Henry
Hoy es el primer día que asisto a la nueva universidad y, la verdad estoy bastante nervioso. No sé cómo vaya a ser recibido en ese lugar, literalmente seré el nuevo, estoy asustado. ¿Alguien de casualidad sabe que si sucede algo a los nuevos estudiantes?, necesito saberlo antes de llegar ahí, no quiero que vuelva a pasar lo que ocurrió en la preparatoria.
Fue una excelente bienvenida la que me dieron mis compañeros de aula, en ningún momento espere que me recibirían con un bote de pintura rosa en la cabeza. Sí, me derramaron pintura en la cabeza y para colmo, rosa. No es que no me guste el color, es simplemente que es un tanto afeminado, o eso dicen mis padres. Aun no puedo creer que me regañaron por llegar con el cabello rosado, cuando no fue mi culpa que eso pasara. Incluso me llamaron maricón, pero y da igual.
Entrar a esta universidad, de cierta forma es muy importante para mis padres, porque a como recuerdo me dijeron 'es de las únicas universidades que te pueden dar el mejor futuro, no desaproveches la oportunidad con cosas insignificantes'. Debo admitir que mis padres son demasiados estrictos con todo, pero no es como si pudiera hacer algo para evitarlo o escapar de ello.
Así que debería dejar de quejarme y seguir preparándome para ir a la universidad, no tardando mi madre llamara para que baje al comedor.
– ¡Henry! ¡Baja ya! ¡El desayuno se enfría! – y ahí estaba
– ¡Ya voy! – respondí, aunque es obvio que no me oyó – por favor, que me de uno de sus sermones, por favor que no me de uno de sus sermones.
Salí de mi habitación con mi mochila en la espalda y, mientras bajaba por la escalera, pedía a los dioses que por favor se apiadarán de mí. No quería que mi madre me volviera a repetir uno de sus tantos sermones, literalmente siempre son los mismos, ya hasta me los sabía de memoria. "Cuidado con los que te ofrezcan algo extraño", "no te acerques a desconocidos", "se el mejor de tus clases", entre otras cosas. Sinceramente ya no es necesario que me las repitas siempre.
– Hasta que bajas, ya te iba a ir a buscar.
– Ya estoy aquí mamá- respondí sentándome en una de las tantas sillas del comedor
– Bien, te traeré el desayuno – se fue a la cocina luego de eso
En el momento en que se fue, tomé mi teléfono para checar los mensajes que, en la mañana, ya no me dio tiempo a revisar
Teuk hyung (5)
Bebé hámster...Baekkie (7)
Hey Hen...Minnie (3)
Hola Henry...Papá (2)
Hijo disculpa....– Henry podrías dejar esa cosa por un momento – me sorprendió la voz de mi madre que había vuelto al comedor
– Mamá apenas y lo agarré – tuve que guardar mi teléfono, luego veré los mensajes
– Si claro, te lo voy a quitar algún día – colocó el desayuno frente a mi
– Esta bien – preferí no discutir más y solo comencé a comer las tostadas con mermelada
Admito que hay veces en las que mi madre me cansa, pero al fin y al cabo es mi madre y no puedo odiarla. Siempre y cuando no me haga enojar mucho como hace algunos meses. No importa, eso ya quedo en el pasado, así que, olvidándome de eso, termine por acabar de desayunar y para mi suerte, sin ningún sermón de por medio. Creo que los dioses escucharon mis plegarias
– Henry, ya sabes lo que debes de hacer hoy – mencionó tomando asiento enfrente de mí
No escucharon mis plegarias – Si mamá.
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𝕌𝕟𝕠 ℙ𝕒𝕣𝕒 𝔼𝕝 𝕆𝕥𝕣𝕠 [𝐒𝐮𝐩𝐞𝐫 𝐉𝐮𝐧𝐢𝐨𝐫]
Fanfiction⇒ Actualizaciones todos los miércoles o jueves. ¿Quién dijo que enamorarse era sencillo? Nadie les advirtió que, para poder ser felices, tendrían que atravesar muchos inconvenientes, pelear en más de una ocasión y cuestionarse a sí mismos sus propio...