Capítulo 8

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Te quedaste helada, por un momento no te lo creíste. ¿Qué era aquello? ¿un fantasma? eso era lo que te imaginastes durante 5 segundos y lo que hizo que te asustaras. Estaba todo muy oscuro y no conseguías ver nada. Pero no, no se trataba de ningun fantasma, era Nil, sí, Nil, esperándote por la parte del jardín trasero. Los ruiditos eran piedras que te tiró a la ventana para que te despertaras. No le dijiste nada, aún te costaba creer que estaba allí. Te frotaste los ojos para despertarte y verlo con más claridad pero estaba muy oscuro y no conseguias verle bien, solo lo suficiente para saber que era él.

Nil:Soy yo, Nil. He venido a verte.

Esas palabras te volvieron a clavar por dentro. ¿Qué te venía a ver? ¿Para qué quería verte él?

Tú: No sé qué quieres de mí, pero yo no quiero saber nada más de ti.

Nil agachó la cabeza y suspiró.

Nil:Hoy me fui del poli porque Toni me obligó, me prohibió volver a verte. Creo que lo que me ha hecho venir hasta aquí son las ganas de verte.

Tú: Vete, ya no quiero saber nada más de ti.

Nil:¿Qué te ha contado él?

Tú:No te lo voy a decir ahora, no quiero despertar a toda mi familia y que me castiguen más tiempo por tu culpa, adiós.

En el mismo momento en el que fuiste a cerrar la ventana de tu habitación escuchaste a Nil diciéndote "espera". Miraste y Nil ya no estaba allí, te quedaste durante unos minutos mirando el sitio en el que había estado de pie, pero nada, no aparecía, entonces decidiste cerrarla al fin. La cerraste y justo cuando ibas a acostarte alguien tocó la ventana. Miraste y allí estaba él. Corriste todo lo que pudiste sin hacer mucho ruído para abrirle, no querías que montara un lío a aquellas horas de la noche. Le abriste y le ayudaste a entrar a tu habitación, solo para que no se cayera.

Nil:Ven, quiero explicártelo todo...

Nil se acercaba a ti mientras tú retrocedías lentamente.

Tú: Lo que me tengas que explicar me lo explicas a distancia, o gritaré.

Nil: Vale, no grites.

No sé qué te ha contado Toni, pero te aseguro que son cosas del pasado. He cambiado. Y si he venido hasta aquí es porque me gustas michísimo. Aún no sé si estoy enamorado de ti, pero sé que me gustas mucho, nadie me ha gustado tanto como tú.

Aquellas palabras te hicieron volar. Ahora sí que estabas empezando a sentir que le querías. Pero solo le conocías de un día, ¿cómo podía ser? a ti eso no te importaba. Le querías o no, te parecía un completo idiota desde aquella tarde, y desde que Toni te contó aquello esa misma noche no pudiste confiar en él mientras que estaba en tu habitación.

Tú: No sé qué decirte. No confío en ti, ni mi familia tampoco. Toni tiene miedo de que me hagas algo parecido a lo que le hiciste a él, no quiere que me hagas daño, quiero que me olvides.

Nil: pero...

Tú: Ni peros ni nada. Quiero que te olvides de mí. Son las cuatro de la mañana y no tengo ganas de seguir hablando contigo, por favor, ¿te puedes marchar?

Nil: Mi colgante no te dice lo mismo.

¡Mierda! -pensaste. Llevabas el colgante de Nil puesto, no sabías que decirle y enseguida te lo quitaste para devolvérselo.

Tú: Toma, tú colgante.

Nil: No lo quiero. Quiero que lo tengas tú, por si algún día te olvidas de mí.

Te empezó a dar pena. Le querías, estaba claro.

Tú: Eres un completo idiota.

Le mentiste, la verdad era que tenías muchísimas ganas de abrazarle, pero no podías.

Estaré contigo hasta el final (Nil Cardoner y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora