ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 25: ᴛᴇ ɴᴇᴄᴇsɪᴛᴏ ᴄᴏɴᴍɪɢᴏ

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Narra Romina:

Ya era de mañana, y todavía no nos dejaban pasar a ver a Joel.

Estaba bastante desesperada, me recoste en el hombro de mi hermano y el comenzó a acariciar mi cabello.

- Ve a casa a descansar -Murmuro en mi oído, pero me negué.

- No Erick, yo de aquí no me muevo.

- Vamos preciosa, ve y descansa aunque sea un rato. -Me miro.

- No, yo me quedo aquí.

- Nosotros te avisaremos cualquier cosa -Dijo zabdiel llegando hasta nosotros.- Necesitas descansar un poco.

Lo pensé varias veces, si necesitaba descansar pero no quería irme, no sin antes ver a Joel.

- Primero quiero ver a Joel. -Pedí, esa era mi condición, solo así iría a descansar.

- Eso no se puede -Zabdi hizo una mueca y bostece.

- Bien, entonces me quedo aquí -Volvi a recargarme en el hombro de mi hermano y segundos después caí en un profundo sueño.

Desperté ya que mi cuello comenzaba a doler.

- Auch, mi cuello -Me queje mientras me acomodaba bien en la silla.

- Ya puedes pasar a ver a Joel.

- ¿Enserio? -Sonreí y el asintió.- Ahora regreso -Dije y me dieron el numero de habitación y camine hasta ella.

Al entrar, mire a Joel con muchos aparatos y un nudo se formo en mi garganta mientras las lagrimas no tardaron en resbalar por mis mejillas.

- Maldita sea, ya te tenia pero como siempre arruine todo -Solloze y tome su mano.- Por favor no te vallas de mi lado, yo te amo demasiado que no soportaría si te pierdo -Bese su mano.- Te amo -Susurre con lagrimas y salí de ahí.-

Comencé a caminar hasta los chicos y abrace a mi hermano.

- Me duele verlo así Erick. -Llore en su pecho.-

- A todos nos duele verlo así Romi, a todos. -Acaricio mi cabello.

Una semana después

Narra Romina:

Llego nuevamente al hospital y me encuentro a los chicos hablando con una chica de ojos verdes,  morena claro.

- Hola -Salude mientras me acercaba a ellos.

- Hola -Respondieron al unísono.

- Romina, te presentamos a Emilia Mernes una gran amiga de Joel -Dijo Richard.

- Mucho gusto linda -Dijo con una sonrisa mientras extendía su mano.

- Romina colón, mucho gusto -Correspondi el saludo.- Iré a ver a Joel -Los mire y ellos asintieron.

Comencé a caminar hasta su cuarto, entre y tome sus manos.

- Sabes te extraño tanto, te pido que ya despiertes por favor -Mis  ojos se cristalizaron.- Te necesito conmigo mi vida -Mis lagrimas comenzaron a caer por mis mejillas.- Me haces tanta falta.

- Necesito mirar esos hermosos ojos, y que me beses, así como solo tu lo sabes hacer, te necesito a ti para poder a estar bien, por que sin ti, me siento realmente perdida.

- Y por último solo quiero que sepas que te amo, mas que a cualquier cosa en esta vida, y nunca te dejare solo, nunca mi amor -Bese su mejilla y salí de ahí, seque mis lagrimas y camine hasta el pasillo.

100 años. |Joel Pimentel.| Terminada.✔|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora