𝗗𝗘𝗕𝗜𝗘 - ashton irwin

05: Fiesta de bienvenida

05: Fiesta de bienvenida

Debie se encontraba mostrándole distintos outfits a su mejor amiga por videollamada. La dichosa fiesta para celebrar su llegada sería en un par de horas y aún no decidía que ponerse. Ni siquiera estaba segura de querer estar en la fiesta, sentía ansiedad de tan solo pensarlo, pero, había decidió ir, experimentar cosas nuevas y salir de su zona de confort así que no tenía pensado retractarse. Se puso frente a la cámara, mostrando el cuarto outfit que había armado, jugó a ser una modelo haciéndole poses a la castaña quien sonreía mientras comía papas fritas.

— Creo que quedaría mejor con la falda, y si te incomoda mucho el top o te da frío puedes utilizar tu lindo abrigo blanco, se vería realmente lindo. — sugirió la castaña. Admes era muy buena para esas cosas, tenía un don para vestirse y para dar consejos de moda. Solía decirle que era su asesora de moda personal.  Tal vez el salir constantemente a fiestas y eventos le habían ayudado a desarrollar ese don, también el pasar horas en Pinterest viendo outfits. la rubia sacó el dichoso abrigo del armario colocándoselo. — Oh, y puedes ponerte los zapatos negros que te regalé en tu ultimo cumpleaños. No es por nada, pero son fabulosos.

— Deben estar por aquí. — dijo la rubia mientras se ponía a buscar aquellos zapatos que tanto había deseado y su mejor amiga le había regalado en su cumpleaños numero diecinueve. Los estuvo buscando por unos minutos hasta que por fin los consiguió. — ¡Los encontré! — exclamó, mostrándolos. Se miró a la cámara mientras le mostraba el outfit ya armado a su mejor amiga. Le había gustado mucho el resultado, se sentía preciosa.

— Me encanta. Imagínatelo con el maquillaje y el peinado, wow. Vas a quedar preciosa, me envías muchas fotos y por favor, diviértete. — le dio esa mirada que siempre le daba cuando le pedía o más bien le exigía que se divirtiera.

— Lo intentaré, te lo prometo. Muchas gracias, te debo una. — le regalo una sonrisa a su amiga.

— No tienes que agradecer, tontita. Para esa estamos.

— Debo irme, te llamo luego.  — se despidieron y la rubia colgó, suspiró al ver que en pocas horas empezaría su tortura, mejor conocida como la fiesta. Iba a ser una larga noche, de eso estaba segura. La rubia se maquilló sutilmente y alisó su cabello. Se aplicó perfume y guardó un par de cosas en su bolso, se miró en el espejo mientras se terminaba de colocar el abrigo, Admes tenía razón. Había quedado increíble. Se tomó una foto frente al espejo para enviárselo a su mejor amiga junto con un par de emojis, cuando se envió la foto escuchó un golpes en su puerta.

— Debs, ¿estás lista? Ya es hora de irnos. — escuchó la voz de su hermano detrás de la puerta.

— Casi lista, bajo en unos minutos. — respondió.

Acomodó su falda, después su abrigo y al final su cabello. Salió de la habitación dando pasos lentos ya que aún no se acostumbraba a los tacones. Se encontró a su hermano y cuñada esperándola en la sala.

Sierra soltó un silbido al verla, Debie sonrió con timidez terminando de bajar las escaleras.

— Te vez fabulosa, cuñada.

— Estás preciosa, hermanita. Se nota que eres mi hermana. — los tres rieron mientras Sierra le daba un pequeño empujón a Luke. — Bueno, hora de irnos. Los demás nos deben estar esperando.

Salieron del lugar, afuera los esperaba una camioneta con chofer incluido para llevarlos a donde sería fiesta. Los tres subieron al auto, por lo que había escuchado el lugar quedaba muy cerca de la casa, a unos diez o máximo quince minutos. Durante el trayecto estuvo observando a través de su ventana la vista, era la primera vez que visitaba LA, le parecía un lugar precioso. Si así era de noche no se imaginaba como sería de día, tenía muchas ganas de recorrer el lugar de punta a punta. Grabó un par de videos para subirlos a sus historias de Instagram. El auto de estacionó frente a un bar que se notaba era muy popular y lujoso, se bajaron del auto e inconscientemente se aferró al brazo de su hermano, el guardia que estaba en la entrada les dio la bienvenida y saludó con confianza a Luke, quien solía asistir a ese lugar con frecuencia.