100 años. |Joel Pimentel.| Terminada.✔|

ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 27: ᴊᴏᴇʟ ʜᴀ ᴅᴇsᴘᴇʀᴛᴀᴅᴏ

Narra Romina:

Dos semanas, cada vez me siento más desesperada.

Cuando le avisamos a Patty, ella se puso muy mal y quien no, ella se ha estado quedando con nosotros en la mansión.

Ella a sido como una madre para mi y Erick.

Como todos los días, llegamos al hospital y camino hasta el cuarto de Joel, entro al cuarto, mientras me recostaba en su pecho y sollozaba.

Cada día perdía las esperanzas de que el despertara.

Me levante de ahí y estaba apunto de salir hasta que siento que toman mi mano.

Volteo y miro a Joel que apenas esta abriendo los ojos.

- R-Romina. -Dijo con voz ronca.

- Joel -Dije mientras me acercaba a el y lo abrazaba.- Iré por un doctor para que te revise. -Sonreí en medio de mis lagrimas.-

- ¿Que me paso? -Murmuro con confusión

- Estabas en coma -Respondi.

El abrió los ojos un poco sorprendido.

- Iré a buscar a un doctor ahora regreso -Sollozo el asiente con una pequeña sonrisa y salgo.

Llegue hasta los chicos y ahi mismo se encontraba el doctor.

- ¡Joel ha despertado! -Dije feliz.

Todos abrieron los ojos a más no poder mientras una sonrisa se formaba en sus rostro.

- Que buena noticia -Mencionó el doctor.- Iré a revisarlo. -Camino hasta la habitación de Joel.

Minutos después salió.

- ¿Como esta? -Preguntó Johann.

- El esta bien, quizás salga en una semana y lo olvidaba quiere ver a Romina. -Dijo con una pequeña sonrisa y se retiró.

- Patty si quiere pase usted primero.

- Pero te quiere ver a ti. -Sonrió con un poco de nostalgia.

- Yo digo que usted primero vaya a verlo -Le di una pequeña sonrisa- Después voy yo.

- Esta bien, necesito ver que el este bien. -Dijo y comenzó a caminar hasta su cuarto.

Despues de media hora salió así que entre.

- ¿Como te sientes? -Pregunte mientras me acercaba a el.

- Me siento bien -Sonrió un poco.

- Que bueno. -Sonreí.- Sabes -Susurre con un nudo en la garganta.

- ¿Que cosa? -Me miro a los ojos.

- Sentía que te perdía -Dije con la voz cortada y mis lagrimas no tardaron en caer por mis mejillas.

- ¡No llores por favor! -Seco mis lagrimas y acaricio mi mejilla.- Siempre escuchaba todo lo que me decías -Tomo mi mano y comenzó a acariciarla.

- Perdóname -Pedí mientras jugaba con sus dedos.- Perdóname, todo estaba bien entre nosotros pero lo arruine

- Shh -Puso su dedo en mi labio.- No pidas perdón. -Me acerque mas a el y nuestras respiraciones comenzaban a chocar, el capturó mis labios en un calido beso.

- Te amo -Acaricie su mejilla.-

- Yo te amo a ti mi vida -Beso mi frente.

Estuvimos platicando un buen rato hasta que recordé que los chicos lo querían ver.