CRY BABY [TZUKOOK]

10

Las clases habían terminado, Jungkook guardaba sus cosas con tranquilidad en su mochila, por un momento vio a la mesa del costado. Jihyo había faltado, al parecer ni Jackson ni Tzuyu sabían porque.

Jungkook había tomado un poco de distancia de Jihyo y Tzuyu después de su supuesta cita doble, no se sentía cómodo al lado de ambas, espacialmente Tzuyu. Se sentía algo culpable por haberse dejado llevar con las palabras del profesor Kim, menos mal que se había dado cuenta antes de hacer algo de lo que pudiera arrepentirse.

— Jungkook — lo llamó TinYang.

— ¿Si?

— ¿Nos vamos?

El ceño de Jeon se frunció al oír eso, no recordaba que ella antes lo hubiese esperado después de clases. Eran cercanos, sí, pero muy rara vez se iban juntos después de clases.

— ¿Lo olvidaste? — preguntó TinYang mirando como Jungkook parecía tener un debate interno.

— ¿Olvidar qué?

— Dijiste que me ayudarías con Filosofía, quedamos en ir a tu casa.

La mano de Jungkook pasó por su cara, ¿como era posible que pudiera olvidar algo así?

No podía llevarla a su casa, no había pedido permiso y desconfiaba mucho de lo que su madre pudiera hacer. La única chica a la que la señora Jeon aceptaba en su casa era a Eunha, las demás siempre eran tratadas con desprecio por la señora.

Y no quería perder a una amiga por culpa de su madre.

— ¿Y si vamos a tu casa? — preguntó él con un tono suave.

— Mi familia nos estará interrumpiendo a cada rato.

— ¿Y si vamos otro día? — si TinYang aceptaba, podrían quedar un día en el que su madre estuviera ocupada y así TinYang estaría en su casa sin problema alguno.

— Te dije que solo podía hoy — respondió la rubia, luego suspiró y acomodó su mochila. Quizá Jungkook no quería ayudarla simplemente. — Creo que será mejor que me vaya.

— No, no. Vámonos.

TinYang soltó un sonido de alegría y un pequeño aplauso, Jungkook hizo una mueca anticipando el enorme problema que se le avecinaba.

{ ••• }

— Vamos, di que sí — suplicó Jungkook, Eunha suspiró cansada al otro lado de la línea.

— Estoy con Sowon, Jungkook, no pienso dejarla.

— Pero...

— No — y ella colgó dejando mudo a Jungkook.

TinYang lo miró con curiosidad por esa conversación, el castaño sonrió nervioso al ver que estaban cerca de su hogar.

Esto es una pésima idea.

Pronto ambos estaban frente a la puerta de la casa de Jungkook, su amiga miraba con curiosidad todo su entorno, era la primera vez que estaba en ese barrio. Entonces sacó sus llaves, rezó en voz baja y abrió la puerta.

— Ya llegué — anunció sacándose los zapatos en la entrada.

— Estoy en la cocina — se escuchó la voz de su madre.

— Vine con una amiga.

Y entonces la señora Jeon salió de la cocina con prisa, su mirada fría escaneó la delgada figura de la simpática joven que acompañaba a su hijo. Una sonrisa falsa se asomó por sus labios y miró con enojo a Jungkook.

— Buenas tardes señora, mi nombre es TinYang, es un placer conocerla.

— Hola, niña — sonrió la señora mirando de manera fija a su hijo.

Jungkook sabía que estaba enojada, sabía que algo malo se le vendría después de que su amiga se fuera.

— Vamos a estar en la sala, le estaré enseñando Filosofía — explicó brevemente tomando a su amiga de la muñeca para irse de una vez a la sala.

— Debes ser muy tonta para necesitar la ayuda de un hombre, pobre.

Y allí estaba, TinYang no duraría mucho en su casa. Jungkook vio fugazmente a TinYang con miedo, su amiga solo hizo una reverencia y se fue con Jeon a la sala.

No planeaba jalar Filosofía por culpa de una señora que no aceptaba que su hijo traía a una chica a casa.

Pero la señora Jeon tampoco se rendiría tan fácil.