Capítulo 7

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Tu madre: ¿Pero dónde os habéis metido? Toni, te dije que cuidaras de ______(tn).

Toni: Le dije que te avisara, pero ella estaba en otro mundo cuando se lo dije, bueno, tampoco ha pasado nada... está bien, no te preocupes.

Agachaste la cabeza, no sabías ni qué decir. Te habían pillado, y seguramente Toni le contaría lo de Nil. Aunque, la culpa fue de él que fue el que te lo presentó.

Tú: No todo ha sido mi culpa, mamá. Yo sólo quería salir un rato con mi primo y con...

Te paralizaste, o tal vez la que se paralizó fue tu lengua. No pudiste decir una palabra más.

Tu madre: ¿Con quién?!

Toni: Con Nil, un amigo. Pero ya no volverá a ocurrir, no te preocupes.

Tu abuela: ¡AH! ¿mí nieta ha conocido a ese chico? Toni, ¡te dije que...!

Tu madre: ¿Qué está pasando? ¿qué pasa con ese tal... le has presentado a un chico?!

De repente todo se convirtió en un mar de voces que no querías escuchar. No entendías porqué tu abuela no te quiso hablar de Nil el primer día que llegaste, ni porqué no te contestaba cada vez que le preguntabas por él, tampoco entendías porqué Toni no quería que estubieras a su lado y que hablases con él, no entendías porqué tu familia lo "odiaba" tanto... llevabas como unos cinco minutos escuchando ese mar de voces, y a la vez ese mar de dudas dentro de tu cabeza. ¿O tal vez era algo peor? algo así como un maremoto, algo que te dejaba fatal, que te estaba hundiendo. Entonces fue cuando gritaste y pareció que el mundo entero calló a tus pies. Todos te miraban.

Tú: ¡Simplemente quería pasármelo bien, no sé qué os pasa a todos con ese chico, aún no me habéis querido explicar nada, a mí aún no me ha hecho nada y me parece bastante adorable. Repito que sólo me lo quería pasar bien, joder, ya está!

Aún sin creerte lo que dijiste delante de toda tu familia subiste corriendo a tu habitación. En ese momento tu madre te siguió y entonces corriste más rápido para que no te alcanzara. Llegaste a la habitación con lágrimas recorriendo por tus mejillas y cada vez iba a más... cerraste bien la puerta para acegurarte de que no entrara nadie. Cuando tu madre llegó a la puerta intentó abrirla pero claramente no pudo porque tú la habías cerrado bien. Entonces, en ese mismo instante...

Tu madre: ¡Que sepas que estás castigada una semana sin salir a ninguna parte! ah... ¡y nunca te volveré a dejar ver a ese tal "Nilol" o como se llame!

Aquellas palabras te mataban por dentro, lo notabas. Tu madre no sabía ni decir su nombre, te dolía más que no supiera pronunciar su nombre que el castigo. No muy después de eso escuchaste las pisadas de tu madre dirigiéndose al salón de nuevo.

"Por fin sola" -pensaste.

No te creías aún todo lo que había pasado. Media hora después de seguir sola en tu habitación empezaste a pensar en lo que dijiste. "Me parece bastante adorable", esas fueron las palabras clave para enfadar a tu madre. Ella te seguía tratando como una niña de cinco años pero sabías que ya no eras una niña pequeña. Más tarde alguién pegó en tu puerta.

Tú: ¿Quién y qué quieres...? ¡No quiero ver a nadie!

Toni: Soy yo... Toni. ¿Me dejas pasar? Creo que debo contarte una cosa.

Durante un instante dudaste en si dejarle pasar o no, ¿Y si era una trampa? bueno, tarde o temprano tendrías que salir de allí. 

Tú: ¿Vienes solo...?

Toni: Confía en mí, nunca te engañaría, tus padres ya están durmiendo y los abuelos igual. Todos están durmiendo, déjame entrar por favor.

Al final te convenció. Te secaste las lágrimas con la manga de la sudadera y le dejaste pasar. Para que confiases en él entró los más rápido posible.

Estaré contigo hasta el final (Nil Cardoner y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora