupo de 4 hombres caminando hacia acá. Aún no nos habían visto, me agaché para estar a la par de él.

—  Llevan años en esta búsqueda, pero este bosque es demasiado grande. Hasta que Joe y su esposa reunieron a un grupo de hombres y les dijo que podían encontrar a Fox y reclamar el dinero.

¿Por que buscan a los Fox? Se supone que ellos viven en el bosque desde hace años y Francesco siempre va al pueblo.

— ¿Por que los están buscando? Son una familia normal– le expliqué, mire hacia el grupo de hombres y aún están algo lejos pero no lo suficiente. Necesito irme.

El hombre me miro confundido.

— No buscan a la familia, solo buscan a Fox– me corrigió– ¿Acaso no estas escuchando?

Ok, no entiendo.

— Explícate mejor entonces– gruñi, lo apunte en la cíen– No estes dando tiempo para que te encuentren. Habla

Trago saliva.

— Buscan a Isabella, mejor conocida como Fox. Fue una meretriz muy conocida hace años atrás, todos querían acostarse con ella. Pasaron varios años y ella se enamoró de un extranjero, un italiano... Dejó de lado esa vida galante pero ella no trabajaba sola según me contaron... había hecho una especie de trato con un hombre rico o algo así... nadie sabe que fue lo qué pasó después pero lo encontraron muerto en la casa de Fox junto con su hermana.

¿Isabella mato a alguien? Esa dulce mujer que nos hacía leer libros y nos daba de comer cada día, la que nos enseñó tantas cosas. Ella mato a dos personas... aunque yo tampoco puedo juzgarla.

— ¿Que pasó después?– le pregunté atónita.

Se la respuesta pero necesitaba oírla de su boca, siento que estuve viviendo en una mentira.

— Ella escapó con el extranjero a este bosque, nadie nunca la encontró. A los muertos los enterraron tiempo después, fue una pena para todo el pueblo. La hermana era una hermosa mujer, Amelia no merecía morir así.

¿Amelia? El corazón se me detuvo. Ya nada me importo, ni los hombres a metros de mi, ni el cuerpo de mi hermana... No me importaba nada

— Amelia, ¿que?– le pregunté, la voz me salió débil.

— Amelia Bell– contestó confundido– Espera... tú eres la chica perdida ¿no?. Amirah Bell, debe ser una mierda proteger a la mujer que mató a tu madre. Déjame decirte algo pequeña, te arriesgas por nada.

Lágrimas corrían por mi rostro, mi mente se nubló y lo único que podía pensar era en la cara de Isabella, en mi pasado. Perdí a mi mamá por culpa de Isabella, eso es lo único que se repite en mi cabeza. Los gritos de los hombres me sacaron de mis pensamientos, ya me vieron.

— Debes entre...– le dispare en la cabeza.

Me limpié las lágrimas y corrí, los hombres no me disparan pero los escucho correr detrás de mi. Y la diferencia entre ellos y yo, es que yo conozco este bosque y lo más importante, se donde está Isabella.

Las reglas del bosque cambiaron...

Atrapada en mi menteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora