3. {¿Amigas?}

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-Podrian terminar con la sesión de besos ya? Gracias -reprocho, enojada. Muy dentro mio esto no es enojo, sino celos. Celos de querer sentir lo que ellas sienten.

Dejan de besarse y Peter, el novio de Clara, dice que ha invitado a un amigo suyo, y que debemos esperarlo.

Me acerco a la cartelera pero nada me llamó la atención. Al lado del cine hay una librería, y si debemos esperar por el amigo de Peter, entonces roguemos para que se tarde. Entro y ese dulce olor a libro me embriaga. Voy a la sección de bestsellers, luego juveniles, policiales, medicina, psicología... Prácticamente recorro toda la librería, para ver qué nuevos libros habían llegado. Cuando tomo uno que me llamo la atención, alguien me toca la espalda, como llamándome. Me doy vuelta y me encuentro con un muchacho mas alto que yo, que me mira con cara de reproche.

-Una pregunta, vos sos Julia?- pregunta. Este desconocido tiene pecas alrededor de su nariz y eso me parece dulce.

-Si, soy yo. ¿Por qué?

-Ah hola, soy Augusto, amigo de Peter, podes apurarte? Porque te estamos esperando a vos.

Pero quien se cree que es para tratarme así?

-Disculpame, don Augusto, a mi me parece que al que estábamos esperando era a vos. Yo entre a la librería para no malgastar mi tiempo. Y te aviso desde ya que esa fue la ultima vez que te permito tratarme así.- Ahí estaba de vuelta. Mi forma de reaccionar. Tal vez pude ser mas amable, pero ese no fue mi primer impulso. Y, si antes le parecía estúpida, ahora mas.

Pero sin embargo él se rió, cosa que me molestó mucho más -Si, si. Como digas. Ahora vamos que ya esta por arrancar la película.

No lo miro y sigo sus pasos. ¿Cuanto tiempo pasé en la libreria? Mis amigas ya no estaban en la fila de los boletos. ¿Entraron sin avisarme?

-¿Dónde están todos?- le pregunto

-Dentro de la sala. ¿Donde sino? -contesta, como si fuese algo obvio.

Hay cosas que no me cerraban. ¿Por qué mis amigas no me habían avisado que ya entraban? ¿Le habían pedido a Augusto que me buscase? ¿Donde estaban mis verdaderas amigas? Las estaba perdiendo seriamente.

Entramos a la sala del cine y una de esas preguntas se respondió por si solas. Están sentadas en sus respectivos lugares. Esto es el colmo.

El amigo de Peter se sentó al lado de su amigo, y yo debería haberme sentando en el asiento siguiente. Pero no lo hice. Me siento en el otro, dejando que una butaca nos separe.

Mis amigas cuchillean algo, pero no las escucho. Me siento rara. Y triste. Otra vez reaccioné de la manera en que odio.

La película comenzó pero lo único que hice fue dar vueltas en mi asiento, con una jaqueca terrible.

Por fin, me decido en levantarme e irme, sin avisar, como ellos habían hecho conmigo. Me dirijo a un lugar obvio y me siento en unos sillones que hay al final de los estantes con un libro en la mano. Luego de haber leído un par de capítulos, siento un presencia detrás mio.

Me volteo y lo veo. Me mira con ojos expectantes.

-¿Que?- pregunto.

-Es que no te cansas de entrar a este asqueroso lugar? Es decir, lleno de libros para nerds y frikis.

-Mira, pedazo de ignorante, si tanto odias este lugar, ¿para que entras?

-Tus amigas me pidieron que te busque- contestó.

Esto es el colmo colmisimo. Ni siquiera son capaces de salir ellas de la sala y ver que me pasa.

-Ah, si, y que quieren? -lo miro enojada

Se encoge de hombros -No sé. Yo me voy.

—Será un placer verte ir y ver que me dejas en paz.- sonrío maliciosa. Con los libros el no se meterá.

-Sera un placer dejar de ver tu asquerosa cara- contesta como réplica, sonriendo vengativo. Luego se va. Observo su manera de caminar. Despreocupada y relajada. Me dan ganas de levantarme y golpearlo, pero me aguanto. ¿se puede odiar a una persona a la cual conociste en menos de una hora? Este chico me perturba.

She will be lovedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora