Su Mejor Actuación (Fanfic Tom Hiddleston )

Capitulo 41

Narra Tom

Quizás fue mi apariencia, o tal vez fueron las lágrimas que no dejaron de salir de mi durante toda la tarde, lo que hizo que Sebastián y Rose no me golpearan esa tarde, o que incluso Rose insistiera en que fuera un par de días después a hablar con Elizabeth - lo que me sorprendió bastante-.

-Lamento que las cosas salieran así. - vuelvo la vista a la pantalla, Benedict luce preocupado.

-Si, bueno... Ya no hay nada que hacer - me quito los zapatos y me lanzo sobre la cama. No quiero echarme a llorar, así que prefiero evitar el tema.

-Lucke dice que no razonas... Y es verdad Tom, te quedaste para solucionarlo, para conocerla y decirle la verdad... y no pudiste. Debes dejarla ir.

-No - me niego - solo debo esperar a que me escuche...

-No lo hará con camarográfos hostigandola. Tienes que decir algo para que las cosas cambien. Lucke va a enloquecer.

-No puedo. Cualquier cosa que diga la afectará. Si digo que todo es cierto lo arruinaré para ella, si de por sí deben estar en su casa y en la universidad, no me imagino si acepto todo. No puedo condenarla aún más...

-¿Y si lo niegas? Tal vez puedas viajar en la madrugada y negarlo todo.

-¿Negar que me enamoré?¿Negar que vine a Colombia detrás de un sueño y que nada salió como esperaba?  - eso no funciona para mi - ¿Huir y que cuando Elizabeth sepa de mi sea porque negué poder sentir cualquier cosa por ella? ¿Podría acaso humillarla más? - niego con la cabeza y veo que me entiende - debo esperar a que ella decida que hacer.

***

Es jueves en la mañana. Rose me ha escrito, dice que Elizabeth está en casa  y entiendo que es una oportunidad única. Estoy sorprendido, pero creo que me tiene lástima y no voy a negarme ante cualquier ayuda. No sé si me escuche pero debo intentarlo.

Evadir a los periodistas me hace consciente de que debo tomar acciones rápido, no puedo permitir que Elizabeth tenga que acostumbrarse a esto como yo.

Subir las escaleras y caminar por el corredor es peor que cuando esperaba ver a Rose, ahora sé con certeza que Lissie está ahí.

Me armo de valor para tocar la puerta. Mi cuerpo entero tiembla y suda. La última vez que la vi me dijo que no quería verme nunca, no fue un día agradable.

Pasos delicados resuenan pausadamente y luego la puerta es abierta abruptamente, sus ojos chocan con los míos y ninguno dice nada. No puedo evitar que mi mirada la repase, sigue viéndose hermosa, sin embargo no puedo evitar la punzada de dolor, creo que ha bajado de peso, hay unas oscuras ojeras al rededor de sus ojos y no hay brillo en ellos como antes. No veo el anhelo pasar por sus ojos como antes cada vez que me veía.

-¿Qué haces aquí? - su voz no demuestra nada, no hay ningún sentimiento alli. Solo sé que no le alegra verme.

-Yo... Quería hablar contigo.

-No tenemos nada de que hablar - empuja la puerta para cerrarla pero pongo mi pie en medio de la rendija antes de quedarme sin nariz.

-Por favor Elizabeth, mereces saber la verdad.

Abre la puerta con resignación.
Me ve como si no se creyera mis palabras e intento no retirar mi mirada de su rostro.

Abre la puerta de nuevo y me observa. Entrecierra sus ojos y repasa mi rostro, luego baja lentamente por mi cuerpo pero no dice nada. Ni su mirada ni su rostro demuestran nada, aun cuando a mi se me revuelve todo con solo ese acto. Se queda callada por lo que parece un eternidad.