capitulo 24

1.7K 58 0
                                    

Cαριтυlσ Vєιnтє&Cυαтяσ

______ ~


Sigo sin creerme la propuesta de Justin, cuando mi madre me ha contado la conversación que han tenido, no he podido creer lo maduro y respetuoso que fue. Y aún mejor, que esta haciendo que mi madre se lo piense seriamente, ¿en serio sus palabras y las mías han afectado tanto en ella como planteárselo? Una pequeña esperanza crece en mí. Y unas ganas tremendas de ir donde Justin y comerlo a besos por esto. No puedo creer que él este dispuesto a estar conmigo hasta tal punto.


Mi madre me mira desde la cocina, donde esta preparando dos bocadillos para nosotras, pues es lo único que queda, se sienta a mi lado y me pasa el trozo más grande, me niego y cojo el más pequeño. Ella me sonríe y acepta, pues somos concientes de que ella ha pasado más hambre que yo en el día, pues mientras yo estaba con Justin en su casa me aseguré de comer bien, y pienso en la mirada divertida de Justin mientras me veía zambullir como cerda.


- ¿De que te ríes?
- De nada- digo sonriendo- cosas…
- ¿Sabes? Lo que dijo él me hizo pensar. ¿En serio he estado tan alejada este tiempo? - yo agacho la cabeza - lo siento, cariño- dice y me abraza fuerte- pero, ¿tu sabes que eres mi bebita, verdad?- dice tierna, yo río y asiento como una niña pequeña
- Yo entiendo que tú necesitabas ese espacio, cada una a llevado el dolor de la pérdida como puede, todo el mundo reacciona de diferentes maneras y la tuya fue no dejar que nadie entre en tu burbuja. 
- Lo siento, amor. Supongo que si, es así. Lo lamento, lo último que quería era herirte, tenías que haberlo hablado conmigo. Siento tanta vergüenza de que me lo haya tenido que decir tu novio. - ella vuelve a abrazarme- ¿Qué te parece si esta noche dormimos juntas? Estaré abrazándote toda la noche, puede que lleguen tarde pero…
- No, tus abrazos no llegan tarde. Aún los quiero- digo y me apoyo en su hombro.


Y aquella noche estuvo conmigo. Acurrucada a mi lado a pesar del calor que hacia, llego un momento en el que la empujaba para separarla de mi, pero ella se negaba a soltarme provocando que me ríe o chillará como una niña pequeña, escuche su risa, como hacia mucho no la escuchaba. Y me alegro tanto, se me escapo una lagrima. Hacia tanto que no estábamos así, que no me había dado cuenta cuanto lo necesitaba.


- No llores, que papa nos esta viendo y no le gustará.
- Lo se, pero es de felicidad, mama. Te extrañe
- Oh, mi niña se pone cursi- dice y reímos- yo también. Y… siento los problemas que llegamos a tener- dice apenada, enseguida recuerdo sus bofetadas
- Esta bien, mama.


Ella vuelve a abrazarme y sin darme cuenta, me quedo dormida sintiendo su olor tan cerca de mi que me hace soñar cuando estábamos los tres.


A la mañana siguiente me despierto por un ruido que viene desde el salón, miro la hora en mi móvil, son las apenas las siete de la mañana. ¿Qué hace mi madre levantada? Desemperezándome me levanto para ver que hace. Cuando llego al salón veo como organiza sus maletas, la miro confusa, ¿Qué haces? Ella al verme me sonríe.


- ¿Te desperté? Mejor, quiero que hagas tus maletas- me dice sonriendo, pero no le devuelvo la sonrisa, ¿hacer mis maletas para qué? - no pongas esa cara de susto. Dúchate y ven a desayunar, hay tostadas y leches. 
- Pero… 
- Haz lo que te digo. Y de paso, llama a tu novio, es muy temprano pero tendrá que venir ¿no?

Y así... el tiburón se enamoro del pecesito 2º temporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora