Mi romance con un violinista

Capítulo 10

Yuri Plisetsky

Hoy me levante más temprano de lo habitual, esta semana en especial no podía dormir bien, por lo que esta vez me sentía cansado; sin embargo me sente en la orilla de la cama y vi el reloj, eran las 5:40 a.m.

-Bueno, que más da si comienzo el día en la madrugada- me dije mientras me levantaba y me ponía el uniforme escolar. Como tenía tiempo de sobra para el desayuno, decidí ver algo de redes sociales y mientras me perdía en los memes de mal gusto y otros más graciosos, me llego un mensaje de Whatsapp...era de Beka, decidí no verlo y  no me tome la molestia de saber al menos que decía. Pero ese mensaje me daba la sensación de que algo (seguramente malo) iba a pasar.

Al dar las 6:30 de la mañana oí ruidos en la cocina por lo que supe que el ancian que tengo por hermano estaba despierto y estaba preparando su desayuno, a pesar de no querer bajar y compartir mesa con él, tenía que hacerlo ya que no tenía otra opción. Mientras bajaba las escaleras vi a Víctor más arreglado de lo normal.

-Al fin te bañas anciano

-Bueno, tengo un importante compromiso con alguien jeje

-Y se puede saber quién es, ¿Es una anciana carita y estúpida como tú?

-Jajaja que buena broma niño ermitaño, deberías hacer amigos; al menos yo ya estuve en una relación casi seria, hasta estuve apunto de casarme jeje

-Espera ¿qué?

-¿Nunca te enteraste?

-Nunca veo las noticias donde apareces

-Pues deberías

Eso me dejo sorprendido, cómo que el anciano estaba apunto de casarse y con quién, todo eso me hizo pensar, como es que nunca me entere. Normalmente cuando Víctor estaba en una relación solía presumirla y comenzaba a molestarme de que yo nunca he tenido novia, pero estas relaciones no durabán más de 6 meses, como era pósible que una fuera lo suficiente formal como para unirse en matrimonio.

-Bueno me voy, al parecer ya se me hizo tarde 

-...adios...

Vi el reloj, aún tenía tiempo para llegar a la escuela a tiempo e incluso más temprano, así que tome mis cosas y empeze a caminar, todo era normal y fui el primero en llegar a mi aula. Mientras esperaba al profesor y mis demás compañeros vi llegar a Otabek de la mano de Mila, solo rode mis ojos y los ignore, Otabek intento hablarme cuando el profesor de la primera hora llego.

-Buenos días chicos, vamos a comenzar con la lección del día de hoy

Tome asiento lo más posible lejos de Otabek. Las clases fueron una enternidad, la verdad es que no me concentre para nada, y menos teniendo a los melosos (Otabek y Mila) detrás mío. Al llegar la hora de salida, guarde mis cosas y me dispuse a salir; pues tenía planeado ir a visitar las escuela de música donde aprendí a tocar violín. Tras llegar al lugar, me reconocieron y me saludaron afectuosamente.

-¡Yuri! que bueno que estas aquí

-Hola, solo vine a dar una vuelta

-Cuando quieras venir eres bienvenido

-Gracias... :) 

Pase al lugar donde empezó todo, vi a mi mismo profesor con el que estuve aprendiendo, era un viejecito de apariencia inofenciva; sin embargo en cuanto a personalidad era todo lo contrario, ya que era de esos profesores de alrededor de 70 años que te habla con muchas malas palabras y te regañaba muy frecuentemente, pero logras aprender bastante rápido.

-¡Profe!

-¿Y ese milagro hijo de la ch******?-dijo mientras que varios niños que estaban ahí, se asustaron ante esa palabra (claramente era mexicano :v)