Capítulo doce.

172 11 46
                                    

Se preparaban las cosas para la boda, ya no faltaría mucho para su realización, que era algo completamente de facto.

Durante todos esos meses, la depresión de Eugeo no mejoró, al igual que la de Alice, quien pasaba la situación un poco mejor que su contrario.

Era invierno de nuevo, había pasado un año desde la guerra de guerrillas contra Aleksán, y la verdad las cosas iban para mejor con el matrimonio y sus dos hijos.

Yui ya caminaba sin problemas, aparte de poder hablar con una fluidez mayor a cuando recién había nacido Lev.

Hablando del pequeño, su cabello era un poco largo, pero se veía tan lindo con él. Era del mismo color y tipo que el de Asuna, lo que era bastante lindo.

Ya hablaba y caminaba también, y siempre jugaba con Yui y Alice. Ella seguía viviendo en casa de Kazuto y Asuna, cuidando de los niños o sacándolos a dar una vuelta por el barrio. Asuna de vez en cuando también los acompañaba, pero las cosas del hogar era a lo que se dedicaba la mayor parte del tiempo.

La chica nunca se había quejado de cuidar a los niños, con que siempre fuera recibida con gusto en esa puerta, le bastaba, incluso le sobraba la gratitud con sus dos amigos.

Selka se probaba el vestido de novia, siendo ayudada por su madre, quien no había hablado con Alice desde que ésta partió de casa. Selka seguía un poco afectada por ello, pero a veces iba con su hermana a hablar de algunas cosas.

No sabía por qué, pero tenía una leve intuición, Alice siempre evadía y desviaba el tema de la boda. No se podía terminar de creer que la discusión de su madre con ella fuera por su matrimonio con Eugeo.

Eso la hacía sentir mal, aunque no quería cancelar la boda en una fase ya tan avanzada. Quería evitar la cólera de su madre.

Y es que el muchacho no era el único desencantado con el asunto de la boda. Selka, orgullosa como toda mujer, sentía en su corazón que Eugeo no la amaba como era debido. Le tenía depositadas, al principio y antes de iniciar su relación, muchísimas esperanzas, y de ahí que su desencanto fuera mayor incluso que el sufrió su contrario.

Ambos estaban muy conscientes de que no eran el uno para el otro, sabían que pasados los años, incluso llegarían a odiarse tras fingir que se amaban cuando no era así.

La idea de que su vida se viera arruinada y frustrada por un matrimonio con Eugeo aterraba a Selka. Era increíble que en un año ella pensara eso, cuando antes era completamente imposible hacerse una idea que se le acercara a esa afirmación.

Cuando la otra parte no da amor, no hay nada que pueda hacerse. Es una relación destinada al más absoluto fracaso que se pueda imaginar, así se tuvieran unas expectativas enormes.

Cómo podrían platicar de ese tema aquellos dos. Era complicado, y si no se apresuraban, llegarían al altar completamente desenamorados, sabiendo que no podían amarse ni aunque les amenazaran, ¿y por qué no cancelaban su boda?

Selka: por temor a su madre. Eugeo: por no querer decepcionar a Selka. Aun quería ver si el amor de la cintura para abajo le podría ser útil para salvar la relación, al menos de su parte.

Ahí había otro enorme problema. Así como para amar ambas personas tienen que poner de su parte, lo mismo sucede al hacer el amor. Y Selka, sintiendo odioso el entregarse a un hombre que no amaba, no lograría que Eugeo tampoco se enamorara de su cuerpo.

Su relación estaba destinada al más rotundo de los fracasos, se pusiera en la mesa cualquier opción o alternativa.

Ya se tenía el vestido adecuado, Selka se puso el velo sobre la cara, observándose al espejo de manera completamente estoica. No sentía nada.

Razdavit' (AlicexEugeo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora