Capítulo siete

160 10 14
                                    

Ya se paseaba a caballo por la zona, Eugeo se veía bastante imponente en la parte trasera de su pequeña fila, siguiendo a los nueve soldados que tendría frente de sí. Era una formación de "cazo" por lo que, en caso de divisar guerrilleros, los flanquearían casi de inmediato.

Los cuatro caballos servirían para perseguir, Eugeo sujetaba en su mano el pomo de su espada de la rosa azul, la cual era una cosa que le maravillaba por lo impresionantemente hermosa que era.

Se veían algunos animales como ratas de campo o conejos, malo sería encontrarse una manada de lobos o un maldito oso. Eran suficientes para enfrentarlos, sí, aunque no era nada bueno encontrarse algo similar por esos rumbos, definitivamente.

Subían por una parte un poco empinada, los dos soldados que iban más al frente avanzaban cuarenta sazhen y se tumbaban al suelo para analizar cualquier cosa, vigilando que no hubiera presencia de trampas, de soldados en los árboles, en fin, dificultaban que hubiera guerrilleros.

-Ya nos faltan unas setenta sazhen para terminar lo que nos pidieron allá en el cuartel. –Dijo el ayudante.

-Sí...y las cosas van muy tranquilas, por lo que no me siento muy confiado de que acabemos sin...

Un soldado corría directamente hacía el caballo de Eugeo, haciendo varias señas y mascullando su nombre.

-¡Encontramos a cinco guerrilleros recolectando comida!

-Eso nos viene perfectamente... -Eugeo avanzó su caballo hasta quedar bien en frente, haciendo notar a los demás soldados que iban a caballo que era hora del enfrentamiento. Uno de los pelotones corrió alentándose varias sazhen, alertando a los guerrilleros.

Con algunos ataques de magia trataron de atacarlos, pero éstos se defendieron e hicieron lo mismo. Los caballos aparecieron al poco tiempo, persiguiendo a los guerrilleros que trataron de correr.

El muchacho usó su espada para darle un tajo a uno de sus enemigos, derribándolo al suelo, alcanzando a otro para bloquearle el paso con el caballo. Otro soldado lo alcanzó por detrás.

Acabando con los guerrilleros, uno de los pelotones atrapó al prisionero, al cual ataron de forma rápida. Eugeo bajó de su caballo únicamente para que lo subieran a él. Los cuatro caballos se fueron lo más rápido posible, al igual que los guerrilleros.

Se habían escuchado las detonaciones de magia, por lo que, obviamente, irían a buscarlos, de ahí que tuvieran prisa para evitar una refriega mayor cuando no era en lo absoluto necesaria.

-Nada mal, senior. Atrapó a un prisionero y acabó con un pequeño grupo, seguro que las cosas irán bien.

-Bastante. Ya con lo que diga el prisionero podremos controlar la zona, por lo que no debemos preocuparnos. Je, quizá la guerra sea más corta de lo que parecía en un primer momento.

En el pueblo, las cosas eran tranquilas y pacíficas. Alice había ido a casa de Asuna, la cual ya tenía el estómago hinchado, obviando el hecho de su segundo embarazo.

-Malamente no puede venir, sigue allá en los frentes. Ahora me da más miedo que se muera, no solo va a dejar sin padre a Yui...sino también a este pequeñín que viene en camino.

-¿Cómo le podrás si es hombre? –Preguntó Alice, quien cargaba a la pequeña Yui en brazos.

-Me gustaría que eso lo decida Kazuto, ya que yo nombré a Yui. Pero, si es niña, me gustaría ponerle Yuuki.

-Es duro pensar que ya no está con nosotros...

-Lo sé. Pero no le viene bien al bebé que me ponga triste, así que no hablemos de esos temas. –Asuna tomó ahora en Yui en brazos, quien movía sus bracitos de manera brusca, casi deseando volver a los de Alice.

Razdavit' (AlicexEugeo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora