Distroller: una historia de amor algo diferente.

Capítulo 5

Capítulo 5: Bonito.

                                                                                                                                     —Todo me parece bonito.

Kike regreso con su prima al comedor de la plaza donde tenía preparada la comida que había comprado, una orden de hamburguesa doble con papas y refresco jumbo, mientras ella tenía ensalada de atún con galletas saladas que había preparado.

—¿Por qué tardaste tanto? —dice Alexa molesta—. Ya te iba a tirar tu bomba gorda a la basura.

—Todavía no nace quien se atreva —dice Kike emocionado.

—Manipulaste las coincidencias de nuevo ¿verdad? —reclama Alexa mientras da un mordisco a su galleta salada—. Tenemos prohibido hacer eso.

—Lo sé, pero era necesario por eso necesite que me acompañaras para no levantar sospechas —abre el empaque de su hamburguesa y la revisa—. Espero no le hayas echado nada a mi hamburguesa.

—Claro que sí, le eche una pizca de cállate y traga —dice Alexa molesta—. Me hubieras dicho que verías a la pelirroja y sus amigas, quería echarme un taco de ojo con la chica de cabello negro.

—por eso mismo no lo hice —responde Kike tomando sus papas fritas—. No eres digna para ella.

—¿Quién lo decidió?

—Yo merengues, pelos de unicornio —dice Kike dando una gran mordida a su hamburguesa.

—En fin ¿si era ella?

—No, pensé que si lo era.

—No me mientas Kike —dice Alexa viendo fijamente a Kike—. Dime la verdad.

—Es la verdad... pelos de unicornio.

—Mejor cállate y déjame comer.

Kike no se detuvo en molestar Alexa, desde tomando una papa frita y dipear su ensalada de atún.

—Ya basta Kike —dice Alexa en un tono muy serio.

—Esta bien, no te molesto más, solo quiero liberar toda esta emoción que tengo adentro.

—Pues no quiero compartir tu alegría, tengo muchas cosas que hacer para que tu solo me uses para que no se den cuenta que estas manipulando el destino de muchas personas.

—No es para tanto, además se siente Bonito —termina de comer su hamburguesa y da un sorbo muy grande a su refresco—. Ya extrañaba la comida de aquí.

—Ya basta de relleno por favor.

—Lo siento ¿quieres que te acompañe a un lado?

—De hecho, sí, necesito hacer inventario en la cooperativa, viene el primer día del comensal y me vas ayudar —dice Alexa con una sonrisa demoniaca—. Serás mi esclavo.

—Bien, pero quita esa sonrisa me da miedo.

Paso el fin de semana de Kike y Alexa haciendo inventario para tener todo listo el lunes por la mañana en la Vela Perpetua, como todo lunes la bola más morrocotuda estaba aburridísima a excepción de Birria que estaba ansiosa de que terminara la clase para visitar la biblioteca, Kike estaba jugando solitario en la computadora hasta que Birria de una patada intento abrir la enorme puerta de madera de la biblioteca.

—Está abierto, no es necesario patearla —anuncia Kike terminando su partida de solitario.

—Muy bien brujo de Catemaco —exclama Birria abriendo la puerta de la biblioteca después de no poder abrirla de una patada.