La idea del campamento me está atormentando. Realmente no sé si quiero ir. Y lo que me hace dudar es él, sin dudas. Aunque les haya dicho lo contrario a mis amigas. Llegó a sacar lo peor de mi y llegó a conocer mi punto débil. Sabe cómo herirme ahora. Y yo caigo rápido en la trampa: de seguro me herirá y me hará llorar de nuevo. Lo odio. Me hace sentir estúpida.
El campamento es el viernes, en dos días, y las chicas siguen esperando mi respuesta. No quiero hacerlas esperar más. Hoy a la tarde me decido.
—¡Julia!— grita mi mamá desde la cocina.
Aburrida ya de estar en mi cama, bajo.
—¿Que?— está de espalda, lavando los platos. Mi mamá no es nada parecida a mi. Bueno, yo no soy nada parecida a ella. Tiene el pelo negro azabache hasta la cintura, mientras que yo tengo un color castaño claro. Sus ojos son cafés y los mios marrones tirando a verde. Mide 1.55 mientras yo mido 1.65. Definitivamente no saqué su altura. Todos me dicen que soy igual a mi papá, y creo que tienen razón.
—Hay alguien en la puerta, es para vos.— me sonríe perversa. Frunzo el ceño y voy a abrir.
Bueno, esto sí que no lo esperaba. «Mamá, nos vemos luego, me voy de paseo con mi príncipe azul«
Nada más y nada menos que el chico de la fiesta. Tiene un ramo de flores en sus brazos.
—Hola, Julia ¿no?— me dedica una sonrisa tímida.
—Sí. Hola.—le digo. Recuerdo todo lo que hice el otro día en la fiesta y me avergüenzo.
—Me llamo Luca. Creo que la otra noche no nos presentamos adecuadamente. Bueno, a no ser que «preparame el trago mas fuerte que hayas hecho en tu vida» sea una presentación .
Me rio—No, claro que no.
—Son para vos— y me entrega las flores.
—Gracias, son hermosas— además de ser lindas, huelen muy rico.— ¿Como conseguiste mi dirección?
—Bueno, hay un sólo Morris en la guía telefónica. Me arriesgué y vine hasta acá. Queres dar un paseo? Acaba de abrir una feria en la Plaza principal. —tiene las manos en los bolsillos y está esperando mi respuesta.
Dios, estoy nerviosa—Si, me encantaría. Dejame cambiarme. Pasa.
Mi papá esta sentado en el sillón y estudia a Luke como si fuera un trabajo de ciencias. Pero a él no parece molestarle y se presenta ante el.
—Hola, soy Luca.—le extiende la mano.
Mi papá se la acepta no con mucha gana —Patrick. Un placer. Sentante.
Luca se sienta.
—Yo... Ya vuelvo.—Voy a mi habitación. Me veo en el espejo. No puedo creer que esto está pasando. Es decir, un chico hermoso que se aparece en tu puerta con un ramo de flores solo sucede en los libros. Ademas, ¿es esto una cita? Nunca tuve una. Esto es muy precipitante.
Me visto con un short de jean y una remera ancha que muestra mi hombro. Me suelto el pelo y trato de acomodarlo lo mejor posible.
Mamá entra a mi habitación.
—Esto es más extraño que un extraterrestre. —le suelto.
—Julia, este muchacho es divino! Como lo conociste?
—Es el barman de la fiesta del otro día.
—Que gusto que tiene mi hijita!!
—Mama, en serio, no entiendo nada. Se aparece de repente en la puerta y me invita a dar un paseo.
—Eso en mi época pasaba muy seguido. Seguro es por eso que lo veo normal. Anda tranquila y no digas nada que la Julia que vos conoces jamas diria. Sé vos misma.—me aconseja con una sonrisa.
—Gracias—le digo, y me alejo.
—Suerte!
Cuando estoy bajando las escaleras, escucho que están hablando de fútbol. Qué raro de la parte de mi papá. De repente los escucho reír. Creo que Luca lo tiene mas que ganado.
—Ya estoy lista— digo. Luca se levanta del sillón y le tiende la mano a mi padre.
—Un gusto conocerlo, Patrick.
—Lo mismo digo, Luca. —y le dedica una sonrisa que jamas vi en mi vida. Me quedo atónita. Mi papá, el rey de los celosos, le esta sonriendo así a un chico que me trajo un ramo de flores? Definitivamente hoy el mundo está al revés.
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She will be loved
Lãng mạnJulia es una adolescente de 16 años que se siente marginada cuando esta con sus amigas... y sus respectivos novios. Hastiada de esa cosa empalagosa llamada "amor", su única salida son los libros. Con ellos encuentra un nuevo mundo que no le gustaría...