capitulo 50

1.7K 46 0
                                    

Cαριтυlσ Cincuenta 

_______ ~


Al día siguiente cuando desperté Justin ya no estaba, me pareció raro, pero por lo poco que me quiso comentar anoche, él tiene que hacer varias cosas para salvar nuestro **** de Martín. Así que intento no preocuparme mucho, es lo menos que necesito ahora. Estamos debajo de tanto estrés que ya no se ni que siento o dejo de sentir, que es lo que me preocupa dentro de todo lo que esta pasando en este momento. Sólo espero que sea lo que sea, este bien.


- Hola- cojo el móvil cuando lo escucho sonar
- ¡Hola hija! - me saluda alegre mi madre, hacía días no la escuchaba con ese tono contento- ¿Cómo estas? 
- Bien, mama. Tenía pensando llamarte esta tarde- miento un poco
- Ya si claro- dice bromeando y casi la veo rodar los ojos con humor - ¿Cómo va todo por allí?
- Muy bien, ya lo sabes- le miento un poco- con Justin voy bien, ya sabes, hemos tenido discusiones pero es normal, tú misma me lo dijiste
- Si, lo se. Pero tú sabes si me necesitas…
- Mama, de verdad, estoy bien. ¿Y tu como estas?
- ¡Muy contenta!- exclama- hija, he conseguido un trabajo aquí, después de tanto buscar, pude conseguir algo, trabajaré cuidando a unos niños y tendré un buen sueldo
- Guau, mama me alegro mucho- le digo verdaderamente contenta- ¡era hora! ¡Quiero un móvil nuevo!- bromeo y ella ríe
- Todavía no he cobrado y ya estas pidiendo- bromea- hija… ahora que tengo trabajo, ¿no te gustaría venir?
- No- digo tajante- ahora menos que nunca puedo irme
- ¿Por qué? Cariño…
- Mama, Justin me necesita… y yo a él. Nos queremos y no me quiero alejar de él. 
- Bueno, cariño, ya no insisto más. Sé que él te quiere y cuidará de ti, pero entiende soy tu madre y es normal que te quiera tener bajo mis faldas todo el tiempo- yo suelto una risita
- Lo se… ¿mama?
- Dime cielo
- Cuando saliste embarazada de mi eras muy joven ¿Cómo te sentías?
- Oh estaba tan confundida- dice con un suspiro- pero siempre tu padre y yo tuvimos claro desde el primer momento que te queríamos tener, eras nuestra pequeñina y no podíamos hacer algo tan cruel como eso. Tuvimos miedo pero al final salimos adelante- ella hace una pausa- ¿Por qué preguntas?- yo me quedo callada- ¿______? ¿_____ Jiménez porque me preguntas eso?- dice poniéndose seria, yo suspiro con el labio inferior temblando a punto de llorar
- Por nada, mama. Eres una malpensada- y me doy de golpes yo misma mentalmente por no soltárselo ahora mismo
- Me asustaste- dice y la escucho respirar con alivio
- Mama… debo colgar, hablamos luego ¿te parece?
- Esta bien, cielo. Cuídate, te quiero mucho. 
- Yo a ti también- y cuelo


Me siento en la cama pensativa, esto es tan jodidamente confuso y torturoso. Por más que intento no pensar en ello los pensamientos vienen a mi batallando. No quiero llorar y lo único que deseo es salir de esta de una vez por todas, ¿Cómo le podría decir a mi madre que su hija, de 17 años, en la cual confió esta embarazada? ¿Cómo podría cuidar de yo de un bebe? ¿Criarlo?.


Sacudo la cabeza, lo que necesito es despejarme, así que poniéndome en pie me doy una ducha y después como algo, tengo exactamente diez minutos para encontrarme con las chicas en el centro comercial, así que cogiendo mis cosas salgo en dirección allí en metro. Cuando llego ya estan todas allí fulminándome con la mirada.


