❁ ⸙͎۪۫ ⁱᵗ'ˢ ⁿᵒᵗ ᵉᵃˢʸ ⸽ ʳᵉⁿᵐⁱⁿ ۰ ʲᵃᵉʲᵘⁿ

Dos| mala idea

Cuatro años más tarde

—No le debes decir a papi Ren, toma— trata de manipular a su pequeño hijo con una barra de chocolate.

—Te hará falta más que una barra de chocolate para convencerme— Yangyang cruzó sus pequeños brazos negando con la cabeza.

—No puedo creer que seas igual a Renjun— masculló— solamente no le digas y entonces te compraré un helado de chocolate, dos barras de chocolate más y un juguete nuevo— ofreció.

—Serás mi caballito esclavo por una semana, de lo contrario papi Ren se enterará y te colgará de los...— Pausó, apuntado los genitales de su padre— ya tú sabes— gesticuló, manipulando a su padre.

—¿Quién te enseña a hablarle a tus padres de esa manera?.

—El tío Lele.

—¡¿Dónde está mis zapatos de Moonmin?!— preguntó tomándose la cabeza entre sus manos, Yangyang llamó a su papá con un dedo, quién se inclinó hasta quedar a la altura del pequeño.

—Lo tomas o lo dejas— susurró, Jaemin negó y entonces Yangyang rió levemente— bueno, supongo que le tendré que decir a papi que alguien tiró sus zapatos de Moonmin por la ventana en un ataque de rabia y se ensuciaron y tú— señaló— te deshiciste de la evidencia tirándolos al bote de la basura y el camión se los ha llevado.— Canturreó con inocencia.

—Maldito mocoso manipulador— se quejó— lo tomo.

Yangyang sonrió satisfecho mientras Renjun se acercaba a ellos.

—¡Sé que probablemente tú tienes algo que ver!— acusó Renjun apuntado a su esposo.

—¡¿¿Q-qué?!— balbuceó—¡¿Por qué lo haría?!— desvío la mirada con nerviosismo.

—¡Estás desquitándote porque no te deje ir con Jisung!— Afirmó con las mejillas coloradas debido a la furia.

—¡No es cier...— Jaemin trató de formular pero una pequeña voz le interrumpió.

Yangyang balanceándose sobre sus pies con deje de inocencia levantó su manito, pidiendo a Renjun poder tener la palabra.

—Papi Jae no tiene la culpa— habló— nada más estaba enojado y tiró tus zapatos por la ventana, entonces se ensuciaron y los votó a la basura, pero el camión ya se los ha llevado, por favor no lo culpes— miró inocentemente a Renjun y con malísima al pelirosa.

Renjun abrió exageradamente los ojos, aprieta sus puños y gira pausadamente su rostro hacia el pelirosa, quién traga saliva, sonríe aterrado y sale corriendo, Renjun se hecha a correr persiguiéndole por toda la casa mientras Yangyang observa con burla y satisfacción al pelirosa.

—¡Na Jaemin, dos semanas en abstinencia!— sentenció el más bajo al no poder alcanzarlo.

—Oye, me dices dos semanas en abstinencia pero te vistes provocativo— se quejó el menor, viendo cómo Renjun se había puesto como pijama una camiseta larga y sus boxers con estampado de los ositos cariñositos. Pero que sexy.

—Yo no dije que no pudieses disfrutar de la vista— susurró acercándose a la boca del más alto— no te di permiso de tocarme— le dio un manotazo a cada mano de Jaemin que estaba intentando tocarlo y atraerlo hacia él.

—Lo haces a propósito— lloriqueó infantilmente— te vistes provocativo para después decirme que no puedo siquiera tocar— cruzó sus brazos y frunció el entrecejo.

Renjun soltó una carcajada sonora, a Jaemin no le hacía tanta gracia, pero ambos se acostaron y se abrasaron como ya era costumbre hacerlo, no dijeron nada por varios minutos, tratando de dormir hasta que la dulce voz de Renjun habló:

—Jaemin— llamó bajito— verás, Yangyang, yo estaba jugando con él hace unos días y dijo que... Él m-me dijo q-que— jugó de manera nerviosa con sus dedos y bajo sus mirada hacia le pecho de Jaemin— quiere un h-hermano.

Jaemin guardó silencio por unos minutos.

—¿Quieres otro bebé?— suspiró— somos un desastre siendo padres.— sonrió Na.

—Lo sé, pero Yang quiere un hermanito— murmuró, haciendo un pucherito— s-solo duerme, ya tengo sueño— dijo con repentina timidez, enrollándose en las sábanas y cubriéndose completamente.

Era ya un tema que habían hablado tantas veces, Jaemin había respondido a cada una de ellas «ya veremos» y procedía de manera inmediata a cambiar el tema.

Desde hace un año que Yangyang le había estado insistiendo en tener a un hermano menor a quien cuidar y proteger, con quién jugar cuando no esté con sus amiguitos.

—Junnie— Jaemin abrazó al chino por la cintura y dejó un beso en la nuca del mayor— tengamos un bebé su quieres tenerlo, yo estoy dispuesto a hacer todo lo que te haga feliz a ti y todo lo que haga feliz a Yangyang— aunque el niño fuese un demonio, quiso añadir.

—¿En serio?— gesticuló sorprendido, abriendo sus ojos exageradamente, hace solamente unas semanas habían tenido una conversación similar y Jaemin insistió en no estar lo suficientemente preparado para criar a otro bebé.

—Crearemos otro desastre, cariño.

—Sobre eso— habló con las mejillas sonrojadas y la mirada baja—¡Estoy embarazado!— soltó Renjun repentinamente haciendo manos de jazz.

—¡¿Qué?!.