Cap. 7

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Milo

Los tenues rayos de sol entraban por la ventana iluminando así la habitación. Me encontraba descansando, cuando sentí un cuerpo moverse a un costado mío, abrí lentamente mis ojos y no pude evitar sonreír, Camus se encontraba descansando a un lado mío, lo rodee con mis brazos pegando su cuerpo al mío, acariciaba su suave cabellera, recordé lo ocurrido hace unas horas, llenandome de felicidad, al fin era mío.

Me encontraba sumido en mis pensamientos cuando siento que comenzó a despertar.

–Buenos días ángel... – dije con mi voz un poco ronca.

–Buen día mi Romeo... – me sobresalte un poco – ¿que no fue el libro que me regalaste? "Romeo y Julieta", bueno pues tú eres mi Romeo.

Tomé su rostro y lo atraje hacia mí, le di un tierno beso y le dedique una sonrisa.

–Quiero amarte así todos los días – dije mientras lo abrazaba.

–Y yo quiero que me ames así todos los días.

–Cambiate antes de que llegues tarde a clases.  – dije.

–De acuerdo, ¿y qué hay de ti? No tienes tu uniforme aquí.

–No te preocupes por eso. – dije mientras comenzaba a ponerme la ropa,  que se encontraba tirada por toda la habitación.

–Paso por ti luego de clases.  – dije dispuesto a salir.

–Está bien, ten cuidado. – dijo preocupado.

–Tranquilo, estaré bien – me acerque a sus labios  y le robe un beso.  – te amo – susurre aún cerca de sus labios.

–Igual yo

Me acerque a la puerta y salí, me dirigí a mi habitación, al llegar note que no faltaba mucho para que sonase el timbre, así que solo me coloque el uniforme y salí justo a tiempo para clases.

En clases...

Las ansias de que terminasen las clases me carcomian por dentro, tan solo quería reunirme con aquella persona especial. Tanto, que incluso ya tenía lista mi sonrisa para cuando lo viera.

Camus

Tan pronto cruzó la puerta, intente ponerme de pie, más sin embargo, un dolor en mi cadera se hizo presente, ahogue un gemido de dolor, maldición, tenía que pensar para poder ir a clases.

Con mucho esfuerzo pude estar de pie, aunque el dolor era insoportable hacía lo posible para que no se notara mucho.

Al llegar al salón, inmediatamente tome asiento, las clases parecían eternas, no había nada interesante y por alguna extraña razón sólo quería que acabase y reunirme con Milo, se había vuelto alguien especial, en la persona a la que amaba.

Horas más tarde...

El timbre de receso había tocado, la felicidad invadió mi rostro y me apresure a bajar lo más rápido posible. Estaba en las escaleras cuando lo encontre.

–Hola mi ángel – dijo mientras me abrazaba.

–Hola... – dije ahogando un quejido.

–¿Pasa algo? – se oía preocupado, pero no sabía cómo decirle.

–Verás... Tengo cierta molestia en mi espalda...

Su mirada  cambió de ser una  de preocupación a una mirada pícara y de deseo.

–Ya veo... Bueno, no me dejas otra opción...

Dicho esto me tomó suavemente de la cintura y me llevó en sus brazos escaleras abajo, un leve rubor me invadió, al llegar a la parte inferior, me deposito en el suelo.

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⏰ Última actualización: Apr 05, 2020 ⏰

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