13; Presente

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El camino a la casa del menor fue divertido, Jihoon no dejaba de balbucear cosas sin sentido y hablar de mil cosas que ocurrían en su mente, incluso llegando a contarle a Seungcheol ciertas cosas de las que no debía enterarse, como el secreto que estaba guardando para su jefe, aunque no era nada de gravedad, sólo una actividad que llegaría de sorpresa para los empleados. Seungcheol sólo podía reír y comentar vagamente sobre lo que el menor balbuceaba, aunque esperaba escuchar algo más interesante que eso.

—Dime Jihoon, ¿hay alguien de tu interés?

—¿Algo como un chico?— preguntó mientras intentaba alcanzar el estampado de la camisa de Seungcheol.

—Sí, algo así.

Jihoon asintió sin dar más respuesta.

—¿No quieres compartir en quién estás interesado?

Ahora negó sin decir más.

—¿Por qué?

—Porque hay un sujeto escuchando nuestra conversación— se inclinó más a Seungcheol para tratar de murmurar aquello, pero perdió el equilibro cuando el conductor dio una vuelta hacia la derecha, y terminó cayendo sobre el pecho del mayor.

Seungcheol lo sostuvo por los hombros para que pudiera mantenerse estable pues el alcohol en su sistema no estaba ayudándolo —¿hablas del conductor?— habló con el mismo volumen de voz que Jihoon usó.

El menor asintió repetidas veces y se negó a darle aquella información que pedía el mayor, todo porque había alguien más en el vehículo escuchándolos, aunque en realidad, el conductor no estaba prestando atención a su conversación. Finalmente el auto se detuvo frente a la casa de Jihoon y Seungcheol pagó el viaje antes de bajar del auto.

Al llegar a la puerta de la entrada, tuvo que palpar los pantalones de Jihoon para encontrar las llaves de la puerta, lo que Jihoon malinterpretó.

—Oye... oye...— dijo torpemente —espera a que entremos para que me toques. Los vecinos podrían vernos— intentó detener a SeungCheol, pero lo único que conseguía era atrasarlo en su tarea y darle de manotazos sin cuidado.

—Silencio, tú harás que los vecinos nos vean— comenzaba a desesperarse por lo terco que era Jihoon; recordaba haberlo visto demasiado ebrio en sólo una ocasión, pero lo que recordaba de aquella vez, era totalmente distinta a este momento. Finalmente encontró las llaves y metió la mano en el bolsillo de su pantalón, haciendo reír a Jihoon por las cosquillas que le causaba. —Shhh— dijo cubriendo su boca para que no despertara a nadie con su ruidosa risa.

Lograron entrar a la casa, estaba todo oscuro, los padres de Jihoon dormían, pues eran las tres y media de la mañana. Lo ayudó a subir las escaleras, pero el menor estaba siendo muy escandaloso, no sólo porque intentaba hablar, sino porque tropezaba con cada cosa que se atravesaba en su camino, lo que terminó despertando a su madre.

—¿Jihoonie?— encendió la luz del pasillo —Oh, Seungcheol.

—Buenas... madrugadas señora Kim, sólo vine a dejarlo en casa.

—Oh gracias, eres muy amable— guió a Seungcheol hasta la habitación del más bajo y abrió la puerta para que lo pudiera recostar sobre la cama —Mingyu y Wonwoo están ocupando tu departamento, ¿verdad?— dijo mientras veía a Seungcheol tratando de quitarse a Jihoon de encima, quien no dejaba de besar su cuello y tratar de quitarle la camisa.

—S-sí... yo se los ofrecí, así que es... está bien que la ocupen... Jihoon cálmate— regañó ligeramente.

—Tú cálmate— se quejó sin sentido con el ceño fruncido pero sin dejar de hacer el intento por despojar a Seungcheol de sus prendas.

El amor frente al pasado [JiCheol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora