Pasó la semana demasiado rápido, Javi se quedó en nuestra casa, ya era como un integrante más de la familia, nos íbamos a la escuela juntos aunque vamos en salones separados por eso casi nunca lo veo en la Preparatoria más que en el trabajo y ¿adivinen que día es hoy? Sí, es sábado.
Terminé de ponerme el uniforme que necesitamos para la cafetería y baje a la cocina hacer el desayuno, mi mamá como de costumbre ya se había ido a trabajar, así que solo hice el desayuno para Javi y para mi. Terminamos de desayunar, recogimos y lavamos los platos. Salimos de la casa y fuimos directo hacia su carro dirigiéndonos directo hacia el trabajo.
☆☆☆☆☆
¿Por qué la sociedad nos hace creer que trabajar es tan maravilloso?, maravilloso solo por conseguir dinero para seguir sobreviviendo en este abusivo mundo, en verdad a veces no le encuentro la más mínima lógica a todo esto.
Termino de atender a la chica que va directo a tomar asiento mientras espera su pedido, me volteo un momento para acomodar mi cabello dentro de la malla de red y la gorra, cuando estoy terminando de hacerlo escucho un carraspeo en la parte delantera del mostrador, giro sobre mis talones para atender al cliente y cuando lo hago me quedo paralizada por unos segundos. Es él, está de nuevo aquí, el chico de los ojos grises.
¡Hey, Joe, reacciona, di algo, tonta, no te quedes así!
—¡Buenas tardes!, ¿puedo tomar su orden?— pregunté un tanto nerviosa, por primera vez en vida me reproché a mi misma por no haberme arreglado un poco más hoy.
¿Arreglarte?, si nunca lo haces.
—Hola, sí, quisiera ordenar un café helado sin azúcar y un sándwich de pavo, ¡por favor!— contestó más amable que la primera vez que lo atendí.
—Claro. — contesté para después tomar la orden en la computadora y presionar el icono de ticket para que empezara a imprimir este. — Aquí tienes, en un momento se te da tu orden.—
—Gracias.— contestó yéndose a sentarse en la mesa de la vez pasada.
Tomé mi descanso para salir a comer, estaba sentada terminando mi comida cuando al levantar la mirada veo al chico de ojos preciosos salir de la cafetería, aparto la mirada antes de que pueda cacharme viéndolo y sigo masticando mi comida, ¡jamás en mi corta vida me había interesado un chico aparte de Daniel!, esto me pone incómoda y nerviosa. Estaba tan ocupada discutiendo conmigo misma que no presté atención cuando alguien se sentó al frente de mi en la mesa donde estaba comiendo. Levante la mirada y creo que fue una mala idea, ojos grises estaba enfrente mío.
—Hola.— dejo salir de sus labios, el sonido de su voz era grave y sexy que me desoriento un segundo.
—Hola.— conteste de regreso, rezando por no escucharme nerviosa ante su inesperada presencia.
—Perdona si te incomodo.— comenzó a decir de manera suave — pero no quería irme de nuevo sin saber cual es tu nombre.—
Me quede sorprendida un momento, ¿esto es mi imaginación?, si es así que nadie me pellizque, no quiero salir de este sueño.
—¿Mi nombre?— pregunté desconcertada.
Carcajeó un poco, y ¡Dios mío, sí que su risa era igual de maravillosa que su voz!
—Sí tu nombre.— contesto con una sonrisa de lado que lo hizo ver más atractivo.
—¿Por qué le daría mi nombre a un desconocido?— pregunté a la defensiva, no me malinterpreten, me atrae el chico pero soy muy desconfiada con los extraños.

ESTÁS LEYENDO
Lo Peor De Mí
Mystery / ThrillerVuelvo abrir mis ojos después de un largo tiempo, siento un dolor en mi cabeza; como si me hubieran golpeado. Intento moverme pero no puedo, volteo a todos los lados de esta habitación, y solo veo oscuridad. Busco la razón por la que no puedo moverm...