- Llegas tarde cómo siempre- me regaña Mónica y yo me hago la inocente
- Venga, que hemos venido para salir de aquí con las manos llenas de ropa, así que manos a la obra- dice emocionada Marta que es la más loca compradora compulsiva

Cuando le conté a Justin en la noche que las chicas querían ir de compras no dudo en darme dinero y aunque me negué en un principio él muy puto tiene poder de convicción, aunque en realidad tampoco me resistí mucho, en todo el verano no he comprado si quiera unas bragas, pero en realidad con todo lo que ha pasado la ropa era lo último en lo que pensaba.


- Al final ha sido buena idea venir de compras- digo sorbiendo mi coca cola y cogiendo el hielo para masticarlo, hace bastante calor
- Si, venir de compras siempre es buena idea- dice queriendo sonar inteligente Mónica
- Ay, sentémonos, estoy cansada- se queja Lorena, que siempre es la más floja a la hora de comprar, yo me río y me siento a su lado comiendo hielo
- ¿Y de donde has sacado el dinero para venir de compras, __*?- me pregunta con naturalidad Marta
- Me lo doy Justin- murmuro- no tuvo que insistir mucho- digo riendo
- Ese chico de verdad esta loco por ti, ¿quién le da dinero a la novia para que se vaya a comprarse unos caprichitos? 
- Desde luego a nosotras no- se queja Lorena en broma- Oye… ¿y que has decidido?


Abro la boca para responder pero interrumpo al escuchar unas risas no muy lejos que reconozco perfectamente bien, las chicas siguen mi mirada y se quedan igual de confusas que yo. ¿Acaso esas son Nikki y Ana? ¿Qué demonios hace Ana con ella cuando sabe lo mala que ha sido Nikki conmigo? ¿Por eso ha pasado tanto de mi en este tiempo? ¿Por qué se ha puesto del lado de esa puta barata? Ellas nos ven y Ana me mira con indiferencia, Nikki se acerca a nosotras seguidas de ellas.


- Pero mira a quien tenemos por aquí- canturrea- ¿os habéis reconciliado ya?
- Nunca nos hemos peleado- dice Lorena
- Oh, eso no es lo que me llego. Según sé, nuestra querida ___* pasaba de vuestro culo ahora que iba de chica guay fumando y drogándose junto a… justamente Ana- dice señalándola


Las chicas me miran confusas, ellas no tenían idea. Pero yo claramente no he vuelto a fumar ni a drogarme después de enterarme del bebe, aunque ganas no me han faltado en algunos momentos.


- Lárgate y deja de hablar tanta mierda, Nikki. 
- ¿Por qué tu me lo dices?- me reta con la mirada y se acerca a mi
- Mira, estoy demasiado tranquila para aguantarte con tu envidia hacia mi. 
- Ay pero no me hagas reír- dice burlona
- Venga, Nikki, pasemos de ella y vámonos- le pide Ana
- No me puedo creer que vayas con esta perra- le digo y ella rueda los ojos- se supone eras mi amiga
- Bueno… la gente cambia
- Si ya veo, es más creo que nunca fuiste mi amiga, ¿Por qué te acercaste a mi?
- Bueno, digamos que como un favor a una verdadera amiga- me dice con burla y mira a Nikki, yo no puedo estar más confusa- solo le hice el favorcito de provocar algunas pequeñas peleas entre tu y Justin. Ya sabes- dice encogiéndose de hombros con indiferencia- que tu fumaras o te drogaras era un gran tema entre ustedes
- Y tu de muy puta me manipulabas para que siguiera haciéndolo llevándole la contraria- digo negando con la cabeza- eres peor que ella
- Bueno, no fui tan mala, te dejé quedarte en mi casa ¿no? Aunque me tenías bastante harta con el tema de Justin- dice bufando y Nikki se burla por lo bajo
- Eres una hija de puta- le susurro- pero ¿sabes qué? No me extraña, a veces te comportabas tan raro y como intentabas convencerme de no estar con Justin, ¿todo por ayudar a tu ama? Oh entonces bravo perra- digo aplaudiéndole- felicidades ¿te habrás dado ya tu premio? 
- Vamos, no seas ardida- dice Nikki- las amigas se ayudan ¿no?- dice con fingida inocencia
- Si, las zorras se juntan con otras zorras. Mejor iros a vuestra esquina antes de que os la quiten las otras putas - digo con malicia y me doy media vuelta para irme, no he bajado ni tres escalones cuando escucho un insulto y siento un empujón. Lo último que recuerdo es que rodaba por las escaleras.

