Trece | Dulces

669 73 207
                                    



Extrañamente Renjun había despertado con insaciables ánimos de hacer las tareas del hogar, su buen humor estaba por las nubes y al contrario de preparar su muy usual desayuno- cereal con leche- se dispuso a cocinar algo realmente nutritivo para su esposo e hijo.

Eran recién las siete y diez de la mañana y ya había terminado de hacer la mayoría de los quehaceres, estaba realmente sorprendido de su rendimiento por la mañana.

-Huele delicioso- halagó un Yangyang recién despierto, con los ojos aún ligeramente entrecerrados y un lado de sus mejillas marcadas por las almohadas y la posición en la que permaneció dormido durante la noche- pensé que eras papá- Confesó el pequeño Na, aspirando el aroma de la comida recién hecha.

-Yo también soy papá y puedo cocinar- dijo el chino, arrugando el entrecejo y tomando de la cintura a Yangyang para sentarlo en una de las sillas altas del desayunador.

-Sé que puedes cocinar, pero normalmente nunca haces el desayuno, papá Jae lo hace cuando no estás en casa- reveló el niño moviendo, moviendo sus pies con inquietud, dando miradas al umbral de la cocina, esperando a su otro papá para sacarle un poco de dinero y comprar dulces.

Minutos más tarde y cuando Huang se encontraba sirviendo la comida en los platos de melanina, el pelirosado entró a la cocina, sin nada cubriendo su torso y con un pantalón rosa de pijama, abrazó a su esposo por la espalda dándole buenas días y se sentó al lado de su hijo, saludándole mientras chocaban los cinco.

-¿Hiciste desayuno?- preguntó Jaemin ligeramente sorprendido, viendo los platos ya servidos en el desayunador.

-¿Por qué te sorprendes?- Cuestionó el mayor, Jaemin negó y simplemente comenzó a comer el delicioso desayuno.

Renjun salió de la cocina anunciando que iría al baño, el pequeño aprovechó la oportunidad y se inclinó hacia Jaemin.

-Oye, papi, ¿Me das dinero para comprar dulces?- preguntó en voz baja, con el tono dulce que utilizaba única y exclusivamente en Jaemin, Renjun no caía en sus encantos y siempre le recitaba "Hey, niño, recuerda que eso lo aprendiste de mí"

Su padre asintió sin poder resistirse a su hijo y levantó el mantel que cubría el desayunador para seguidamente retirar algunos billetes.

-Claro, toma- le extendió un par de billetes a su hijo, Yangyang repitió la acción para tomar el dinero de la mano de su padre.

-Nada de toma, Jaemin, guarda esos billetes- ambos Na se crisparon ante el tono demandante del mayor y detuvieron la acción- buen chico- felicitó Renjun palmeando la cabeza de Jaemin, este sonrió y acercó a Renjun para abrazarlo- Yangyang, nada de dulces hasta que termines el desayuno.

-Pero papá...- suplicó el menor, cruzando sus brazos y arrugando su naricita.

-Ya dije yo y no lo vuelvo a repetir- sentenció sentándose para terminar su desayuno.

-Odio aquí- chistó Yangyang con enojo.

-Me vale- habló Huang sacando su lengua al menor, tal cual niño pequeño.

-Papá, dile algo- acusó Yangyang.

-algo- balbuceó Jaemin ante la mirada asesina de Renjun sobre él.

-Ustedes son los peores padres del mundo- bramó el menor comiendo con furia.

-Muchas gracias, nos esforzarnos mucho en serlo- Sin más, el pequeño gruñó y siguió con su desayuno.




-Muchas gracias, nos esforzarnos mucho en serlo- Sin más, el pequeño gruñó y siguió con su desayuno

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
❁ ⸙͎۪۫ ⁱᵗ'ˢ ⁿᵒᵗ ᵉᵃˢʸ ⸽ ʳᵉⁿᵐⁱⁿ ۰ ʲᵃᵉʲᵘⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora