En una tierra distinta.

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La áspera lengua húmeda que recorría su rostro, el aroma fresco a granada y el ronroneo fue lo que detonaron el despertar de Levi. Sus curiosos ojos un tanto soñolientos se abrían observando desubicado a su alrededor, pero reconociendo un rostro familiar.

-Osiris, niño lindo-Su fiel gatito de marrón pelaje estaba sobre su regazo.

-Meow-Ronroneándole y animándolo a ponerse de pie.

Noto pues que yacían sobre su regazo los otros dos felinos los cuales al sentir como su dueño despertaba, se enderezaron yendo hasta él para amasarlo.

-Creo que he dormido mucho y no tengo idea de dónde estoy ¿Será que ya morí?-Levi alzo las sabanas de seda fina, usaba un camisón de tono azul cielo muy fresco.

Descalzo camino hasta la ventana, sus gatitos estaban sobre la cama mirándolo con ojos curiosos.

Afuera el clima era cálido, las palmas datileras se apreciaban desde donde estaba así como algunas personas que recogían los dátiles los cuales lanzaban al suelo y caían en redes especiales.

Dirigió su mirada hacia otro lado y allí observo una gran fuente en la que se notaban tres esculturas labradas en oro rosa con piedras preciosas incrustadas.

-Si esto no es la muerte, entonces debe ser parte de un sueño extraño-Levi miro su cuerpo, demasiado recuperado para ser el de una persona con poco tiempo de vida.

Escucho sonidos al fondo y se inclinó un poco para ver maravillado a los hombres que bailaban de forma magistral, alzando velos de colores variados y eso lo ánimo mucho.

Hace tiempo que no veía algo tan interesante, entonces se giró para ver la habitación en la que noto algunas cosas que no eran propias de su tierra natal.

Los gatitos lo siguieron al verlo entrar al baño-¡Oh! Esto es del tamaño de mi departamento.

Era enorme, una gran piscina se apreciaba en medio de aquel baño donde predominaba plantas de hojas verdes y esculturas de diferentes animales mitológicos.

Levi se agacho para verificar la temperatura del agua, era la ideal. Observo que se hallaba una habitación pequeña y hasta allí se dirigió, justo en esa zona estaban algunas prendas de vestir que curiosamente eran de su talla.

-Esta tela es muy fina. Ni mi abuelo tiene este tipo de lujos en su hogar y eso que es el rey-Sorprendido por los detalles que en las túnicas estaban bordados.

Hilos de oro con diamantes pequeños formando patrones similares a flores de loto, el aroma de esa ropa era delicioso y Levi se quedó fascinado.

No le gustaba ser una persona aprovechada, pero suponía que estaba soñando algo muy vivido por lo que simplemente fue hasta la piscina y allí dejo la ropa que lo cubría notando que no estaba usando ropa interior.

-Sueño loco-Él no era de las personas que se desprendían tan fácilmente de su ropa interior.

Metió su pie derecho y al sentir el agua en su piel, sonrió. Deslizándose lento para entrar por completo dentro del agua sintiendo el aroma de las sales minerales.

Recargo su espalda en el borde y ladeo su cabeza hacia atrás. Era tan maravilloso ese sueño que deseaba no despertar por un tiempo.

Hasta que sus dedos se arrugaron fue cuando decidió salir y en vista de que era un sueño y nadie lo rodeaba, salió de la piscina y desnudo se fue hasta la habitación adjunta en donde tomo una toalla de fina tela para secar su cuerpo.

-No hay ni un solo moretón y me veo un poco más gordo-Deslizaba con suavidad aquella toalla.

Las lociones que se apreciaban eran de aromas variados, pero a él le atajo la mirada una que estaba con olor a kiwi y manzana verde.

"Ojos de gato"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora