Capitulo 1. Part. 3

97 5 0
                                    

Cuando oyó los familiares golpes retumbantes de "Wild Ones" empezar a sonar (ellas finalmente habían recogido su iPod, aparentemente) dio un entusiasta yuju y se lanzó a su baile con un abandono que no sabía que tenía. De algún modo, se había convertido en el centro de un círculo, podía ver a los chicos heterosexuales ahora, mezclados en medio de las chicas, todos ellos viéndose un poco perdidos y fuera de lugar, y era divertido, así que se echó a reír. Manos se deslizaron por sus brazos, haciéndolo temblar, y cuando alguien se presionó contra su espalda, él atrapó el olor familiar de colonia.
El pulgar de Harry rozó la muñeca de Louis. —Estás pasándolo bien.
—Sí. —Louis trató de sonreír por encima de su hombro, pero la mano de Harry se deslizó por su cadera, y él saltó, contento de que Harry no pudiera sentir la súbita erección que saltó ante el contacto.
Harry se agarró de la cadera de Louis con mayor firmeza, sosteniéndolo en su lugar.
—Oye, soy solo yo, tonto. ¿Qué, no puedes bailar conmigo de la manera en que estabas bailando con Sally?
No, Louis no podía. Excepto que cuando la voz de Sia retumbó a lo largo de la habitación y Harry lo llevó a balancearse, Louis comenzó a preguntarse si tal vez podía. Es solo bailar, se dijo.
Porque la verdad era, que quería bailar con su compañero de cuarto. Quería que Harry bailara con él de la forma en que había estado bailando con las chicas, y Louis quería dejarse ir lo suficiente como para ser de la manera en que había sido con sus propias compañeras. Quería ser capaz de sentir que se relajaba con Harry.
No podría hacer eso, sin embargo, porque entonces Harry lo sabría. Demonios, lo sentiría, porque incluso este contacto sutil tenía a Louis duro como una roca.
—Silencio. —Los labios de Harry rozaron su oreja, haciendo que Louis se estremeciera. Eso hizo que Harry se riera, aunque no sin amabilidad—. ¿Es así? ¿Estás siendo consciente de ti mismo porque te estoy encendiendo?
Cuando Louis no dijo nada, Harry resopló y tiró a Louis contra su cuerpo.
Louis se estremeció. Duro. Harry estaba tan duro como lo estaba Louis.
—Harry —graznó, todo su cuerpo volviéndose gelatina. Excepto su polla gritando.
Harry los mantenía en movimiento, sus toques suaves, calmantes, incluso mientras se mantenían a tiempo con el ritmo.
—Nene, está bien. Nosotros somos chicos. A ambos nos gustan los chicos. Estamos calientes, por lo que estamos excitados el uno por el otro. Gran cosa. No tienes que estar avergonzado de ello.
¿Él excitaba a Harry? ¿Era un chico caliente? Louis ladeó la cabeza, necesitando ver la cara de Harry.
Harry envolvió sus brazos alrededor del cuello de Louis y sacudió la cabeza. —Oh, Lou. Eres precioso, ¿sabes eso?
No, Louis no lo sabía.
—Tú me confundes —confesó, porque él había bebido demasiado.
Harry se rió, pero no era una risa desagradable, en absoluto.
—Tú te confundes, Lou. Apaga tu cabeza durante diez minutos y baila conmigo. No me importa si te vienes en tus pantalones. Simplemente déjate ir durante diez jodidos minutos.
Todo el cuerpo de Louis se sentía caliente. —No puedo hacer eso. No contigo.
—¿No puedes coquetear conmigo? —Harry le dio una mirada de vamos—. Lou. Tú puedes totalmente coquetear conmigo.
¿Espera, qué? Louis sacudió su cabeza, tratando de aclararla.
Harry suspiró y comenzó a hablar en el tono de alguien enseñándole a un niño algo sencillo que ellos harían complicado.
—Acéptalo, nene. Estás borracho. Estás encendido. Estás pasándolo bien, y se siente bien estar caliente. Estás en una fiesta llena de lesbianas, y yo. ¿Hay alguien aquí a quien vayas a dejar que te lleve a la cama esta noche?
—¿Qué? No. —Eso salió tan automáticamente que no pudo detenerlo, pero en lugar de estar molesto, Harry parecía estar esperando pacientemente a que Louis resolviera algo. Louis frunció el ceño, todavía sin conseguirlo.
Harry rodó los ojos, pero también se rió.
—Jesús. Lou, puedes coquetear conmigo, puedes hacer lo que sea que quieras, porque no vamos a dormir juntos. Así que deja de preocuparte por ello. Solo pasa un buen momento.
La música se deslizó hacia el coro, y Harry arrastró a Louis corporalmente de nuevo al baile.
Él se olvidó de estar molesto o confundido o de cualquier otra cosa, y en unos pocos compases se estaba moviendo a tiempo con el ritmo de su compañero, deslizando descaradamente sus brazos alrededor del cuerpo de Harry. Trató de mantenerse flojo, no pensar en cuán caliente lo ponía Harry, lo malo que era eso. No vamos a dormir juntos mantuvo zumbando en su cabeza, sin embargo, molestándolo.
La música cambió a "Raise Your Glass" de Pink, y la sala estalló en borracha y entusiasta gente cantando y bailando juntos.
La mayoría de las chicas saltaban arriba y abajo e hicieron alguna versión ebria de sacudir la cabeza mientras se ceñían al coro, pero Harry mantuvo férreo control de Louis y lo atrajo, alternando entre empujes sensuales con su muslo en la ingle de Louis y menearlos en profundos descensos que casi los llevaba hacia sus vecinos. Louis podía sentir la polla dura de Harry contra su cadera, y sabía que Harry podía sentir su erección también. Podía oler el sudor de Harry, podía a veces saborearlo en su lengua. El vino y cualquier otra cosa que había estado bebiendo llenó su cabeza, aumentando sus sentidos, haciéndole pensar que podía sentir a Harry en su lengua.
De repente, él quería. Realmente, realmente quería.
Raise Your Glass, la habitación gritó como uno, Harry también, su grito resonando en su pecho debajo de las manos de Louis.
Louis cerró los ojos, tomó una respiración fuerte por la nariz y enterró su cara en el cuello de Harry.
Él se emocionó cuando Harry se quedó inmóvil, y se rió, el sonido rodando por su estómago antes de que abriera sus labios sobre el pulso palpitante y chupara. Harry jadeó, sus rodillas tambaleándose, y sus manos apretadas contra el cabello de Louis y su cintura.
Pasando su lengua a lo largo de la piel de Harry, Louis sintió su polla pulsar dentro de sus pantalones vaqueros ante el fuerte sabor salado de la piel de su compañero de cuarto.
Harry se sacudió y trató de apartarse. Joder, no, pensó Louis, y volvió su agarre una prensa. Dejó de besar el cuello de Harry, pero mordisqueó su mandíbula, embriagado por la emoción de poner a Harry incómodo por una vez.
—Deja de pensar —murmuró él, y pasó su lengua por la barba incipiente de Harry.
—Jesús. —Harry sonaba destrozado. Él volvió la cabeza, y por un segundo sus bocas casi se rozaron. Harry evitó que eso sucediera, tirando de la cabeza de Louis lejos de su propia boca—. Louis, no.
La negativa impulsó a Louis, y todo el alcohol que auto-consciente había mantenido a raya regresó en un maremoto.
—Tú me vuelves loco —le dijo al pecho de Harry, porque él no podía mirarlo a los ojos.
—Cariño, estás borracho. Como, muy borracho. Si te dejo hacer lo que estás haciendo, me odiarás mañana, y no voy a ir allí.
Una parte distante, y trabajada por el vino de Louis reconoció que Harry tenía razón, pero eso no significaba que a Louis le gustara oírlo.
—Tú crees que soy un niño tonto y estúpido. —Él solo quería que Harry lo besara, lo empujara en el sofá e... hiciera cosas.
Harry arrastró a Louis cerca y besó su cabello. —No creo que seas estúpido. O tonto. O un niño.
¿Podría dejar de ser tan razonable y agradable por un segundo? Louis se hundió contra su hombro derrotado.
—Estoy tan confundido.
—Lo sé, bebé.
Harry estaba acariciando la espalda de Louis y su trasero, y se sentía tan jodidamente bien. —Quiero que me folles —susurró él.
Aunque Harry se quedó quieto, él no dejó ir a Louis.
—Quiero follarte también, bebé —dijo al final—. Pero no podemos.
¿Por qué no podían? Quería preguntar Louis, pero él estaba empezando a sentirse mareado. ¿Estaban girando? Abrió los ojos, lo que ayudó, pero cuanto más pensaba en ello, más se dio cuenta de que estaba de algún modo mareado.
Realmente mareado.
—No me siento bien. —El estómago de Louis gorgoteó, y se aferró a Harry, todos los pensamientos de follar olvidados—. Creo que bebí demasiado.
Algo rozó su pelo (¿un beso?) y Harry le dio unas palmaditas a su trasero.
—Vamos, cariño, vamos a llevarte a casa.
Louis pensó que era una buena idea.
A mitad del camino a través del campus, vomitó. En un arbusto, y Harry sostenía su cabeza mientras él se arrodillaba y vomitaba.
—Lo siento —dijo arrastrando las palabras, mientras trataba de limpiar su boca con la manga. Dios, era asqueroso.
—Creo que conseguiste un poco de ese Everclear que estaban pasando, cariño. Lo siento, debería haber prestado más atención.
Louis trató de señalarle a Harry que no tenía que cuidarlo, y entonces lanzó su estómago de nuevo.
Él no estaba seguro de lo que pasó después de eso, era como si hubiera una especie de vacío en su memoria, y de repente, estaba acostado en el futón de Harry, sudando como un cerdo y abriendo sus ojos legañosos. Alguien besó su frente, alguien dulce y suave.
—¿Mamá? —susurró, pero entonces Harry se rió entre dientes, y Louis volvió a dormirse.

leçons d'amour (love lessons)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora