Capítulo 12 [Final]

51 3 1
                                    

Capítulo 12: Flores Amarillas.

—Ella sabía que él sabía que este día pasaría.

Los 3 meses pasaron como agua, Chamoy y sus amigas habían pasado los exámenes de fin de bimestre, Tinga solo esperaba que Kike llegará, su ultimo telegrama fue hace una semana, en el cual explicaba que estaban a punto de salir del campo de batalla y podría regresar con ella lo más pronto posible, algo que le motivaba cada día.

—Ya deja de soñar despierta Tinga —dice Birria moviendo a Tinga porque estaba tirando su agua—. Despierta.

—Lo siento, solo que me acordaba de Kike.

—Kike esto, Kike aquello —responde Birria en tono burlesco—. Muy pronto lo veras, no hoy, ni mañana, pero muy pronto.

Tinga sonrío y tomo del brazo a su amiga para pasear por el patio de la escuela, mientras Chamoy registraba unos libros de la biblioteca para llevárselos a su casa.

—Son 4 libros y tienes, bueno ya sabes cómo funciona esto —dice Alonzo acomodándose sus lentes—. Vuelve pronto Chamoy.

—Gracias Alonzo —responde Chamoy guiñando un ojo mientras guarda sus libros en su mochila—. Tengo mucho que investigar.

—Mucha suerte...

Alonzo se retira de la biblioteca y se prepara para cerrar la biblioteca, mientras Chamoy y amiguis terminaban la última clase, Alexa interrumpió la clase para hablar con Tinga.

—Buenas Miss Casimira —dice Alexa asomándose al salón—. Me puede dejar hablar con Tinga solo unos minutitos.

—Solo unos minutitos —responde Miss Casimira.

Tinga se levanta con toda prisa para hablar con Alexa en el pasillo.

—¿Qué paso? —pregunta Tinga—. ¿Es sobre Kike?

—Sí, acompáñame a la cooperativa...

Alexa escolta a Tinga hasta llegar a la cooperativa.

—No me gusta desanimarte, pero Kike no va poder venir en un buen tiempo —dice Alexa abriendo la puerta.

—¿Qué? —dice Tinga decepcionada.

—No te desanimes, me llego esto por mensajería —saca una canasta—. Espero lo disfrutes.

Tinga observa la canasta y observa varios objetos como si se trataran de una canasta de regalo, lo que resaltaba era un ramo de flores amarillas muy diferentes a las que hay en el planeta tierra y un Neonato de color menta y ojos azules.

—¿Es todo? —pregunta Tinga sacando al Neonato de la canasta—. Es muy lindo.

—Que te leyera esto —saca un pergamino—. Y cito...

Mi querida y amada Tinga.

Lamento no presentarme en persona para poder disfrutar de nuestras vacaciones como lo prometí, pero Sigma está pasando de en su peor momento, no estoy bien, pero tu recuerdo me mantiene vivo y seguir peleando ante esta batalla, no quiero que te preocupes, yo estaré bien y necesito que cuides de este pimpollo que encontré en los escombros, llámalo como gustes, este pimpollo será nuestro lazo que nos unirá hasta el día que nos volvamos a ver.

Te amo y recuerda que volveré.

Firma: Kike Camote.

—Me alegra que se encuentra "bien" —dice Tinga preocupada—. ¿es todo?

—Sí, es mejor que te lleves todo, si gustas te ayudo a guardarlo para que te lo lleves mañana.

—Te agradezco mucho Alexa —responde Tinga abrazándola—. Pero me lo llevare todo, Gracias...

Sonó la campana de salida y carga a su nuevo Neonato en la canasta y regresa al salón para recoger su mochila.

—Muy bien Pimpollo —dice Tinga a su Neonato mientras carga su mochila—. Nos vamos a casa y ahí conocerás a Leoñito y bueno creo que deberé ponerte un nombre.

Tinga sale del salón y baja las escaleras mientras debajo de ellas salían dos hombres de baja estatura con un traje negro de asbesto y una mascarilla con filtros que cubría todo su rostro, solo se hacían señas confirmando que su búsqueda estaba completa, mientras Tinga regresa a su hogar para cuidar de su Neonato y esperar que Kike para recibirlo con los brazos abiertos.

Distroller: una historia de amor algo diferente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora