epilogo

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Hoy es un día especial, es 17 de febrero. Hoy se cumple un año desde que me convertí en madre, un año desde que mi vida dio un giro en 180°. Si tuviera que describirlo en una sola palabra utilizaría "descubrimiento". Descubri lo que es el amor incondicional, que la maternidad es una de las labores más sacrificadas y difíciles de la vida; además que los seres humanos somos capaces de salir adelante a pesar de que todo se vea cuesta arriba. Este año me sirvió para descubrir que todos los días se aprende algo nuevo y el día que dejas de hacerlo simplemente es un día perdido.

Descubrí desde lo más banal a lo más profundo; que el silencio y el espacio personal son términos que desaparecen de tu vocabulario desde el momento en que tu hijo abandona su refugio y sale al mundo. No es que me esté quejando, es solo que debes adaptar tu vida por completo, ya no eres dueña de tu tiempo y hasta de tus gustos culinarios dejas de serlo, al menos por un tiempo.  El ser mamá me demostró que a pesar de uno decir que no está lista para serlo, la vida se encarga de demostrarte lo contrario.

Creo que lo más importante que descubrí es que Syaoran es un excelente padre que vive preocupado de nosotros y trata de ayudarme lo más que puede. Como Namura cumplió su palabra y Syaoran trabaja desde casa las cosas han sido más sencillas para mí ya que siento su apoyo de manera constante; con solo decir que la gran mayoría de las veces es él quien se encarga de sorprenderme con sus dotes en la cocina, en este tiempo descubrí que además de ser un excelente padre es un increíble cocinero.

- Aquí estabas Sakura.- la voz de mi amado llama mi atención. - el desayuno está servido, aprovechemos de comer ahora que hay silencio.

- Tienes razón, no me había percatado de eso.- dejo mi pequeño cuaderno en el escritorio.- por lo que veo ya eres todo un experto cuando de hacer dormir a un bebé se trata.

- No sé si seré experto pero me encanta ya que al hacerlo aprovecho la instancia para tomar una pequeña siesta.

- No tienes ni que decírmelo, más de alguna vez he entrado en la habitación y te he encontrado dormido.

Estamos en plena conversación cuando un exquisito aroma despierta mis sentido; el aroma que me recuerda lo privilegiada que soy al tener el mejor chef del mundo en mi vida y que me regalonea cada vez que puede; el amor de mi vida.

- Vamos a comer, no siempre podemos hacerlo tan relajados. - le digo mientras tomo su mano para guiarlo hacia la mesa.

- ¿Ya hablaste con Tomoyo? - me pregunta antes de tomar un sorbo de café.

- Si, está todo listo, debería llegar con Eriol a eso de las 4 de la tarde para ayudarnos.

- Que bien; los chicos también vendrán pero conociéndolos llegarán justo a la hora para no tener que ayudar y solo dedicarse a comer. -  me dice mientra veo como intenta tomar un trozo de dashimaki que se resiste a ser comido.

- No te preocupes, podemos terminar todo sin su ayuda además deben estar agotados, recuerda que ellos están haciendo el trabajo que te corresponde a ti así que mejor ni pienses en molestarte con ellos.

No es que quiera defender a ese grupo de chicos pero desde que salí del hospital ellos se han echo cargo de todo lo que respecta al trabajo y Syaoran casi no recibe llamadas de urgencia ya que ellos intentan controlarlo todo. Sin duda cuando ya le tomemos el ritmo a nuestra nueva vida haremos una gran barbacoa con todos ellos, se merecen todo mi respeto.

- Tu padre también viene, ¿cierto? - me pregunta luego de ganar la batalla contra el pequeño trozo de dashimaki.

- Si, además tengo entendido que anoche arribó Touya junto a Nakuru, al parecer mi hermano pidió un par de días libres en el hospital para venir a visitarnos.

Enamorándome  De Mi ProtectorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora