"Caja de Pandora" [Emiliaco]

Capítulo 01.

Maratón para que le vayan agarrando la onda a esta historia ¡Si que yes!

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Narra Emilio.

Vamos en el coche rumbo a nuestra casa, mamá va comentando lo mucho que le gustó la casa Bondoni, Diego al parecer si esta feliz con la chica aunque apenas tenga quince, Azul fascinada con la decoración de la casa y con Luis. Aunque claro mi amigo sólo tiene ojos para Loreto, Mi padre contento por que al fin va a tener acceso más fácil. Y yo... pues me quedé maravillado ante Joaquín, es un chico aparentemente feliz pero se que por dentro grita por ayuda. Me sorprendí el hecho de que Mauricio dijera que Joaquín odia las armas ¿A caso no sabe lo que su familia hace? Sería demasiado raro.

Juan: Al menos tenemos un buen negocio en puertas - la voz áspera de mi padre me interrumpe los pensamientos y lo miro por unos segundos mientras sonríe fue buena noche para él - ¿Qué sucede Emilio?

Me quedo en silencio varios segundos y estoy listo para sacar esa duda de mi mente.

Emilio: ¿Joaquín y Renata no saben los negocios sucios de Uberto? - mi pregunta sale firme y mi tono suena desesperado tanto que incluso todas las miradas se posan en mi. Mi papá niega ante mi pregunta y me sorprendió pues no pensaba que le ocultaban esas cosas a ellos. Mi mirada pasa hacía Azul que está jode y jode con que le de él número de Luis. - estas loca, no lo haré, No quiero que Loreto su novia - le recalcó a mi hermana - me quiera matar cuando se entere.

Azul: Ok, entonces no te pasaré el de Joaquín - la miro con el ceño fruncido.

Emilio: Ni siquiera me interesa tenerlo wey - Le digo seguro por que es la verdad, no niego que el chico está lindo y tiene un cuerpo de infarto...Pero no será uno más de su lista, ni mucho menos él lo será de la mía. Si algo así llega a pesar seguro Luis me matara.

Azul: Emilio. ¡Por favor! - chillo mi hermana, suele ser una intensa

Emilio: ¡No! Déjame ya - gruño ante ella lo cual genera que me lanze golpes los cuales llegan hasta Diego que está entre ella y yo. Le empiezo a pegar también jodiendo a Diego.

Diego: ¡Basta! - nos grito pegandonos a ambos. Mi padre nos dice que Ya dejemos de jugar de esa manera los tres nos detenemos pero claro Azul estira su mano para golpearme en la cabeza, Diego intenta no reírse y yo intento no matar a mensa está.

Al llegar a la casa subo de inmediato a mi habitación siento a Blue seguirme pero no le permito entrar prácticamente le cierro en la cara ella bufa y se regresa a su pasillo. Todos saben que no pueden entrar a mi habitación si lo hacen se las verán conmigo. Pero mi habitación es como un refugio donde escapo se está vida. Cierro con llave y me deslizó en la pared observo todo, mis cuadros, mis dibujos y mis pinturas pegadas en la pared o simplemente plasmadas en ella. Mi cama totalmente ordena pues me gusta mantener mi cuarto ordenado, un hermoso piano que compre con mis ahorro pues mi padre odia esto, siempre a dicho que es una pérdida de tiempo y lastimosamente es lo que me gusta hacer todo lo que tenga que ver con el arte. Me levanto del suelo y me quito la ropa para estar más cómodo y poder pintar o quizá tocar un rato mi guitarra. Pero me detengo al ver mi arma en la cama, la misma con la que amenace a Mariscal hace apenas unas horas y no es que me gusten ni usarla ni amenazar gente ¡Lo detesto! Pero es lo que me toca. Aún recuerdo cuando comencé a saber de ella y de la realidad de mi padre, pues para mi era una persona honrada pero vaya sorpresa no lo es.

Era un niño de apenas diez años cuando un día mi padre llegó totalmente golpeado y herido. No entendía lo sucedió pero aún puedo percibir la impotencia que sentía en esos momentos, cuando se recuperó del todo nos llamó a los tres a su oficina, Diego tenía doce, yo diez y Azul nueve. Éramos unos niños que su padre les contó que el dinero que ocupaban para sus cosas, sus juguetes y todo eso era dinero sucio en pocas palabras. Dinero de tráfico de drogas de inmediato mi mente de niño se fue a todas esas personas muertas con tal de protegernos pues no era tonto sabía lo que involucraba los negocios de esa índole. Lo odie desde un inicio pero no podía hacer más, ese mismo dia nos llevo a su otra oficina donde están esos papeles siempre pensé que ese lugar estaba embrujado pues nunca nos permitieron entrar en esa parte de la casa, ni siquiera me imaginaba Lo que había se encontraba.