Capitulo 22

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-Buenas noches señorita Jerez... -dijo Vegeta inclinando la cabeza-

-Debe ser algo muy importante para no esperar la mañana- dijo el Ángel de pie y rígida, tratando de ocultar su molestia.

-Buenas noches Buruma-
Dijo Sour con una sonrisa cálida notando la molestia del Ángel.

-Buenas noches Sour- Dijo Buruma con una forzada sonrisa.

-Querida Buruma... nunca es tarde para visitar a un amigo!- dijo la diosa con su dulce voz rodeando al príncipe como un gata en celo sin dejar de verlo- Señor Vegeta... -dijo de pie frente a él- es un gusto verlo de nuevo!

Estiro su mano para que Vegeta la tomara y dejara un beso sobre ella, sin embargo este la miró y enarcó una ceja para saludar con un apretón de manos.

-A que debo el honor de su visita Señorita Jerez? -dijo el dios tratando de ser cortés.

Tengo un... pequeño problema -dijo acercándose un poco al dios y con voz sensual-  Pero me gustaria hablar en privado contigo si es posible.

-Por supuesto- dijo Vegeta

Esta seguro Señor Vegeta creo que... -musito Buruma-

-No te preocupes, estaré bien -dijo interrumpiendola con ese tono serio que lo caracteriza.

En silencio Buruma se retiró del lugar caminando hacia el templo dando una última mirada a su señor, quien permanecía impavido ante el acoso de la diosa, que no perdía oportunidad para  acercarse a él.

Sin darle tiempo a reaccionar jerez tomó la mano de Vegeta y colocó la suya en el hombro de Sour desapareciendo del planeta del nuevo dios.

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Porque me trajo a este lugar? -dijo Vegeta cruzándose de brazos comenzando a perder los pocos modales y la paciencia que le quedaban

Fue llevado al universo dos al planeta de la diosa, habían aparecido en un salón enorme lleno de hermosas columnas de mármol y cortinas de velo con pisos relucientes, ornamentos de oro y plata como decoración, algunos divanes en tonos perla y champagne que invitaban al descanso y un fragante aroma inundaba el lugar.

Pero esto no era del agrado del Príncipe, quien se encontraba a solas con Jerez en aquel salón.

Haciendo uso de su astucia y belleza, comenzó una muy sensual danza alrededor del dios.

Vegeta la observaba de reojo, sin mover un músculo de su conocida pose.
Si bien era cierto que era una mujer extremadamente bella, además de su poder por ser la única diosa de la destrucción no era del interés de Vegeta por una razón.

-Vegeta no te resistas... sabes que lo deseas...

- Señorita Jerez, sabe que tengo esposa? -Dijo el saiyajin cuando la sintió respirar en su oído

-Eso no es cierto -dijo en suave tono pasando sus dedos por el musculoso pecho del dios- sé muy bien que falleció hace algunos meses...

Cualquier hombre no hubiera podido resistir a la diosa y es que ella siempre obtenía lo que quería.

-Cual era el problema del que quería hablar? Dijo el dios dándole la espalda.

-Mi problema... eres tu Vegeta...

El Destino de Vegeta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora