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“¿Por qué diablos no contestas mis llamadas, Lee Taeyong? La cena con los Seo es en tres días y necesito decirte algo muy importante. Recuerda que no puedes llevar a nadie más que a Doyoung.”

Taeyong rodó los ojos ante el mensaje de su hermana que leyó mientras preparaba el desayuno. Lo cierto era que su semana había sido muy pesada y apenas había tenido tiempo de algo. 

Pero al fin era sábado, no tenía más prácticas en la cocina, podría llamar a su hermana y también comería con su amigo Doyoung. Al pensar en este último miro el reloj, había planeado levantarse más temprano pero el cansancio de la semana hizo que se despertara más tarde de lo previsto y ahora tenía el tiempo medido para llegar con su amigo. 

- La llamaré cuando este con Doyoung – se dijo a si mismo mientras se apresuraba para irse – 

Salió  justo a tiempo de su departamento, su amigo trabajaría medio día por lo que considerando el tiempo en el subterráneo llegaría justo a la hora de la salida del otro. En el transcurso del viaje pensó en marcar a Irene pero con el ruido de fondo lo descarto y decidió que mejor escucharía música. 

La compañía donde trabajaba Doyoung pertenecía a la familia de Taeyong, la propiedad de esta aún era de su abuelo mientras que su padre era el CEO. Por eso no fue extraño que Taeyong atravesara la recepción y se dejara caer en uno de los sillones ante la mirada divertida de la recepcionista. 

- ¿Saldrás con Doyoung? – pregunto Yeri ofreciéndole un dulce – 

- Así es – asintió - ¿Alguna novedad? –

Pregunto Taeyong pues la chica parecía siempre saber que ocurría dentro de la empresa. 

- Bueno no es exactamente algo, - dijo Yeri bajando la voz – pero hay mucho movimiento últimamente, hay un rumor de que tu padre piensa retirarse pronto – 

Aquello tomo por sorpresa a Taeyong pues nadie en su familia había mencionado nada al respecto. Pero antes de que pudiera preguntar algo más Doyoung salió de uno de los ascensores y tomando su muñeca lo jalo del sillón hacia la salida. 

- Nos vamos ahora, - dijo el castaño – adiós Yeri – 

- ¿Qué sucede? – pregunto el rubio cuando ya estaban en la acera – 

- Jaehyun, eso es lo que sucede – 

Taeyong rio ante las palabras, Jung Jaehyun, era un interno del área de recursos humanos con el que Doyoung había sido amable en un par de ocasiones. Eso en si era lo bastante sorprendente para el rubio, pero luego lo increíble sucedió, el pelinegro desarrollo una fuerte infatuación hacia Doyoung. 

Hacia un par de meses Yeri le había contado a Taeyong como es que Jaehyun se dedicaba a acosar a Doyoung y desde entonces nunca faltaba ninguna novedad respecto de eso. Si le preguntaban a Taeyong diría que sospechaba que la repulsión que fingía hacia el interno no era del todo cierta pues el castaño no era de soportar tonterías de nadie pero por lo que Yeri le había contado Jaehyun no había recibido ninguna mala palabra. Aunque ya que apreciaba su vida no diría nada… aun. 

Terminaron en un restaurante cercano y apenas ordenaron empezaron a platicar de lo que había sucedido en la semana. 

- …entonces me dio en medio del comedor estas galletas en forma de conejito – se quejó el castaño – 

- Así que las rechazaste y le diste una bofetada – 

- ¿Qué? No – respondió Doyoung - ¿Por qué haría eso?  - 

- Porque, y cito: “Es un loco acosador” – 

- ¡Me dijo que las hizo junto con su primo! – se quejó el castaño – Del cual lleva una foto en su cartera, la que me enseño con su sonrisa de hoyuelos – 

Pandora's BoxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora