Capitulo 2. Part. 3

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En la secundaria, cuando Louis necesitaba inventarse una historia acerca de algún día, que llegara a ser como hoy, un novio era una mágica criatura mítica que sacaba de una caja. Un novio lo llamaría por teléfono, le mandaría mensajes de apoyo, y también mensajes picantes. Un novio sostendría su mano, lo tocaría y le daría sonrisas especiales. Un novio lo llevaría a citas, al cine y a cenar. Le compraría regalos y tendría en cuenta sus necesidades. Un novio lo besaría, y llenaría los vacíos de las fantasías sexuales que tenía mientras veía porno bajo las sábanas.
Excepto, que como Louis se había dado cuenta (justo como había dicho Rose) basado en esa definición, Harry llevaba siendo su novio un tiempo, excepto por la parte de los besos y el sexo. Era extraño que no entrara esa parte en su dinámica, o que fuera tan lento.
Louis asumía que Don Harry-le-hincó-el-diente-a-Tom-de-Finlandia tenía mucha experiencia sexual, e intentaría llevárselo a la cama la primera noche. Y aún no entendía por qué no fue así. La sola idea de que Harry pudiera estar yendo lento, lo aturdía por completo.
Se besaron en el sillón, pero eso fue todo, besos y un poco de manoseo. Al comienzo Louis supuso que eso era ir lento, que Harry estaba siendo noble o algo así. En vez de añadirlo a su lista de besuqueos rápidos, Harry parecía estar evitándolo. Eso le hacía poner nervioso.
Así que se lo contó a Rose.
—Deberías estar hablando con él, en vez de conmigo —fue lo que dijo ella.
Louis no pensaba responder a eso, así que simplemente cogió su bandeja del desayuno y siguió caminando.
Rose suspiró y giró los ojos.
—Lo sé, pero es lo que deberías hacerlo.
—¿Me estás diciendo, en serio, que debería ir donde Harry Styles, sentarlo en ese futón y decirle que debemos hablar sobre nuestra relación?
—Bueno, tienes razón, eso nunca funcionaría —respondió, dejó su bandeja, y cogió su taza de café con las manos—. Así que fuiste a verlo durante las vacaciones de Acción de Gracias.
—Todo lo que hice fue pedirle que me llevara. Era legal, porque el coche de mi familia se estropeó.
Ella asintió.
—Bien, así que te llevara se convirtió en una ida a la ciudad, te llevó a Boystown, luego por una pizza, y luego a un bar gay.
—Trató de comprarme esa ridículamente cara chaqueta de piel primero. Ahí fue cuando empezamos a discutir.
—Interesante. —Rose se recostó en su silla—. ¿Discutiste con él por una chaqueta?
Louis asintió.
—Me estaba volviendo loco, porque me di cuenta de cuánto me preocupaba por él cuando estaba lejos, y estaba tratando de ser bueno y no dejar que se notará. Pero de pronto él me lleva a una maldita cita y luego trató de comprarme cosas. Luego cuando estoy casi completamente duro por tratar de resistirme a él, me lleva a un bar gay y se enoja cuando bailo con otros chicos.
—Ahí es cuando pone tu canción favorita, y se besan en la pista de baile, ¿no?
—Sí.
Rose elevó una ceja.
—Es una buena historia para un cuento de hadas, querido.
—Sí, bueno, estoy empezando a pensar que se ha desatado todo un infierno para terminar con un beso en la ventana del castillo.
—Menos Disney y más Shrek. —Rose bebió un sorbo de su café—. Obviamente las cosas no han ido del todo bien desde ese beso. Cuéntame el resto.
Louis le habló sobre su viaje a Northbrook, sobre que Harry lo seducía y luego lo ignoraba inmediatamente.
—Él me decía que no sabía cómo debía comportarse, que estaba confundido, y que no podía detenerse, así que lo besé. Luego volvimos a su casa, vimos Encantada echados en su cama, nos besamos y nos fuimos a dormir. —Después de pensar un momento añadió—: a la mañana siguiente fue un poco raro con su madre. Aún no entiendo qué paso, pero ahí se acabó todo. Cuando bajé a desayunar fue como si lo encontrara tratando de recomponerse. Su madre estaba llorando desquiciadamente en su dormitorio. Me imagino que pasa seguido.
Agitó sus patatas con el tenedor.
—Él es siempre tan cool y sarcástico. Ahora no es así, ni de cerca. Me rompió el corazón, traté de ayudarlo hablando con él.
—¿Y ha estado raro desde entonces? ¿Poniendo un muro entre ustedes?
Louis asintió.
—Y apesta, porque es más distante que antes. De regreso en el coche, pensé que todo volvería a estar bien, pero ahora que hemos regresado cambió de nuevo y no a como estábamos antes de Boystown. Me pone mal que esté así después de que nos hayamos besado, prefería tenerlo de la vieja forma que nada. —Bajó el tenedor sintiéndose repentinamente enfermo—. Dios, tuve un novio por exactamente tres punto cinco segundos. Y ahora he perdido a mi mejor amigo.
—Por Dios, para. —Rose sacudió la mano—. No lo has perdido, pero querido, tendrás que hablar con él al respecto y preguntarle qué está pasando.
—No puedo. ¿Es que no lo entiendes? Lo intenté, y se puso más frío aún. —Se hundió en la silla con su estómago haciéndolo arrepentirse de haber comido—. De todas formas, se la pasa ignorándome. Es demasiado tarde. Fue genial los primeros días, pero ahora ha vuelto a ser callado. ¿Cómo puedo vivir con él si a las justas puedo verlo especialmente en esa habitación tan pequeña?
—Ten una cita con él, háblale o mándale un mensaje, o algo que lo haga salir contigo el viernes por la noche. Aún si no quieres hablar con él, hagan algo juntos. O demonios, ¡solo follen!
Louis bufó.
—Eso sería genial, pero no estoy conteniendo el aliento.
Rose le dedicó una mirada, que claramente daba a entender que estaba siendo un llorón.
—Inténtalo desnudándote, te apuesto que las cosas empiezan solas, sin mucho esfuerzo.
Louis jadeó.
—Yo no podría hacer eso.
—Entonces no hablarás con tu novio para averiguar qué está mal y no lo seducirás. —Ella cogió su bandeja y se levantó—. Buena suerte con eso Minnesota.

leçons d'amour (love lessons)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora