En un intento de robo, Taehyung ingresa a una pequeña casa sin esperarse que conocería a la persona que cambiaría su vida por completo.
❝ Esto definitivamente no estaba en mis planes. ❞
♦︎ Autora (sólo en Wattpad): @SrtaMostacho.
- Hermosa portada...
Al llegar a la esquina, el único poste que alumbraba gran parte de la calle, se apagaba por momentos, haciendo difícil el trabajo de buscar a la chica.
No sabía con certeza si se trataba de la misma persona que le había ayudado, pero cuando la escuchó hablar con aquel chico, su voz se le hizo conocida, además de su altura.
Ninguna chica normal medía un metro con cuarenta centímetros o por ahí.
Aunque tal vez estaba exagerando, le preocupaba que se estuviera equivocando. Cada minuto que pasaba era valioso, justo en ese momento ya debía volver a casa para cuidar de Jimin. Su pequeño hermanito ya sabía cuidarse solo, pero en una ocasión el menor le hizo saber que le gustaría que pasaran más tiempo juntos, y aún más en las noches.
La primera semana en la que conoció al menor, era un invierno intenso, todo el cielo estaba rodeada de nubes oscuras y de rayos, no había rastro alguno de la luna. Taehyung se extrañó por el comportamiento del pelirrojo. Cada vez que se escuchaba un rayo a lo lejos, el pequeño se encogía en su sitio y se abrazaba a sí mismo, esperando a que eso pudiera protegerlo de alguna manera. Hasta que se escuchó tan fuerte que hasta preocupó al mayor de lo cerca que se había escuchado, el pequeño no pudo soportar más y se echó a llorar silenciosamente mientras se hacía bolita a un lado de sofá.
Jimin en su pasado estaba acostumbrado a lidiar solo con ese gran estruendo que provocaba la tormenta fuera de su habitación mientras intentaba conciliar el sueño. Sus padres siempre estaban ocupados trabajando hasta tarde, y por eso no esperaba la ayuda de nadie, Taehyung nunca lo entendió de esa manera y hasta la fecha aún no sabía aquella verdad.
En ese entonces, el castaño solo atinó a abrazarlo y darle mimos hasta que Jimin se calmara, hablar de su brontofobia era un muy delicado para el pelirrojo, así que le costó mucho hablar de ello. Ese día el mayor tuvo que pensar con mayor cuidado en cada palabra que le dijera. Si él cuidaría a Jimin a partir de ese momento, entonces era una buena oportunidad para conocerlo mejor.
Desde ese entonces son pocas las veces que llega tarde a casa, era lo más preciado que tenía ahora y no pensaba fallarle.
Con aquel pensamiento, aceleró el paso con la intención de entrar en calor entre tanto friolento ambiente que empezaba a sentirse, y lo más importante, dar de una vez con ella.
Pudo haber intentado recordar el camino por donde la persiguió, pero no quiere repetir la misma experiencia, mejor dicho, no quiere volver a entrar a aquella casa. Le empezaba a traer malos recuerdos, ya que aún le dolía el golpe que le propinó aquella vez, en su sala.
Subió con un poco de dificultad una empinada pista en el que la luz casi no llegaba. A partir de allí estaba oscuro, detalle que le pareció extraño. La vez pasada al pasar por aquel mismo sitio, los alumbrados funcionaban decentemente. Fijó su vista el poste más grande y vió la bombilla completamente destruida, incluso pudo sentir con sus suelas los pedazos rotos esparcidos cerca de allí.
Dedució que alguien lo había provocado intencionalmente, y eso lo molestó más.
Aquel detalle casi hace perder de vista la silueta de aquella chica, pero llegó a observarle por el rabillo del ojo que giró nuevamente en otra esquina, lo salvó de seguir de largo, porque creyó que probablemente lo hubiera hecho.
Se apresuró aún más, casi corriendo y haciendo que sus pisadas sean más sonoras contra el asfalto, pero ya no le importaba.
Necesitaba encontrarla, y ya.
Redució su velocidad y mientras llegaba, trataba de regular su respiración. Se apoyó en el poste y dirigió su vista hacia donde se supone que debía estar aquella chica.
Pero no halló a nadie.
Miró hacia todas direcciones y no había ningún alma cerca. El sentimiento de estrés y cansancio por haber corrido en vano lo abrumó.
-Mierda, ¿cómo es que la he perdido de vista?-su puño golpeó la superficie de aquel poste. Resignado, apoyó su espalda en el mismo mientras empezaba a deslizarse, quedando de cuclillas sobre el asfalto.
Se levantó con pesadez y emprendió impotente en dirección contraria.
Pensó en la mala suerte que llevaba consigo, pero un pensamiento hizo fruncir su ceño.
¿Por qué estaba intentando buscarla sin llevarle algo como agradecimiento? ¿Acaso un simple gracias sería suficiente para ella?
-No puedes ser más idiota porque no eres más alto, Taehyung-se reprochó.
Esas preguntas lo dejaron molesto. No puede creer que no haya pensado en eso antes. El castaño cree que ninguna persona en su sano juicio hubiera ayudado a otra que tenía la intención de robar sus pertenencias, en otras palabras, no creía en la ayuda desinteresada.
En otras circunstancias, el hubiera despertado en la comisaría por el ridículo y fallido intento de robo, pero no ocurrió, de hecho fue todo lo contrario.
¡Hasta le había puesto una toallita sobre su frente luego de desmayarse en su casa!
Taehyung no iba a olvidarlo tan fácilmente, así que se prometió a sí mismo que le compensaría aquello a como dé lugar.
No volvería a ser egoísta y un sinvergüenza con alguien como aquella vez, no cometería el mismo error de nuevo.
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Hola gente linda :)
La idea de actualizar esta historia no estaba en mis planes, para nada.
Pero bueno, se dió xd En fin, este capítulo lo escribí el año pasado todavía JAJA ya debería haber actualizado hace tiempo :'u