Esposa

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Estaba realmente agotado, su ultimo trabajo había sido exhaustivo. Cómo siempre Suho le pidió entretener a varios alfa de un grupo mafioso para que el equipo pudiera robar sus diamantes, y como siempre todo salio perfecto gracias a sus dones de entretenimiento mortal. Después de su show hubo mucha sangre derramada al asesinar a los alfa que eran el objetivo, pero nada que un baño de burbujas no arreglara.

Ser el secreto de triunfo para su equipo ExoAlfa que eran contratados como ladrones, cobradores, asesinos, intimidatorios y de más, suponía su más grande orgullo, le elevaba el ego, haciéndole sentir irresistible y deseado por todos gracias a lo que era... Amaba ser la carnada, amaba ser el anzuelo, amaba ser quién dejara sin respiración a alfas, omegas y betas por igual con qué tan solo le mirasen, escucharan y olieran... Amaba ser el falso alfa especial de su paquete...

Ya eran las tres de la mañana y Chen había terminado de limpiar su cuerpo manchado de sangre en un baño espumoso y perfumado. Pero eso no había sido suficiente para ocultar su aroma de celo recién emanado. Sabia que el aroma llegaría a sus compañeros pronto. Si de por sí, ya les era irresistible sin su olor de perra en celo, ahora sin duda iban a destrozarlo, y amaba que lo hicieran. La ansiedad por que su esposo lo marcará toda la madrugada le hervía la sangre.

Vio su cuerpo pecador al espejo empañado, delgado de piel lechosa, con tinta de estrellas surcando sus curvas, sus cabellos ondulados y aun húmedos cubrían su frente, se puso un blusón de seda roja que cubría por arriba de sus rodillas, se dejo solo una argolla perforando su labio y salió de su habitación descalzo, bajo las escaleras de madera hasta el comedor de reuniones principal de la mansión, dónde seguramente su equipo afinaba el botín y lo que se haría con el. Las ganas por que le abrieran las piernas y se hundieran en su humedad ya le picaba las entrañas. El calor invadió su carne cómo agua bendita lanzada a un demonio, le dolía y derretía en deseo.

Chen siempre iba a ser el demonio sexual de sus alfas, lo amaba.

- Chen amor, estuviste increíble hoy - dijo una voz aterciopelada por el pasillo uniéndose a Chen rumbo a la sala, deteniéndose unos momentos.

Era su compañero Baekhyun, de cabello blanco, vestido de negro, que lo miraba de arriba a abajo sin aprensión, sonriendo atraído por la figura desnuda bajo el blusón, suspirando al respirar el aroma del otro flotando en el aire. Al abrir sus ojos estos se tornaron de su azul cielo natural a uno de brillos rojos, dilatados cargándose de excitación al detectar el celo en Chen.

- Wow corazón, hoy tendremos fiesta caliente - opino radiante de felicidad guiñando un ojo y lamiendo sus labios impaciente.

Chen le devolvió la sonrisa petulante y asintió como un gatito coqueto e indefenso, le encantaba provocar a sus compañeros de poca resistencia ante su olor, y sin duda Baekhyun era poco cuerdo y mostraba su deseo de penetrarlo duro a la menor provocación.

De pronto el cuerpo de Chen fue empujado contra la pared haciéndolo gemir. El calor se extendió sobre toda su piel, seguro que soltaría vapor. Baekhyun lo acorraló hundiendo su nariz sobre el cuello contrario, oliendo sus glándulas de olor cargadas de fermonas que le erizaban provocándole endurecer su miembro. Gruño apretando sus cuerpos y metió su rodilla contra la entrepierna del otro, ambos jadearon.

- Tan lindo y sin vergüenza como siempre - gruño el de pelo blanco sobre la piel omega - vestirte con una simple prenda roja e ir a la sala con todos ahí, es muy zorra de tu parte, pero te amo por eso... - expreso al tiempo que besaba y mordizqueaba el lóbulo de su oreja.

Chen se estremeció.

- Ah se que te gustó, y me gustas también - le susurro Chen divertido, inmóvil respirando agitado - sobretodo cuando te empujas tan profundo e hinchado en mi interior húmedo y caliente...

Días calientes (OneShots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora