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Johnny esperaba recargado en su auto, estaba ansioso y nervioso aunque de alguna forma agradecía el sentimiento, era un buen cambio del sentimiento de constante anhelo. 

Después de casi dos semanas de pesada mudanza finalmente Taeyong  se mudaría a su departamento conjunto, y si bien su trato era de alguna forma cortes era obvio que este aún era distante, por lo que el que de repente vivieran juntos era como un juego de ruleta rusa. 

Vio el preciso momento en que Taeyong salió de la escuela, lo notó enseguida y después de despedirse de sus amigos camino hasta donde estaba. 

- Hola – saludo el rubio con obvio nerviosismo – 

- Hola, - respondió Johnny intentando ocultar el suyo - ¿Listo para irnos? – 

- Listo – 

Antes de que fueran a su departamento habían acordado ir a cenar y luego pasear un poco para aliviar la tensión. Taeyong rio cuando vio que Johnny había escogido uno de los restaurantes de los Lee, su favorito, para la cena. 

Mientras esperaban por su comida el rubio conto animado a su prometido como Irene había remodelado aquel restaurante hacía apenas unos meses. 

- Los abuelos y nuestros padres siempre nos traían a este restaurante en los cumpleaños, fechas importantes  y… ¿Qué pasa? – pregunto cuando noto la forma en que el otro lo miraba – 

- Nada, solo creo tu entusiasmo es adorable. – dijo Johnny con una sonrisa – Veo que realmente amas los restaurantes, ¿Por qué no ser el CEO? – 

- No tengo talento para eso y realmente no estoy interesado. – respondió con un encogimiento de hombros – A Irene le gusta manejar los restaurantes, pero no quiere saber nada de manejar la compañía – 

- ¿Es por eso que estudias gastronomía? – 

- Si, - respondió sorprendido de la rápida conexión que hizo Johnny – si no puedo dirigir la compañía quiero ser el chef principal de todos – 

- Lo lograras, yo te apoyaré -  

Las palabras que pretendían ser dulces tensaron a Taeyong, afortunadamente la comida llego antes de que tuviera que responder. Durante la cena hablaron de cosas más ligeras, sobre la escuela y el trabajo principalmente, mencionaron brevemente el espinoso tema de la fiesta de compromiso.  

Terminada la cena Taeyong sugirió que caminaran un poco para bajar la comida, Johnny acepto aunque no pudo evitar reír cuando su paseo se convirtió en un una prueba de comida callejera. 

- No importa cuanto lo intentes, simplemente es difícil imitar este sabor en un restaurante – dijo Taeyong ofreciéndole un poco de tteokbokki – 

- Creo que el que preparas es mejor – respondió Johnny, el rubio rio y fue su turno de preguntar cuando este le dirigió una mirada extraña - ¿Qué sucede? – 

- Esta es como nuestra primera cita, – señalo con una risa incrédula – pero ya estamos comprometidos y esta noche empezamos a vivir juntos, es… surrealista – 

- Lo es – 

- ¿Por qué? – 

- ¿Qué cosa? – 

- ¿Por qué aceptaste el compromiso? – pregunto Taeyong con genuina curiosidad – Estos días me he quebrado la cabeza pensando en que razón pudieras tener, pero no encuentro ninguna. Mi razón son los restaurantes, ¿Cuál es la tuya? – 

Hubo un largo silencio en el que Johnny miro a todos lados menos a él, por un momento pensó que no contestaría para nada y estaba a punto de hablar cuando el otro finalmente lo hizo. 

Pandora's BoxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora