Claridad en la noche

18 1 0
                                    


      Al fin llegó a su destino y se pudo olvidar del ruido y la gente de la gran ciudad. Antes de entrar en aquella pequeña casa alejada de todo, miró al cielo. Se sorprendió: allí no había luces cegadoras, la oscuridad era perfecta y ello permitía admirar el cielo estrellado. Por primera vez se sentía feliz pues la soledad había dejado de oprimirle el pecho y podía respirar con libertad.

MicrorrelatosWhere stories live. Discover now