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[...]

Tal vez el señor schnapp insista en que todos sus empleadas sean lindas. Estoy distraída, preguntándome si eso es legal , cuando la puerta de la oficina se abre y un hombre afroamericano alto, atractivo, elegantemente vestido y con cortas rastas sale.

Difinitivamente me he puesto la ropa equivocada.

Se vuelve hacia la puerta.

-schnapp ¿jugamos golf está semana?-

No oigo la respuesta. El afroamericano me ve y sonríe. Se le arrugan las comisura de los ojos. Sadie se ha levantado de un salto para ir a llamar al ascensor. Parece que destaca en eso de pegar saltos en la silla. Está más nerviosa que yo

-buenas tarde, señorita- dice el afroamericano metiendose en el ascensor

-el señor schnapp la recibirá ahora señorita ______ puede pasar - me dice la pelirroja número dos

Me levanto tambaleándome un poco e intentando contener los nervios. Agarró mí bolso, dejo el vaso de agua y me dirijo a la puerta entornada

-no es necesario que llame entre directamente- me dice sonriéndome

Empujó la puerta, tropiezo con mí propio pie y caigo dura en la sala

Mierda, mierda que patosa. Estoy de rodillas y con las manos apoyadas en el suelo en la entrada de la sala del señor schnapp. Y unas manos amables me rodean para ayudarme a levantarme. Estoy muerta de vergüenza, ¡Que torpe! Tengo que armarme de valor para alzar la vista. Madre mía que joven es.

-señorita ______ -me dice tendiéndome una mano de largos dedos en cuanto me he incorporado- soy Noah schnapp ¿Está bien? ¿Quiere sentarse?.

Muy joven y atractivo, muy atractivo. Alto, con un elegantísimo traje gris, camiseta blanca y corbata negra, con un pelo bien peinado de color castaño y brillantes ojos Avellaneda que me observan atentamente. Necesito un momento para poder articular palabras.

-Bueno, la verdad....

Me callo. Si este tipo tiene más de veinte años, yo soy tonta. La doy la mano, aturdida, nos saludamos. Cuando nuestras dedos se tocan, siento un extraño y excitante escalofrío por todo el cuerpo. Retiro la mano a toda prisa incomoda. Debe ser electricidad estética, parpadeo rápida mente al ritmo de los latidos de mí corazón.

-la señorita Smith está indispuesta, así que me ha mandado a mí. Espero que no le importe señor schnapp

-¿Y usted es....?

Su voz es cálida y parece divertido, pero su expresión imposible no me permite asegurarlo. Parece interesado pero sobretodo muy adecuado.

- ______ _____ estudio literatura inglesa con Charl....digo... Charly.... Bueno.....
La señorita Smith en la estatal de Washington.

–ya veo– se limita a responderme

Creo ver el esbozo de una sonrisa en su expresión no estoy segura.

–¿Quiere sentarse?– me pregunta señalándome un sofá blanco de piel en forma de L

Su oficina es exageradamente grande para una sola persona. Delante de los ventanales paranorámicos hay una mesa de madera oscura en la que podría aparecer cómodamente seis personas. Hace juego con la mesita juntos con el sofá, todo lo demás es blanco (el techo, el suelo y las paredes) excepto las paredes  de la  puerta en la que treinta y seis cuadros pequeños forman una especie de mosaico cuadrado. Son preciosos, una serie de objetos prosaícos e insignificantes, pintado con tanto detalle que parecen fotografías. Pero colgados, juntos en la pared resultan impresionantes.

–Un artista de aquí. Trouton– me dice el señor schnapp cuando seda cuenta de lo que estoy observando

–Son muy bonitos. Elevan lo cotidiano a la categoría de extraordinario– murmuró distraída tanto por el como por los cuadros

Ladea la cabeza y me mira con mucha atención

–No podría estar más de acuerdo señorita ______ – me contesta en voz baja

Y por alguna inexplocable razón me ruborizo

A parte de los cuadros, el resto de la oficina es frío, limpio y eséptico. Me preguntó si refleja la personalidad de Noah que está sentado con elegancia frente a mí  en una silla blanca de piel. Bajo la cabeza, alterada por la dirección que están tomando mis pensamientos, y saco del bolso las preguntas de Charly. Luego preparo la grabadora con tanta torpeza que se me cae sos veces en la mesita. El señor schnapp no abre la boca, aguarda pacientemente (eso espero) y yo me siento cada vez más avergonzada y me pongo más roja. Cuando reúno el valor para mirarlo, está observandome, con una mano encima de la pierna y la otra alrededor de la barbilla y con el largo dedo índice cruzandole  los labios, creo que intenta ahogar una sonrisa.





Bueno esto fue todo por hoy perdonen la tardanza es que como va las clases online o las guías no puedo estar al constante de todo, bueno espero que les haya gustado

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my Amo (Noah Schnapp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora