ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 31: ᴇʟ sᴇᴄᴜᴇsᴛʀᴏ

870 98 36
                                    

Narra Joel:

Me separe rápidamente de Emilia, ha escuchar una llaves caer y ahí la mire a ella, se encontraba algo confundida, salió de la casa rápidamente.

Me levante del sofá y iba a salir atrás  de ella pero Emilia, me tomo de la mano y sonrió.

- Dejala Joey, recuerda que la quieres olvidar y yo estoy aquí para ayudarte

- Tienes razón -Me senté en el sofá nuevamente, ella me tomo de la mano y comenzó a acariciarla.

- ¿Vamos a una disco? -Dijo Erick mientras bajaba las escaleras.

- Por que no -Respondí y el asintió.- Bien le avisaré a los chicos.

Asentí y el subió a avisarle a los demás y a las chicas.

- Bueno en media hora nos vamos -Bajo mientras me avisaba.

- Esta bien -Respondí y camine hasta mi cuarto, me bañe y me arregle, al estar listo, baje y me encontré con todos.

- Oigan ¿Romina no a llegado?

- Llego, pero se volvió a ir -Mencionó Emilia y el asintió.

- Le hablare, solo para avisarle que no estaremos y no se preocupe. -Dijo Erick.

Camino hasta la cocina y minutos después regreso.

- No contesta -Mencionó con un tono preocupado.

- Quizás y este enojada con nosotros y con mucha razón, la hemos ignorado.

- Bueno vamos, solo espero que este bien

- Por que dices eso? -Nadia lo miro.

- Siento una presión en el pecho, pero no le tomare importancia, vamos que esta noche es para divertirnos

Salimos de la mansión directo a una discoteca, al llegar entramos y nos sentamos en la barra.

- ¿Quieres bailar? -Le pregunte a Emilia, ella inmediatamente asintió con una sonrisa y tomo mi mano.

Caminamos hasta la pista, ella colocó sus manos en mi cuello y yo en su cintura y comenzamos a bailar al ritmo de la música.

Ella se acerco a mi y me beso mientras acariciaba mis rulos, seguí el beso hasta que nos separamos por falta de aire así que seguimos bailando.

Narra Romina:

Desperté, atada en una silla mis lagrimas comenzaban a salir nuevamente.

Después de unos minutos entro Regina con una sonrisa maliciosa.

- Veo que despertaste querida, te presento tú castillo -Rió.

- Dime que es lo que quieres de mi -Solloze.

- Que dejes a MI Joel en paz -Remarco mi.-

- Una no es tuyo y dos no estoy con el así que puedes dejarme en paz.

Ella se acerco a mi y me dejo ir una gran bofetada.

- Claro que es mio y solo mio y estas mal de la cabeza si crees, que te dejare libre, estas completamente loca.

- Más loca que tú lo dudo -Respondí con mucho enojo, ella volvió a acercarse y me dio otra bofetada.

- Te cuento un pequeño secreto.

Yo la mire mal, ella sonrió y se sentó a lado de mí.

- Yo soy tú prima, mi mamá es prima de mi mamá, aunque son muy lejanas y creas o no por eso yo se todo de ti.

- No seas mentirosa tú no eres mi prima.

- Lo soy y si no me crees, hay qua hacer una prueba de ADN.

- Si dices que eres "mi prima" -Hice las comillas.- Por que me tienes tanto odio. -Solloze.

- Tú y tu mamá siempre han tenido todo, amor, dinero y al hombre que aman y lo único que deseo es verte sufrir por quitarme el amor del hombre de mi vida.

- Yo no te quite nada Regina. -Grite enojada.

- Claro que lo has hecho y no sabes cuanto te odio

- Regina por favor dejame irme de aquí te lo suplico. -Pedí.

- Eso jamás, vete despidiendo de mundo -Susurro y salió.

Mis lagrimas caían sin cesar por mis mejillas ¿Regina mi prima? Es algo que no me quedaba en claro.

Después de una hora entra un chico, lo miro bien y es el novio de Lara.

- Quiero que la cuides de aquí que venga iré a hacer una compras -Aviso Regina y salió.

- Mira nada más que hermosura tenemos aquí -Se acerco a mí.- Sabes algo, desde el momento que te conocí me pareciste una chica muy atractiva, eres mucho más bonita que tu amiga Lara, que es super aburrida por cierto.

- Sabia que eras malo, maldita sea.  -Grite.

- No grites -Sonrió y se acercó más a mi y me beso, me separe rápidamente.- ¡AYUDA, AYUDA! -Comence a gritar con mucha desesperación.

- Hay mi amor, nadie te va a escuchar, así que grita lo que quieras. -Salió no sin antes besarme.

- Maldito asqueroso -Grite mientras sollozaba.

Quería que esto fuera un sueño, del cual ya quería despertar.

El llego con un plato de comida, me lo entrego pero antes me desamarro de la silla.

El se voltio así que cargue la silla y le di con ella en la cabeza.

Tomo rápidamente mis cosas y salgo rápidamente de donde sea que este.

Comienzó a correr con mucha desesperación, prendo mi celular para poder llamar a alguien pero no tengo nada de pila ni señal pasa un minuto y mi celular se apaga.

Sigo corriendo, sin rumbo mientras ojos comienzan a quemar, me siento realmente desesperada.

Suspiró para poder calmarme, así que sigo corriendo, siento que alguien me sigue así que volteo encontrándome con un hombre muy ebrio, corro mas rapidó, tengo mucho miedo eso no lo puedo negar.

A lo lejos pude ver la carretera, siento como me toman del brazo encontrandome con ese tipo.

- Hola preciosa -Susurro en mi oído.-

- Suelteme -Pedí con lagrimas en mis ojos.

- No preciosa.- Coloco su nariz en mi cuello mientras lo olía y yo solo lloraba.

Comencé a hacer fuerzas para que me soltara pero era imposible, así que le doy un golpe donde más le duele, gruño y me soltó.

- Maldita -Grito, lo ignore así que comencé a correr nuevamente, hasta que llegue a la carretera.

Mire que iba pasando un taxi así que le hice señas, el se paro y subí rápidamente.

- ¿Se siente bien señorita? -Pregunto amablemente.

- Si estoy bien solo que necesito que me lleve a esta dirección -Se la di mientras secaba mis lagrimas, el conductor asintió mientras ponía el auto en marcha.

El venía concentrado en el camino y yo solo pensaba en lo que sucedió.

Es increible como pasan las cosas en un instante.

♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡
Voten, espero que les guste y denle mucho amor y comenten que les pareció, besos❤


100 años. |Joel Pimentel.| Terminada.✔|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora