RELATOS CORTOS

SENSACIONES

Hoy me levanté perezosa, como ya era costumbre, las vacaciones de verano tenían ese efecto sobre mi cuerpo.

Al bajar a desayunar me encontré con toda mi familia esperando en la entrada de casa. Todos me observaban con cierto enfado en la cara, la pregunta era, ¿Por qué?

-¿Se puede saber que pasa?_pregunté apoyando mi cuerpo sobre la barandilla de la escalera.

-Hace media hora que teníamos que haber salido hacia el aeropuerto._Replicó mi padre con cara de pocos amigos.

-Y... en vez de despertarme me esperáis aquí para darme la charla, un poco absurdo.

Mi madre soltó una leve carcajada con un intento fallido por disimularla. Todos sabían que era un completo desastre para estas cosas. Todos los años a finales de verano, cuando sólo quedan un par de semanas para volver a la universidad mi familia y otras tres viajamos juntos a una isla del caribe.

Es como un viaje de negocios-familia, ya que mi padre, el señor Smith, el señor williams y el señor Stein son socios de una de las empresas mas importantes de toda la industria automovilística.

Llevamos cinco años haciéndolo y personalmente me encanta, pero lo que me encanta de verdad es pasar las vacaciones con el señor Williams.

Ese hombre desde hace unos años pasó a ser una de mis mejores fantasías, su cuerpo atlético, sus ojos color miel y su forma de ser hacen que moje braga solo con verle.

Una vez en el aeropuerto embarcamos enseguida, ya que íbamos con retraso, pero ese avión no saldría sin nosotros ya que es  privado y en el vamos todos.

-Abby....._ dijeron todos al unisono según me senté en mi sito, siempre al lado de mi mejor amigo, Alan walliams.

Si, lo habéis adivinado, mi mejor amigo es el hijo del hombre que me trae loca, lo siento mi querido Alan, me masturbo pensando en tu padre.

Recuerdo el primer encuentro que tuve con él, nada del otro mundo, pero para mi suficiente para saber que a él le pasa lo mismo que ami.

FLASHBACK.

Me encontraba sentada en las escaleras de la inmensa  casa de Alan, esa noche había bebido demasiado y siempre que me pasa eso me quedo a dormir con él, pero necesitaba salir a tomar el aire y no llegué muy lejos cuando el señor Williams me encontró con mi cabeza apoyada en las piernas.

-¿Abby? ¿Estas bien?_preguntó levantando con cuidado mi cabeza.

-Si, de momento, cuando me levante no sé_dije sonriendo.

-Vamos que te ayudo, hoy se te ha ido de las manos_dijo cargando mi cuerpo hasta el sofá.

Recuerdo que no conteste, estaba demasiado ocupada disfrutando del mágico  momento de sus manos sobre mi cuerpo.

Estaba en ropa interior con una camiseta que Alan me había puesto anteriormente, la tenia sutilmente levantada dejando a la vista mis muslos. Bajó poco a poco mi camiseta mientras susurraba: ¿Por qué tienes que ser tan jodidamente sexy?

FIN DEL FLSHBACK.

Aparté ese oscuro pensamiento y por un instante nuestras miradas se cruzaron, sonreí hacia dentro con disimulo y seguí con mi conversación con Alan.

Tras ocho horas de vuelo en las que la mitad las pasé durmiendo llegamos a nuestro destino. Empezaba nuestro pequeño ritual de llegada, nos poníamos nuestras mejores galas y salíamos a cenar.

Escogí un vestido blanco, ceñido a mi cuerpo con la espalda descubierta, el pelo recogido con mechones sueltos y mi recién estrenado flequillo.Adorné mi recogido rubio con pequeñas margaritas, un toque de máscara de pestañas y ya estaba lista para unirme al resto.