𝗗𝗘𝗕𝗜𝗘 - ashton irwin

02: LA, ¡allá vamos!

02: LA, ¡allá vamos!

Debie se despertó sobresaltada ya que su teléfono no dejaba de sonar. Una canción de las Spice Girls se escuchaba por toda la habitación y eso solo significaba que Admes estaba llamando.

Soltó un bufido y se estiró un poco para alcanzar el aparato que se encontraba sobre la mesita de noche. Eran apenas las ocho de la mañana, solo Admes era capaz de llamarla tan temprano sabiendo que dentro de unas cuantas horas tenía que estar en el aeropuerto para tomar un vuelo directo a Los Ángeles. Deslizó su dedo por la pantalla atendiendo la llamada.

— Espero que sea bueno lo que me tienes que decir porque estaba durmiendo plácidamente antes de que llamaras. — dijo con la voz un poco ronca, tenía la garganta seca.

— Deja el drama, niña. — respondió sin darle importancia a lo que su amiga había dicho. — Necesito que me hagas un favorcito.

— ¿Un favorcito? — preguntó. — ¿En qué problema te metiste ahora, Admes?

— En ningún problema, que mal piensas de mí. — fingió sentirse ofendida. — Necesito que vengas al bar de la familia de Julie, ahora.

Julie era una compañera de ambas de la Universidad, era muy inteligente y una muy buena chica. Julie solía ayudarlas a estudiar, estaba segura que se convertiría en una gran abogada.

Lo contrario a ella, en ese momento no entendía porque había elegido estudiar esa carrera. Bueno, tal vez si sabía por qué, y habría sido para salir del paso, la había elegido solo por elegir algo y por no quedar como una tonta al ver a todos sus amigos estudiar algo. Pero ahora se daba cuenta de sus malas decisiones y de que no estaba completamente conforme ni feliz.

— ¿Qué demonios hiciste, Admes? — preguntó desarropándose.

— ¡Que no hice nada, joder! Solo... espera. — se escucharon varios murmullos, pero por más que intentó escuchar no pudo entender nada de lo que hablaban. — Solo ven ¿sí?

— Bien, iré. Pero me debes una y muy grande.

— Sabia que podía contar contigo, mi hermosa mejor amiga. Nos vemos, no tardes. ¡Te quiero! — la escuchó lanzar un par de besos y colgó. La rubia soltó un gran bostezo mientras se estiraba aún en la cama, se levantó aun adormilada.

Bajó las escaleras mientras llamaba a sus padres, nada. Absoluto silencio. Le pareció muy raro, no le habían dicho nada sobre si iban a salir.

Entró a la cocina encontrándose con una nota pegada en el refrigerador, donde le avisaban que habían salido a resolver unos asuntos. Leyó la nota intentando recordar si en algún momento le habían dicho algo acerca de esos asuntos y no pudo recordar nada.

Dejó la nota en el mismo lugar donde la había encontrado y subió a su habitación nuevamente. Se duchó, cepilló sus dientes y se vistió rápidamente colocándose un mom jeans, un top de rayas blancas y negras y unas zapatos negros de tacón cuadrado. Se peinó y decidió dejar su cabello suelto, luciendo sus ondas naturales, se puso un poco de perfume, se maquilló sutil y rápidamente, y  finalmente tomó su bolsa. Se dio una última mirada en el espejo, asegurándose que estuviera todo en orden y bajó. Decidió no desayunar por dos razones: Odiaba desayunar sola y Admes le había dicho que no se tardara.