Justin ~


Sentado frente a él, con dos gorilas detrás, este panorama me recuerda mucho a la última vez, cuando me golpearon, la habitación esta vez esta completamente iluminada y Martín me mira con curiosidad, evito sonreír de satisfacción al ver su cara magullada por mis golpes.


- Así que quieres volver al negocio- afirma sonriendo
- Si, Martín. Lo estuve pensando y estoy seguro de ello
- ¿Qué te hizo cambiar de opinión?- yo me quedo callado un momento meditando mi respuesta
- Me di cuenta que sería un estúpido si me pongo en tu contra. Tú mandas, Martín. Eres el nuevo rey del narcotráfico en España y yo debo estar con los mejores, tú mismo me lo dijiste una vez.
- Ayer no pensabas lo mismo
- Si, ayer fui un idiota. 
- Hace un tiempo dijiste que querías salir de esto, ¿Por qué volver ahora?
- Porque quiero dinero- le digo sabiendo que eso le gusta- quiero mucho dinero y lo quiero fácil. A tu lado lo puedo tener absolutamente todo, ¿Por qué no habría querer volver?
- Eres inteligente- dice pensativo
- He aprendido del mejor- le digo con una sonrisa cínica
- Oh Justin, no se si deba confiar en ti nuevamente
- Hazlo Martín. Yo no te defraudaré, vamos, soy tu sobrino. Y los dos hemos… sido malos con el otro, pero eso acabo. Yo confío en ti y quiero que tu hagas lo mismo. Quiero formar parte de esto. 
- Justin…
- Soy bueno y lo sabes. Nunca me han pillado, nunca te he metido en líos, deberías perdonarme mi error. Me dejé llevar por las emociones solamente
- ¿Por esa chica, no?- dice y me tenso
- Ella no importa. 
- ¿Sigues con ella?
- Algo así- digo dudoso de si mentir o no
- Te tendré vigilado, Justin. Un error y sabes lo que pasará. 
- Perfecto. No te defraudaré- le digo seguro y le doy un apretón de manos- espero que me perdones por haberte golpeado, solo estaba furioso.
- Lo se Justin, cuando uno quiere a alguien solo desea su seguridad. Supongo que era de esperar que te pusieras así cuando casi lleno a balazos a tu chica- tenso la mandíbula, el muy capullo sabe donde dar
- Eso es pasado ahora ¿no?
- Si, eso creo. - me mira medio dudoso


Luego de eso él sale junto a mi con uno de sus gorilas al otro lado, justo en ese momento sale de otra habitación un tipo alto, robusto y una cara que te avisa del peligro, se acerca a nosotros y se saluda amigablemente con Martín. En su cuello tiene una larga cicatriz que llega casi hasta su oído. Y entonces sé de quien se trata. El Cobra.


- Mira, te presento a uno de mis mejores muchachos- me presenta Martín- él es Justin, hijo… ya lo conocerás ¿no?
- Si, por supuesto. Como no conocer a alguien tan importante- digo dándole la mano- Un crack- ellos sonríen con satisfacción
- Mucho gusto, muchacho. Me gusta que Martín tenga gente joven- dice mirándome de arriba bajo- ¿formará parte de nuestro negocio?- le pregunta a Martín
- Aún no lo se y…
- Espero que si, se ve un chico espabilado. Yo sé reconocer a la gente en un segundo, tengo intuición… ponlo a trabajar en seguida- le ordena, Martín asiente algo confuso


Sonrío, quizás esto sería más fácil de lo que pensé. No es a Martín a quien me tengo que ganar, sino al Cobra, ese tipo es quien manda aquí y de momento vamos bien.


- Será genial trabajar contigo- murmuro con la voz ronca y peligrosa

Y así... el tiburón se enamoro del pecesito 2º temporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora